Capítulo 11: Buena Noche de Sueño

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Siento los rayos del sol golpeando mi rostro, calentando mi piel y despertándome de un profundo sueño. Abro los ojos perezosamente, frente a la vista de Cheongdam-dong de Gangnam por la mañana. Suspiró débilmente, cerrando los ojos nuevamente por unos segundos para seguidamente volverlos a abrir.

La habitación en la que me encontraba era enorme, las ventanas hasta el techo dan a los rascacielos brillantemente iluminados de Cheongdam. A JiMin parece gustarle los ventanales grandes a juzgar por el lugar donde trabajaba y su casa.

La habitación tenia paredes grises y blancas, con muebles de color azul oscuro, la cama en la que estaba acostado era enorme y ultra moderna, hecha de madera.

Me giro hacia el otro lado, concediéndome la vista de JiMin, quien aún se encontraba dormido bajo los rayos del sol. Su rostro estaba relajado y sonrojado, sus pestañas parpadeaban de vez en cuando y su tranquila respiración golpeaba mi cara.

No puedo evitar observar sus gruesos labios, de aspecto tan suave y exquisito como de cerezas maduras. Sus belfos se encontraban medio abiertos, dejando escapar un suave suspiro.

Verlo dormir de la forma en la que estaba solo me hacía pensar en que su apariencia era de hecho, la de un ángel, o mejoró de un querubín, tan hermoso, angelical, suave... Él a pesar de ser un hombre dominante, tenía la apariencia de un joven inocente y dulce, y yo realmente quería pasarme todo el día observándolo.

Era como estar en un museo de arte y sentarse frente a un tablero lleno de algo diferente que te hace pensar y analizar... JiMin era la imagen llena de secretos escondidos en tonalidades de los diferentes colores azul que poseían sus ojos. Se sentía como si estuviera sentado en un taburete en donde tenía que conservarlo con la mayor atención, en donde podía pasarme minutos y horas completas, tratando de resolver un acertijo al cual jamás encontraría una respuesta lo suficientemente convincente que me diera la explicación de cuál era el propósito de dicha obra de arte.

Por alguna razón, sabía que quizás ni siquiera resolvería el misterio ni con toda la paciencia y perseverancia del mundo.

Decido levantarme despacio, con cuidado para evitar despertarlo del buen sueño que parecía tener. Hago una mueca al caminar, sintiendo lo adolorido que me sentía de la espalda baja, de mis glúteos, culo, muslos y piernas... Es decir, casi en su mayoría la parte inferior de mi cuerpo.

Camino más despacio, de puntillas por el suelo, hasta que me encuentro con una camisa negra tirada descuidadamente en el sofá de cuero azul marino en la esquina de la habitación, la cual decido tomar y ponerla para cubrir la parte superior de mi cuerpo, sonrío un poco al sentir que me quedaba un poco ajustada de los bíceps y el área del pecho, pero el largo era lo suficientemente funcional, puesto que cubría mis partes nobles. 

Con leve sorpresa, veo el estampado de la banda Nirvana, ya que no me esperaba que le gustase ese tipo de música, él tenía más aura de pop y electrónica.

Abro una de las puertas que había dentro de la habitación con la intención de ir al baño, pero terminó estrado a un espacioso armario que podría ser más grande que mi habitación y la de Tae juntas.

Observo las filas y filas de trajes, la mayoría de diversas tonalidades de azul y algunos colores claros, incluso algunos rosados y morados. JiMin no parecía tener una sola gota de masculinidad tóxica, ya que parecía tener preferencia hacia los colores pasteles en su vestuario. Había muchas camisas de vestir, estanterías repletas de zapatillas elegantes, botas tipo chelsea de plataforma media y montones de corbatas caras.

Era muchísima ropa, ¿Realmente llegaba a usar todo eso? ¿Cómo alguien puede necesitar tanta ropa?

Inevitablemente pienso en TaeHyung, ya que a él le encantaría mucho estar ahí mismo, en medio de todo lo que parecía ser un sueño para los amantes de la moda.

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