Capítulo 15

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Que mal despertar. He estampado el móvil contra la pared que ha hecho que se le haga una rotura en el borde.

Debo cambiar la pantalla protectora.

Me levanté y me senté en la cama pensando la razón de la existencia humana.

Mi móvil lleno de mensajes y llamadas lo apagué sin querer saber nada.

Si no les importe el primer día no les voy a importar el último.

Cuando estaba llegando fui corriendo a la clase ya que llegaba tarde.

Entré y me senté suspirando y nada más relajarme entró la profesora Chloe.

Hoy iba vestida con algo casual: falda larga, camisa de lana y una mini chaqueta fina.

La verdad tiene el cuerpo parecido a Sabrina.

Hoy estaba de mejor ánimo porque por lo menos no echó a alguien de la clase.

Agradecí que me ayudara aquella vez pero, ¿tanto le importaba que esto se supiera?, ¿que me ayudó?

Las miradas no faltaron y yo me sentí avergonzada, pero no quise darle vueltas hasta que se arrimó a mi mesa porqué me vio distraída.

Los otros estaban haciendo deberes y yo ni me di cuenta. Mi libreta seguía aún cerrada y mi pulso se aceleró porque el enfado que se venía no era normal.

¿Por qué me quedé mirando la ventana pensativa?

Se encorvó en mi mesa y yo me fije en sus escote. Que calor hacía de repente.

-Luego tenemos que hablar.- me dijo mirándome con esos ojos tan grandes y poderosos.

¿Por qué todas las profesoras que les caen mal a todos a mi me caen bien?

Unos golpes a la puerta hicieron que ella se pusiera recta y girara su cuerpo.

Ella se asomó al cristal de la puerta y luego salió.

Se escucharon murmullos muy bajitos y luego entró Chloe de nuevo a recoger sus cosas.

-Está fuera la sustituta. Todos sentados y dar buena imagen.- dijo antes de salir.

Todos estábamos impacientes. Pero cuando entró todo mi sistema se alteró.

No me lo puedo creer.

La mirada de Sabrina daba en mis ojos sabiendo la satisfacción que estaba teniendo.

-Hola, yo soy Sabrina y seré vuestra sustituta.- me guiñó el ojo con una sonrisa.

Menuda hija de puta. ¿Esta es la sorpresa que quería darme?

Pasó toda la hora explicando pero a la que más miraba era a mí.

La volvía a tener de profesora. Menos mal que quería olvidarla.

Cuando acabó su clase me fui al baño. Me apoyé en los lavabos y me miraba la cara dándome ánimos.

Me saltaría la siguiente clase y me daba igual.

-No deberías saltarte clases.- dijo Sabrina detrás mía asustándome.

-¿Por qué?- le pregunté harta de todo.

Esto no me ayudaba en nada. Es más, me duele tener que verla casi todos los días.

Aunque en el fondo mi cuerpo pida estar con ella.

Ella me miró el cuerpo y se acercó acorralándome cosa que hizo que me quitara con agilidad y ella se cabreara.

-Se van a dar cuenta.- dije apoyada en la pared.

Tortura Explícita [2]Where stories live. Discover now