Capítulo 14

200 12 1
                                    

Lissa que estaba encima de mí me tranquilizó con susurros, ánimos y abrazos.

Luego se puso a un lado, en el asiento copiloto y me miró.

-Elisabeth. Deberías ir a un psicólogo.

Yo la miré sin saber que me acababa de ocurrir. Sí que iría otra vez.

Asentí dándole la razón. No tengo ganas de contarle que ya voy a uno.

Luego vino conmigo a la cabaña, sin despegar su vista de mis manos que temblaban aún.

Cuando estaba entrando a la casa recibo una llamada que hace que me ponga nerviosa.

Nunca me han gustado las llamadas, con lo fácil que es enviar un mensaje.

-Eli. ¿Cómo estás?- preguntó Raul preocupado.

¿Preocupado de qué? Han sido capaces de dejarme sola por semanas sin importarles nada de lo que me ocurra y ahora les importo.

-No era necesario que me ayudarás. No os necesito a nadie.

-Eli...

-¡No! Después de dejarme sola y tirada me he dado cuenta de que vosotros vivías super bien sin mí.- quiso volver a hablar pero le corté de nuevo.- ¡Pero a partir de ahora me buscaré la vida cómo hicisteis vosotros!

Le colgué y vi que Lissa estaba mirándome.

-Ya puedes parar de hacer el paripé e irte.- le solté sin importarme nada.

-No me quiero ir. Me duele decirte que después de que me hayas engañado te sigo queriendo.

-¿Pero cómo puedes decir eso?- dije al borde del llanto. ¿Por qué le hacía daño a alguien que si le importaba por alguien a la que no le importo nada?- Lissa es mejor que no tengamos nada.

-Si es lo que quieres.- iba a irse pero se giró.- Pero recuerda que si Sabrina no te llena lo suficiente yo algún día te demostraré que soy mejor que ella.

Yo solté las lágrimas retenidas y la vi marcharse. A la que pensaba que era el amor de mi vida y a la cuál acabo de destrozar por Sabrina.

La llamé, a Sabrina, para decirle par de cosas porque necesito desahogarme.

Lo cogió demasiado rápido.

-¡Elisabeth! Voy a verte ahora. No tardo nada.

-¡No, no, no, no, no!

Ella calló y se escuchó silencio de la otra línea.

-Yo...necesito decirte algo. No me interrumpas.- avisé.

-Te quiero.- me dijo Sabrina y me fallaron las piernas debilitándome en el piso haciendo un sonido fuerte.

-No me digas eso. No ahora.

-Pero...

-Desde que has llegado tu todo era bonito. Te veía en clase y me fascinabas.

Noté que ella estaba llorando entre medias y yo con un nudo en la garganta pude hablar un poco más.

-Imaginaba estar contigo hasta que me diste señales, las cuáles agradecí.- me paré para sober.- Me enamoré aún más cometiendo la locura de estar contigo. Pero pasó algo que nunca me explicaré.

-...

-Yo quise que todo saliera bien. Joder, lo intenté. Pero tú... te saliste con la tuya.- lloré un poco más.- Te quiero, te quise... y te querré pase lo que pase. Pero me haces daño.

-No era mi intención. Yo también estoy en una situación complicada.

-¡Yo quiero ser una adolescente normal! ¡Quiero tener novias, salir y beber todo lo que mi cuerpo pida!

Tortura Explícita [2]Where stories live. Discover now