MALOS LUGARES

cap 2

Miguel Ángel cerró la puerta de la habitación de su hermano y fue a la sala principal, dejándose caer en el sofá con un suspiro. Echó la cabeza hacia atrás y miró al techo con los brazos extendidos. Por un momento contuvo la respiración, luego exhaló y dejó que su cuerpo se relajara. Tres meses de preocupantes discusiones sin sentido e ignorando las sutiles insinuaciones de Casey de que tal vez nunca lo encontrarían, todo se le escapó de los hombros.

Frente a él en el sofá, Donatello levantó la vista de su computadora portátil y cerró la pantalla. Se arqueó hacia atrás, obligando a sus hombros a salir de su posición encorvada, y deseó nuevamente que el café hubiera terminado de prepararse.

"¿Como esta?" preguntó Donatello, volteándose hacia un lado para mirarlo.

"Dormido otra vez, creo." Se estiró y bostezó.

"¿Pero cómo está? ¿Dijo dónde ha estado?"

"Solo que era un lugar malo". Miguel Ángel negó con la cabeza. "Le pregunté si se había lastimado y me dijo 'no por no intentarlo'".

"¿No dijo nada más?"

"No." Miguel Ángel lo miró a él y luego a la mesa. El equipo de Leonardo yacía encima, las fundas empapadas de lluvia todavía goteaban agua rojiza en el suelo. "¿Dónde podría meterse en una pelea como esa y ninguno de nosotros se enteraría?"

Donatello se encogió de hombros. Empezó a responder, luego volvió a mirar a Mike mientras reprimía un bostezo. "Tal vez deberías dormir un poco también. Te has estado esforzando mucho estas últimas semanas".

"No quiero", dijo Mikey, agarro el control remoto no para encender los televisores sino simplemente para darle la vuelta en sus manos. "Me temo que si duermo,despertaré y él no estára en casa".

"Tal vez debería preguntarte si estás bien", dijo Donnie. "Has estado un poco.. Agüitado. Sé que todos hemos estado bastante desgastados, especialmente con Casey--"

"No es eso. Solo estoy cansada". Mikey forzó una sonrisa pero ya no pudo reprimir un bostezo. "Está bien, muy cansado. Creo que pasé por todos los muelles y muelles de la ciudad".

"Ve a dormir un poco", dijo Donnie. "A Rafa le tomará una hora volver a casa de April, y luego otra hora para que todos estén aquí. Al menos puedes tomar una siesta".

Después de un momento, Mikey asintió y arrojó el control remoto a un lado, gimiendo mientras se ponía de pie. "Sí, está bien. Te dejaré tratar con todos. Pero escucha, quiero ser el primero en frotar esto en la cara de Casey".

"Creo que Rafa ya te ganó", dijo Donatello, pero no pudo evitar reírse. "Además, estoy seguro de que a Casey no le importa en absoluto estar equivocado".

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Cuando Leo despertó de nuevo, había alguien más en la habitación. La adrenalina lo recorrió y se sentó derecho, alcanzando una espada y se sorprendió cuando no estaba allí. Miró desesperadamente alrededor de la oscuridad, buscando una forma extraña, una sombra en medio de las sombras, y respiró hondo cuando no la encontró. La única respiración era la suya. Se inclinó y encendió la lámpara, escaneando la habitación una vez más para asegurarse.

Escalofríos recorrieron su cuerpo y se obligó a respirar. Solo, estaba solo. Pasó las piernas por el costado de la cama y se puso de pie, estabilizándose mientras se tambaleaba. En su prisa por volver a casa, no se había dado cuenta, pero el aire parecía más enrarecido que antes y se sentía más ligero. Después de estirarse en un inútil intento de calmar sus doloridos músculos, salió de su dormitorio.

La guarida estaba oscura. Todas las luces estaban apagadas, excepto la que venía del laboratorio de Donnie, pero ese podría haber sido uno de sus experimentos brillando y Leo no quería que se repitiera la última vez que había mirado en ese laboratorio. Se paró frente a la puerta de Rafa y escuchó. Volvieron los ronquidos familiares de su hermano y sus frecuentes murmullos. En cada puerta se detuvo y escuchó para asegurarse de que todos estuvieran dentro. Sin duda, habían entrado en su habitación solo para asegurarse de que estaba allí, vivo y bien y luego se habían quedado dormidos. Él sonrio, todos estaban bien. En sus pocos momentos de tranquilidad en los últimos tres meses, se había preocupado.