parte 19

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imagina

- lo prometiste... ¿cómo pudiste manipularme así? yo confiaba en ti, Sesshoumaru... ¿por qué me traicionaste? - dice con la voz quebrada.

- estabas haciéndote daño, yo no te traicionaría...

- ... - Inuyasha miró los rasguños, su piel hecha girones, y la sangre en sus uñas, se horroriza de ver lo que se estaba haciendo a sí mismo, se abraza fuertemente a Sesshoumaru y se suelta a llorar. - perdón... lo hice sin pensar... perdón por decir que me traicionaste...

- Esta bien, aquí estoy. - Sesshoumaru lo abraza con la misma fuerza.

- odio esto... - le dice con el corazón adolorido. - no quiero ser Omega, no cuando pueden herirme tanto. No quiero sufrir.

- Es mi culpa, debí quedarme a tu lado, te fallé. Te fallé como alfa...

- No... yo te fallé, me dijiste que no saliera y lo hice y estuve solo, en un estado vulnerable, me hice esto.

- No es tu culpa Inuyasha, ese imbécil lo va a pagar te lo juro. - Sesshoumaru le sujeta con suavidad el brazo. - ¿me dejas curarte?

-... sí... - En silencio solloza mientras Sesshoumaru va por el botiquín al baño y empieza a desinfectar la herida y a cubrirla con una gasa y una venda.

- Todo va a estar bien, mi amor. - le dice tan dulcemente, Inuyasha sonríe entre lágrimas.

- Que triste... que la primera vez que me lo dices sea en este estado.

- No lo veas así... sabes que me tienes. - le dice con seguridad y besa la venda con delicadeza. Inuyasha le acaricia el rostro.

- ¿La vida me envió a un Alfa como tú para compensar hacerme Omega?

- Por favor, no lo veas como un castigo, para mí eres una bendición en mi vida. Esto entre nosotros, es un milagro, una estadística tan pequeña que no puede ser casualidad, que te haya encontrado. Si odias ser Omega es como odiar nuestro vínculo, como odiar mi olor que fue el que te despertó. Por favor no odies tu vulnerabilidad, que es algo precioso que no todos merecen conocer. Prometo hacer un mejor trabajo, protegiendo a mi omega. Pero deja de culparte, cuando otro es el responsable de tus lágrimas. Y te juro que voy a hacerlo pagar.

- Sesshoumaru.... - dijo Inuyasha juntando sus frentes, está temblando. - trataré de ser un Omega más fuerte para ti. Porque te quiero demasiado para renunciar a ti ahora...

- Eres fuerte y valiente, el más valiente. Tu peleaste, y estás a salvo por ti mismo, estoy orgulloso de tan bien y leal Omega. Te quiero tanto... - dice besándolo, esa noche se durmieron acurrucados, Inuyasha de repente tenía malos sueños pero el alfa lo mecía y despedía un aroma suave a chocolate que lo tranquilizaba.

A la mañana siguiente fueron a consultar a Miroku, el médico le pidió a Sesshoumaru salir, pero ante el ataque de pánico por parte del Omega le permitió estar presente.

- entonces te atacó y quiso usar su voz de alfa contra ti.

- ... sí, me gritaba Omega preséntate, obedece.

- infeliz... - Miroku está tan enojado. - ese tipo es un maldito abusador, deberías denunciarlo.

- ya estoy en eso. - dijo Sesshoumaru. Inuyasha no lo sabía pero no lo quería saber. Solo quería estar a salvo con su alfa.

- Realmente fuiste muy valiente Inu, en tu estado es casi imposible negarte a un Alfa.

- El no es mi alfa. - dijo indignado. Sesshoumaru sonrió por lo bajo.

- Vaya, creo que estoy ante un Omega dominante.

- ¿es malo?

- No, es solo que... cómo decirlo, pocos alfas querrían relacionarse con un Omega dominante, porque no son fáciles de someter en el celo, y bueno ya lo viste, no se doblegan ante la voz de cualquier alfa. Tiene que ser un Alfa dominante, como aquí mi arrogante amigo presente.

- Has tu trabajo y deja el chisme, Miroku. No te pago para que hables mal de mí.

- Eso lo hago gratis, gracias.

- Jajaja. - Al fin Inuyasha se ríe, no hay palabras para describir el alivio que esa risa trae a Sesshoumaru, como sino pudiera respirar y de pronto lo hiciera.  - tengo una duda, ¿que tan común es una amistad Omega y alfa?

- Pues... - Miroku mira a Sesshoumaru de una forma que a Inuyasha le sabe mal. El Omega se levanta de la mesa de oscultar y se toma de la mano del alfa, su aroma lo dice todo, este alfa es mío. Miroku ya conoce ese mareo. - tranquilo, mierda, ese olor dulzón es más fuerte que la última vez. Yo digo que ciertamente estás en pleno celo, deberían irse ahora, tengo pacientes muy sensibles a esos olores.

- Está bien, mándame la cuenta. - dice Sesshoumaru y sale, Inuyasha no se le despega. Los alfas del pasillo miran al Omega, huele demasiado bien, pero el alfa que va del brazo es realmente atemorizante. Miroku no lo dijo pero, si Inuyasha es un Omega dominante, su alfa lo es también. Uno muy poderoso y no es por su dinero.

- Kouga Musashi, ¿esta? ah pase por favor. - Miroku llama al próximo paciente después de deodorizar su consultorio.

Mientras la pareja su e al automóvil.

- Tengo preguntas... - dijo inquisidor Inuyasha.

- ¿Quieres hacer realmente esto ahora? ahora que nuestros celos están a punto...

- Está bien... pero vas a responder después...

- Está bien, ahora, ¿quieres ir a tu casa o a la mía?  La tuya está dorada de todo lo que conoces y puede que te sientas más cómodo, pero la mía tiene servicio las 24 hrs y así no moriremos deshidratados ni hambrientos. Podemos pasar por ropa a la tuya e ir a la mía. ¿Que piensas?

- Sí, me parece buen plan. Usé mis vacaciones del trabajo, tengo la semana libre. Tenemos que pasar por el collar.

- Está bien. - Sesshoumaru arrancó el automóvil. - Durante el celo se pueden poner las cosas algo agresivas. Necesitamos una palabra de seguridad. Cuando sientas que es demasiado puedes decirlo y me detendré.

- Ok... mmm calabaza.

- ¿En serio Inu?

- ¿qué? no es sexy, es perfecto.

- jajaja - lograr que Sesshoumaru se ría es cada vez menos reto para Inuyasha y eso le hace bien.

- Está bien...si me muerdes un poco... lo he pensado... - dice apenado.

- Vale... ¿algo más? - Inuyasha niega. Llegan al departamento y toma una maleta que ya tenía preparada, dentro lleva ropa y el collar. Can hacia el departamento de Sesshoumaru. Inuyasha realmente no había estado ahí desde que despertó asustado la primera vez, siempre lo han pasado en su casa, en aquella ocasión no notó tanto lujo, ahora lo veía muy claro.

- Me voy a dar un baño, ponte cómodo, si quieres hacer un nido puede tomar de mi ropa, la limpia, la sucia, lo que quieras, lo que te haga sentir cómodo y seguro. - Inuyasha asiente. Trata de calmarse. Mientras Sesshoumaru se ducha, el trata de calmar su corazón, no puede creer que esté pasando. Las inyecciones de Miroku dolieron bastante pero al menos sabe que no va a embarazarse por ahora. Abre su maleta y saca la ropa que con tanta vergüenza fue a comprar en el barrio Omega. Lencería fina roja, con unos lazos preciosos y unas transparencias delicadas, es tan suave y tan sexy, le da tanta pena usarla, pero quiere sentirse bonito para su alfa. Es la primera vez que van a pasar el celo juntos, debe ser especial. Antes se ha bañado en sales exfoliantes y se ha humectado todo el cuerpo. Su piel es hermosa porcelana. Su cabello es fina plata, las orejitas se mueven curiosas y expectantes. Con la lencería puesta y aquel collar de curo y diamante se siente tan bonito, se acomoda en medio de la enorme cama, su corazón late a mil por hora.

Sesshoumaru sale de la regadera, se está secando el cabello, por lo que las feromonas vuelan en el aire, trae una toalla en la cintura y nada más. Cuando se gira y mira su hermoso regalo se queda perplejo. Inuyasha se pone muy rojo y sus ojos está vidriosos...

- Alfa... quiero...

- Alfa también quiere... - le responde una voz rasposa y grave, casi en un gruñido, su alfa se acerca acechando a la presa.

Solo imagina

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