DESDE LAS ESTRELLAS

687 65 2
                                    

Hogwarts, 3:00 AM, noche buena.

La brillante y blanca nieve cubría los jardines y techos de Hogwarts, la víspera de navidad estaba presente y con ella, el sentimiento nostálgico y vacío de siempre en el corazón de Harry, solo que, un poco más fuerte que en meses anteriores.
El cielo estaba gris, anunciando una de las nevadas más fuertes que se habían visto, la mayoría del alumnado se encontraba en su casa, junto a su familia, preparando una cena navideña, esperando la época más pacífica del año, pero siempre hay excepciones.
Los Dursley le negaron a su sobrino el permiso de pasar la navidad con ellos ese año, en realidad Harry no estaba esperando un "si" así que realmente no se sorprendió.
Ron y Hermione se quedaron en Hogwarts ese año, al igual que Draco y Anabelle.

Esa madrugada, cómo muchas otras veces, Harry se despertó de un sueño algo extraño, no estaba alterado, no fue una pesadilla, pero se despertó y ya no pudo seguir durmiendo. A un lado de el reposaba el que en algún tiempo fue su mejor amigo, estaba sumido en un sueño profundo, sin notar nada a su alrededor. El frío era tan fuerte que penetraba más allá de los huesos, penetraba el alma y el corazón, no solo se habla del frío climático.

Harry abrió los ojos, su vista se posó en el techo poco visible del dormitorio. Por su mente no pasaba ningún pensamiento, solo poco a poco se iban borrando los recuerdos del extraño sueño que acababa de tener. Durante nos minutos Harry estuvo en un trance, viendo a la nada, sin pensar en nada, sin sentir nada, trance parecido al que sintió días después del funeral del único dueño que tuvo su corazón.

El movimiento de Ron acomodándose en la cama hizo que el chico saliera de su pequeño viaje astral, devolviéndolo a cruda y fría realidad. No hizo ningún esfuerzo en dormirse, sabía que no iba a lograrlo, siempre era igual, despertaba en la madrugada y no podía seguir durmiendo, el sentimiento de nostalgia no lo dejaba continuar su descanso, no lo dejaba morir por algunas horas.

El chico se levantó de su cama con pesadez, la misma pesadez que cargaba con el minuto a minuto desde aquel día en que perdió lo más importante que había tenido en su vida, desde ese día en que se fue aquel sol que llegó a iluminar sus días, desde entonces, su corazón permanece igual que el clima, frío, nublado, oscuro, sin luz. Harry caminó sin rumbo durante un rato al rededor de la sala común, poco después salió y recorrió los pasillos. El castillo tenía una vibra extraña al estar tan adornado y tan vacío, en la penumbra de la noche, a la luz de solo algunas velas y algunas fogatas en chimeneas para dar un poco de calor a aquel gran castillo de magia y hechicería.
Su recorrido continuo en el gran comedor, dónde al entrar notó la silueta de alguien junto al árbol navideño, pensó en irse sin decir nada pero una parte de el no quería estar solo. Poco a poco se asercó a esa silueta, con forme avanzaba pudo notar que quien estaba ahí era Violette.

- hola Harry - dijo la chica sin voltear a verlo - ¿Tampoco puedes dormir?

Harry se sentó a su lado.

- no... Tampoco puedo dormir.

La chica se giró a verlo.

- Cedric... Era más que mi hermano, era mi mejor amigo

No hubo una respuesta por parte del pelinegro. ¿Que podía decir ante eso?

- Papá siempre tuvo una preferencia hacia el por ser un chico, siempre lo vio como una esperanza para la familia, cómo... Su heredero, yo simplemente fui como un cero a la izquierda y creía que el día que Cedric desapareciera eso terminaría... Al menos eso creía cuando era menor

- ¿Creías?

- si, cuando empecé mi segundo año en el colegio en que estaba fue cuando mi relación con mi hermano mejoró, es irónico ya que estábamos en colegios diferentes y, técnicamente mi colegio era un internado sin derecho a vacaciones... Pero creo que alejarme un poco de la familia me ayudó a aclarar mi mente y bueno, ya sabes, reflexionar y entender mucho

Tu recuerdoOnde histórias criam vida. Descubra agora