Cap. 4: La Gala (pt. 2)

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You're Not Sorry (Taylor's Version) – Taylor Swift.


– POV: Eleonor –

Termino de guardar mi traje para la presentación y las puntas de ballet. He decidido hacer la presentación final, o bueno, más bien debería decir que mi tía me convenció.

Estoy algo nerviosa por eso, pero a la vez, muy emocionada.

Bailar es lo que siempre me ha apasionado, así que presentarme frente a personas y más para el bien de mi estudio de danza, me hace muy feliz.

Sin embargo, antes de eso, tengo que pasar la tortura del día.

La bendita cena con el príncipe este de Grecia.

Tocan mi puerta.

– Pase –indico.

Rocío aparece detrás de la puerta.

– Su Alteza, ¿tiene todo listo? Para que así le lleven todo al auditorio.

No importa cuántas veces le diga que está bien que me llame Eleonor, me sigue llamando Su Alteza.

– Sí. Ahí está el vestido, y aquí en este bolso –se lo tiendo–, todo lo demás.

– Perfecto –sonríe–, lo llevaré con el chófer.

– Muchas gracias, Rocío.

Florence va pasando por el pasillo, pero al ver mi puerta abierta decide pasar a mi habitación.

– He escuchado que tu futuro esposo estará aquí en diez minutos –dice.

Ruedo los ojos haciendo que Rocío se ría.

Florence agrega:

– Que conste que no lo digo yo, lo dicen tus papás.

– ¿Amaneciste chistosa hoy? –pregunto.

Rocío deja la habitación haciendo una reverencia.

– Tienes que disimular tu cara de asco con el griego –indica Florence. Frunzo el ceño–. Vamos, Eli, finge que soy él y sonríe.

Trato de fingir una sonrisa, pero siento como si me jalaran las mejillas.

Florence empieza a reírse.

– Inténtalo de nuevo.

Vuelvo a fingir lo más que puedo, y por la reacción de Florence parece que fracaso.

Ella toma mis mejillas para intentar hacer que "las afloje y la sonrisa parezca natural".

Noto que mi tía Giselle está apoyada de la puerta de mi habitación viéndonos con cara de confusión. Quito las manos de Florence de mis mejillas.

– ¿Qué sucede? –pregunto.

– Eso quería preguntar yo, pero debido a los hechos, mejor no me respondan y yo sigo mi camino –dice mientras abandona el pasillo.

Florence y yo nos reímos.

– Mira, creo que el mejor consejo que te puedo dar es que, si no vas a reír genuinamente, mejor no le sonrías –dice provocando que me ría de vuelta.

– Gracias por nada –bromeo.

– No es mi culpa que seas tan mala actriz –bromea esta vez ella.

Finalmente noto como está vestida.

Gran Premio Real - Charles LeclercWhere stories live. Discover now