Capítulo 15

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Este capítulo me quedó algo (bastante) largo. Así que acomoden sus traseros en un lugar cómodo.

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Hace 8 años....

Después de un arduo trabajo, conseguí aprobar el examen de ingreso a la universidad de leyes, y que me becaran por completo. Por lo que ahora estoy viviendo en un pequeño departamento en el complejo universitario.

Fue una buena decisión comenzar la universidad. Mantengo mi mente ocupada y centrada, empecé a relacionarme con todo tipo de personas.

Al principio me costó bastante sociabilizar, pero luego me fui abriendo más, y con mayor facilidad. Siempre me he relacionado con gente del clan, a la cual no le agradaba y con la que nunca tenía temas de qué hablar. Sin embargo aquí es diferente. Se siente bien estar con muchachos de mi misma edad, con los que tenemos algo en común, y que de a poco voy adentrándome más en el mundo y sus cosas. Comienzo a sentir que formo parte.

E incluso hice una amiga entre tantos compañeros. Ambos estudiamos juntos, ya que nos gusta hacerlo en silencio. Es agradable su presencia, porque es de esas personas con las que puedes estar sin tener la necesidad de decir algo a cada rato.

Así que por la mañana tengo clases. Y por las tardes, gracias al padre de Moon-sik, conseguí un trabajo de medio tiempo en un bufete de abogados, como asistente. La verdad es que no hago gran cosa, pero la paga es muy buena, me he alejado de los trabajos en la cocina (que era para lo único que me sentía útil, y que encima lo odiaba), y de paso me relaciono con lo que estoy estudiando. Además de ir conociendo más gente interesante.

De a poco voy sintiendo como mi vida se va encaminando y tomando rumbo.

Ya había salido del trabajo, cuando iba de camino al departamento de Moon. Dentro de unos días tengo un examen muy importante, así que he estado abocado solamente a eso y a las cosas del trabajo, por lo que llevo dos días sin verlo. Aunque de hecho voy hasta allí porque necesito un libro que su padre va a prestarme, el cuál me va a servir bastante para lo que debo rendir.

O puede que esa haya sido la excusa que me inventé. Digo, si necesito el libro, no mentí en eso. Sino que puede que haya exagerado la urgencia.

En parte estoy un poco ofendido que no haya dado señales de vida. Si yo no le enviaba ese mensaje, ¿me habría escrito?

Mis pensamientos son interrumpidos al llegar frente a su puerta. Toco el timbre.

Me sorprendo cuando pasan unos minutos en los que no atiende, siendo que abre enseguida normalmente. Él sabía que venía, por lo que es imposible que se haya marchado sin avisarme. A menos que... que le haya sucedido algo.

La sola idea de ese pensamiento consigue que se me forme un vacío en el estómago.

Estoy por tocar de nuevo, ya algo alarmado, pero me interrumpo al asomarse su cara. Suspiro aliviado.

Sin embargo, no tardo en quedar bastante anonadado al verlo...

Su piel se encuentra más pálida de lo normal, lo que le marca unas ojeras bajo sus ojos. Refleja cansancio y decaimiento. Su cabello es una maraña sin peinar, y parece algo descuidado. Desde que lo conozco jamás lo vi en este estado.

- Lo siento, estaba dormido. - se disculpa.

Frunzo el ceño. - ¿Pero que tienes en la cara? - pregunto extrañado. - Luces como lo mierda.

Lanza un suspiro cansado. - Gracias, has mejorado mi día. - habla con voz apagada y débil.

Se da la media vuelta y se encamina dentro, yo voy detrás suyo. Al mirar alrededor de su departamento, noto que este se encuentra hecho un caos, lo que no es usual en él, ya que tiende a ser muy limpio y ordenado (para mí extrañar). Veo el lavabo de la cocina hasta arriba de tazas y platos, los almohadones del sofá están desparramados a un lado de este, sobre el piso, donde también distingo ropa, encima de la mesa hay papeles y bolsas con cosas dentro.

Regresa a Mi (Mafia Marshall VII)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora