Capítulo ¹²

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A punto de que Spinel siguiera a Azurita, una voz tan reconocida se hace presente llamando la total atención de la gema magenta. Voltea rápidamente hacia atrás boquiabierta.

La fusión no parecía contenta de aquella voz; posiblemente se arruinen sus planes.

—¡Spinel!

—¡¿Steven?!

—¡Spinel, finalmente te encuentro! Te estuve buscando.

—Steven, creí que no me buscarías.

—¿Por lo de ayer?

—Mmmm, sí...

—Será mejor olvidarlo.

—¿Cómo olvidarlo? Me dijis-..

—¡Azurita! ¡¿Tú aquí?! —Steven interrumpe gritándole a la fusión.

—¿Qué ocurre, Steven? —ladea fingiendo confusión.

—¡Ya no finjas ser una fusión inofensiva! ¡Ustedes son Aguamarina y Ojito! —señala.

—¿De qué hablas, Steven? —Spinel mira confundida.

—Cariño, este chico creo que está alucinando —ríe.

—En absoluto. Yo sé que ustedes traman algo y por eso me hacen todas esas bromas.

—¡¿Eh?! ¡Nosotras no hemos hecho nada! —su voz comenzaba a sonar temblorosa.

—Steven no le hables así a Azurita; la harás llorar —Spinel va hacia la gema para abrazarla.

—Spinel, no —hace una mueca de desagrado tras el acto de la gema magenta—, no creas en los chantajes de Azurita —toma la mano de Spinal—. Vámonos de aquí, tengo que hablar contigo.

Ella se zafa de la mano del chico. —N-no.

—¿Qué?

—D-digo, yo no puedo ir contigo.

—¿Por qué no?

—B-bueno... —baja la mirada insegura—. Azurita tiene que venir también. Yo no sé por qué no te agrada si ella no te ha hecho nada; posiblemente todas esas bromas hayas sido de Amatista u otra gema o niño travieso.

—No, Spinel. Amatista hace otra clase de bromas, las gemas que residen en Ciudad Playa se mantienen muy ocupadas como para acordarse de mí, y los niños no frecuentan en el templo —se encoge de hombros.

—Tú no lo sabes, Steven.

—¿Que no lo sé? ¿Dices que no lo sé?

—Así es —entrecierra los ojos—. Me dijiste lo mismo, yo no sé nada de lo que ocurrió antes de que llegara; entonces tú tampoco sabes si Azurita realmente fue u otra gema.

—¿Acaso no lo ves? Otra vez la defiendes, solo la defiendes sin analizar el caso.

—Porque estuvo sola, la abandonaron; no sé cuántas veces te lo aclaré.

Palmea su mejilla. —Spinel, por favor. Tienes que venir conmigo, tenemos que hablar a solas —su expresión comenzaba a denotar preocupación.

—No, Steven: o viene Azurita con nosotros o no iré a ninguna parte contigo —toma la mano de la fusión.

—¿Esto es en serio? —arquea la ceja—. ¿Piensas no venir conmigo solo porque no permito que nos acompañe Azurita?

—Estás en lo cierto, Steven.

—¡¿Prefieres a Azurita que a mí?! —se exalta.

—Y-yo —mira a la gema, quien inmediatamente pone una faceta afligida—... s-sí...

《 𝙑𝙤𝙡𝙫𝙚𝙧𝙚 𝙖 𝙖𝙢𝙖𝙧 》||𝕾𝖙𝖊𝖛𝖊𝖓 𝖝 𝕾𝖕𝖎𝖓𝖊𝖑||Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ