La chica de las flores [Pedri Gonzalez]

Capítulo 10: Odio a los infieles

Ali

20 de Julio de 2022, Barcelona, España

— No es justo...

Martín movió su comida desganado, mire a mi madre divertida y ella bufó de nuevo.

— Es que porque Ali si y nosotros no —Iker se unió a la queja.

— No tengo ningún problema en dejaros mi sitio a alguno de los dos, el que me haga la cama....

— Aliana —Me riño mama.

— Es que yo tampoco entiendo muy bien porque tengo que ir —Le digo obvia pinchando con el tenedor un trozo de ensalada.

— Pues porque si y punto —Mamá me miro algo amenazante.

Había estado quejándome varios días y ya se estaba empezando a cansar del tema. Además mis hermanos también se habían quejado en repetidas ocasiones.

— Pues no me parece bien —Martín volvió a hablar.

Mamá suspiro llenándose de paciencia.

— Claro, es que que a Ali no le gusta si quiera el fútbol —Iker lo apoyó.

— Eso es verdad mamá

— Vamos a ver chicos —Mamá nos miro a los tres y después suspiró.— Es una cena, una cena de gente mayor, los niños menores no pueden ir.

— Pero por que les ha dado ahora por llevar familia a las cenas de fútbol, si siempre han ido solos —Me quejo al momento y mamá se encoge de hombros.

— No lo se, solo se que este año a la cena del equipo van las parejas.

— ¡Ajam! ¡Las parejas! —La señalo divertida— No voy, no soy pareja de nadie

— Tu padre quiere que vayas —Me mira seria— Y creo que no te cuesta nada hacerle el favor.

Bufo rodando los ojos porque lo cierto es que no me cuesta nada ir aunque implique ver a alguien a quien no quiero cruzarme en ningún sitio.

— Vale —Mamá asiente conforme ante mi respuesta— ¿Y que me pongo?

— Cualquier vestido que tengas es bonito, vendrán a arreglarnos a las seis de la tarde

— Pues que bien

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— Luce increíble, señorita —Luis, uno de los encargados de recibirnos me ayuda a bajar del coche cediendo su mano.

— Muchas gracias Luis —Le sonrío agradecida.

— Usted también, señora —Luis halaga a mi madre la cual se ha bajado justo a mi lado.

Mamá asiente en agradecimiento.

— ¿Que tal Luis?

— Muy bien señora

— ¿A mi no me dices lo guapo que estoy esta noche?

Papá aparece a nuestro lado y ambas rodamos los ojos divertidas.

— Claro señor, tiene una elegancia inigualable

Papa deja escapar una carcajada divertido y anda unos pasos hacía adelante. 

— Que tengan una velada estupenda —Luis se despide de nosotros y coge el coche de papá para aparcarlo.

Mama y yo unimos nuestros brazos y andamos detrás de mi padre. Varias cámaras de periodistas nos hacen fotos y nosotras intentamos poner nuestra mejor sonrisa. Yo intento siempre ser lo mas natural posible pero hay veces que los flashes ciegan.