Pequeña fuga

342 65 34
                                    

Tanto Messi como Ochoa pasaron toda la mañana juntos, hicieron ejercicio y practicaron en el jardín de la casa.

Ochoa actuaba nervioso, sospechosamente nervioso.

A eso de las cuatro de la tarde le dijo a Messi que le tenía una pequeña sorpresa, había alquilado una casa en una zona vacacional cercana que para la suerte de ambos era privada.
Messi estaba desconcertado ¿No habían acordado mantenerse en secreto? Ahora el venía y proponía ir  de "vacaciones" (si es que así se le puede llamar) juntos.

—¿Estas seguro?—

—Te prometo que no tendrás problemas, vamos juntos... ¿Bebé?—

—Puaj— Messi escupió el poco de agua que tenía en la boca, el inusual apodo lo tomo por sorpresa. —¿B..bebe...?—

—¿Prefieres amorcito?—la sonrisa coqueta de Ochoa termino convenciendolo.

Messi empaco una pequeña mochila solo con las cosas más importantes que fuera a necesitar.
Ochoa esperaba pacientemente en el auto que había mandado a alquilar con anticipación.
Ambos usaron gorras y mascarillas, de esa forma sería mucho más difícil reconocerlos. O eso era lo que ellos creían.

Ochoa estaba tan emocionado, llevaría a Messi a un buen restaurante y luego a la hermosa casa para pasar el resto de tiempo juntos al aire libre, luego mientras cenan a la luz de las velas le propondrá salir juntos de forma oficial, sería la velada perfecta para el momento perfecto.

—¿Quieres que yo maneje?— preguntó Messi, husmeando en el GPS el destino.

—Es una sorpresa, yo lo haré.— dijo Ochoa muy confiado.

—¿Estas seguro?— volvió a preguntar Messi antes de entrar al vehículo.

—Segurisimo bebé.—

Messi suspiro, esa sonrisa coqueta era atractiva pero a la vez muy molesta.

Ambos subieron al auto y se pusieron en marcha, parecía que Ochoa estaba muy seguro de si mismo así que a Messi no le quedó de otra más que confiar ciegamente en el.

El tiempo pasaba lento en el auto, la vista de la carretera era inusualmente desolado. Messi algo tímido comenzó a dudar en si podía tomar la mano libre de Ochoa, no quería molestarlo cuando se veía tan concentrado en el camino.
Como si leyera su mente Ochoa extendió la mano y sujeto con fuerza la mano de Messi, le dedicó una dulce sonrisa antes de volver a fijar su atención ena carretera.

—Que nostalgia...— susurro Messi.

—¿Nostalgia por que?— pregunto Ochoa.

—No lo se exactamente, pero siento como si ya hubiera viajado en auto contigo.— Messi se acomodó en el asiento sin soltar la mano de Ochoa. —¿No crees que estoy loco?—

—Para nada — las ocurrencias de Messi eran graciosas para Ochoa —Quiza fuimos amantes en nuestra vida anterior.— jalo la mano de Messi y dejó varios besos en la palma de esta.

—Aveces creo que es así.— ríe suavemente Messi.

Todo era coqueteo y pequeñas risas hasta que el auto comenzó a ir más lento,  Ochoa se quejó por que no se había percatado de la falta de gasolina y apenas iban a la mitad de la carretera. Pronto el auto se detuvo y ambos quedaron a la mitad de la nada con la noche por entrar.

—¡Mierda!— Ochoa se quejó, bajo para llamar un taxi o algún tipo de transporte pero su celular no tenía la batería suficiente y para el colmo el celular de Messi no tenía señal. —¡Carajo!—

—Podemos caminar.— Messi bajo del auto. Puso sus manos sobre su cintura y comenzó a analizar la situación.

Messi observó los alrededores en todas direcciones, camino al rededor del auto hasta que al fin se detuvo al lado de ochoa. En efecto, Messi tampoco tenía ni idea de dónde estaban o cuan lejos estaban de la cuidad más cercana. Eran dos alfas en medio de la nada pensando que hacer.

COMO SI FUERA UN SUEÑO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora