1

354 25 0
                                    

Antony y Lisandro se habían conocido por primera vez durante su estadía en Ajax, siendo el segundo nombrado quien habría llegado primero al equipo.

Inmediatamente congeniaron.

Siempre tenían algo de que hablar, en las prácticas entrenaban juntos, en el entretiempo de cada partido se iban abrazados al vestuario y en este mismo estaban pegados el uno con el otro. Todo el tiempo.

Cualquiera habría pensado que eran simplemente muy buenos amigos, que las grandes personalidades de ambos crearon una conexión y que una amistad increíble nacía.

Pero no.

Bueno para Lisandro no.

Lisandro estaba profundamente enamorado de Antony. Prestaba suma atención a lo que el susodicho le decía, incluso a la más mínima pavada. Lo aconsejaba cada vez que a Antony le iba mal en algo, le confiaba absolutamente todo, y no podía estar sin pensar un solo segundo en el.

Lo que cada vez le complicaba más las cosas, principalmente cuando Antony aparecía con una nueva chica cada semana.

Lisandro sufría en secreto, imaginaba que cada mujer con la que Antony estaba era el, obviando el hecho de que era hombre.
Y más doloroso era cuando Antony le contaba hasta el detalle más pequeño de lo que hacía con aquellas minitas, como las llamaba su amigo.

Lisandro terminaba llorando.

Y se sentía un estupido, porque vamos, llorar porque tú mejor amigo tiene sexo casual? o peor, llorar porque tu mejor amigo nunca te vería de otra manera por la razón de que no era gay? o que si lo fuera tampoco sería de su tipo?

O llorar porque era la primera vez que sentía esas cosquillas en la panza de las que tanto había escuchado. O porque se sentía ridículo porque con 24 años actuaba como un pibe de 15 respecto a sus sentimientos.

Lisandro lloraba por todo eso y más.

Y Antony no lo sabía. No sabía que después de todos los detalles de sus aventuras contados a su amigo este terminaba acurrucado en su cama y se dormía llorando.

Ni siquiera se lo hubiera imaginado.

Como ahora.

Ambos instalados en el departamento de Antony, este echado en el sillón mientras Lisandro buscaba algo para comer, tratando de distraer la presión que sentía en su pecho escuchando la tremenda cogida sobre la que Antony le contaba. Mordiendo sus labios fuertemente, hábito que había tomado lugar desde lo que sentía por el rubio. Razón por la que siempre tenía los labios rotos.

- Y no paraba de gritar, eu juro que parecía que la estaba matando - rió recostado con los brazos bajo su cabeza.

Lisandro río secamente.

- Contame más amigo - te juro que me re interesa como te cogiste una mina, otra más. Pensó.

Antony levanto la cabeza, había reconocido el tono seco de su amigo, lo conocía como la palma de su mano.

Se levantó lentamente y caminó hacia el rubio contrario, rodeando la barra que separaba la cocina del living, en donde Licha "seguía" buscando algo para comer, algo que no había ni existía.

- Por que você está assim? - rodeó la cintura de su amigo por atrás y apoyo su cabeza entre la unión del hombro y cuello de Lisandro.

Lisandro aguantó la respiración. Sabía que su amigo era así, muy cariñoso. La forma de mostrar cariño de Antony era esa, el contacto físico. Y Licha no era lo suficientemente fuerte como para aguantar.

- Así como? - se hizo el boludo.

- Raro - Habló mientras respiraba el rico aroma de su amigo. Que prazer de perfume, pensó para si mismo.

- Que decís tarado, cualquier cosa. Toy joya yo.

Antony hizo presión sobre la cintura del rubio girándolo en su dirección. Era mucha la cercanía de ambos. Si alguien entraba en ese momento seguramente pensaría otra cosa y no que era una charla entre amigos.

- Yo no soy um tarado, decime que te pasa.

Lisandro mordió su labio, siempre le debilitaba que el brasileño mezclara los dos idiomas.

Acción que no pasó desapercibida por Antony.

- Nada Tony, estoy nervioso por el partido del viernes. Siento que mi rendimiento no es el mejor y me la agarro con vos, perdóname - Bajo la cabeza avergonzado. Actuación digna de un Oscar porque Antony se la comió entera (a la actuación).

Antony sonrío con diversión, dejando a la vista esa brillante sonrisa que lo caracterizaba, aún con sus manos sobre la cintura del más bajo.

- Bobo por que você no me dijo, hubiéramos ido a ese barcito que te hable, buscábamos dos minitas para os dois así te relajas, você está muito estressado.

Otra vez esa presión en el pecho. Este pibe lo único que hacía era pensar con la pija.

- Déjate de joder queres, y llama algún delivery que lo único que tenes acá para comer es una porción de pizza con hongos hijo de puta.

Antony soltó una carcajada.
- Este es meu amigo, meu Licha.


Pequeña aclaración !!

En esta historia licha tiene 24 años y tony 23, y también licha es más bajito de altura que antony.
Aclaró porque se nombra mucho la estatura de ambos.

Por último, la historia sucede mientras están en Ajax pero ambos caracterizados como están actualmente, es decir, ambos se ven físicamente como ahora en el Manchester United (espero que se entienda).

Bueno eso, besitos y cuídense <33

Labios rotos - Lisandro x AntonyWhere stories live. Discover now