Bar Verde - [Dekubaku][FINALIZADA]

17

Katsuki había dejado el tema de ayudar a Izuku a rescatar a Eri, para suerte del peliverde, su novio no volvió a mencionar el tema desde aquella noche. Sus vacaciones volvieron a la normalidad pero con el detalle de que los guardias de Izuku a veces traen información sobre Kai y Eri.

Kacchan fingía que no tenía interés en saber, pero en realidad su sentido del oído se agudiza cuando un guardia entra a su habitación del hotel a decir algo importante. Al cenzio le parecía injusto y justo que Izuku no quiera que le ayude, entendía el porque, y Katsuki lo había pensado bien.

No sabía pelear, solo sabía defenderse, no sabía cómo utilizar un arma, no sabía huir, ni sabía cómo socializar con personas. Siempre se pone de manera grosera y brusca, no se culpa, es la personalidad que heredó de su familia. Pero tenía muchos puntos encontra, e Izuku solo quería protegerlo.

Kacchan al final acepto su destino, pero eso no evito que ayudar a conseguir información, o susurrarle a su novio consejos en el oído, sino podía pelear al lado de Izuku, entonces sería algo más importante que eso, sería la cabeza de la ecuación.

Izuku le hacía caso en todo lo que hacía o pedía, eso era una ventaja para convencerlo de hacer lo correcto y no andar luchando por impulso, sus vacaciones de repente se volvieron como una película. Dónde Katsuki fingía ser el amante del jefe, pero en realidad, era una pieza importante en toda la misión.

Una tarde de películas, dónde Izuku estaba sentado en la cama abrazando la cintura de su novio mientras esté monta una sus piernas en el regazo de su novio quien paso su mano de la cintura al trasero de su novio. Los dos concentrados en la película de suspenso hasta que alguien tocó la puerta.

El pecoso suspiró poniendo en pausa la película — Pase — Dijo y un tres guardias entraron quedándose parados observando al pareja abrazada —¿Tienen información?

—Si, señor. Sabemos por un contacto que Chisaki Kai estará está noche en una gala de un adinerado... Comúnmente usa a niña para robar joyas.

—Una buena distracción, usar a un infante de la cuál puede provocar culpa en los adultos — Susurró Katsuki bajito a su novio —¿Pero cuál es el objetivo de Kai realmente?¿Joyas...?¿O...?

—¿Algo más que quieran decirme? — Preguntó Izuku, los hombres negaron —Bien, entonces retirense me darán los detalles después.

—Si, jefe.

Cuando los guardias se retiraron, Izuku apego más a su pareja a su cuerpo —¿Que quieres decir con eso? — Katsuki se encogió de hombros.

— Apuesto a qué ibas a ir a esa gala sin saber  nada de Kai, o de lo quiere... ¿No es así? — Izuku ladeó si cabeza indeciso, no sabía si decir si o no.

— Tal vez...

— Tonto, solo piensa ¿Que haría Chisaki en una fiesta de ricos usando a una niña para robar joyas que puede tener al instante?

— Una distracción — Contestó Izuku enseguida haciendo sonreír a su novio — No lo había pensado ¿Pero para que necesita una distracción?

— Quizás hay alguien en esa fiesta con quién quieres hacer un trato y no puede, usa a Eri como distracción para los guardias y el resto de personas intentando perseguir a un "ladrón" para que él pueda entrar al lugar que se le es prohibido... ¿No crees, nerd?

— Joder — Sonrió Izuku besando con intensidad a su novio — Te amo tanto.

— Eso ya lo sé, tonto nerd — Indicó Kacchan pechizcando la nariz de su novio.

La gala sería esa noche, Katsuki sabía que Izuku iría solo. Lo confirmó cunado se había quedado dormido e Izuku se acercó para darle un beso en su cabeza, pudo olor el embriagante colonia de hombre de su novio. Eso fue lo que hizo despertarse, pero el peliverde ya se había ido.

El cenizo buscó en los cajones del hotel las armas, no fue sopresa no encontrarlas ahí, Katsuki debía quedarse quieto y solo pero la preocupación de cómo estará Izuku siempre lo inunda. El pecoso es muy impulsivo y siempre se deja lastimar, Katsuki estaba harto de verlo con heridas profundas en su cuerpo, estaba harto de verlo postrado en una cama inmóvil, es como si Izuku no cuidara de si mismo.

Y cada vez que se hace daño, Kacchan sufre internamente, no le gusta ver a su novio mal. Así que, quería ayudar de alguna manera y no quedarse como damisela en peligro esperando por su amado.

Katsuki decidió levantarse y ponerse una ropa lujosa, un esmoquín totalmente blanco, escuchó que la fiesta un requisito era llevar una máscara. Al parecer era una fiesta de disfraces a algo así, agarró a uno de los guardias que custodia su puerta y los obligó a llevarlo a la fiesta donde estaba su novio.

Los pobre guardias no podía contra la orden de su otro jefe, no les tocó de otra que hacerle caso.

Cuando Katsuki entró a la fiesta solamente mostrando el collar de Izuku lo dejaron pasar enseguida incluso se inclinaron ante él, cosa que le pareció extraño al el cenzio. Bueno, quizás su novio era demasiado poderoso, más de lo que pensaba. Había muchas personas de gustos refinados, todas con máscaras algunos pasaban sus curioso ojos sobre Katsuki.

Pero el rubio solo estaba buscando una cabellera peliverde, no la encontraba y eso lo frustra de alguna manera, el salón estaba en penumbra, con la luz de la ciudad ilumando lo poco que queda de oscuridad, había una música suave clásica y un candelabro de cristal en el centro de todo.

No debía sorprenderse de ver casi una orgía frente a él, simplemente parpadeó y desvío su mirada apenado. Decidió ir por un poco de champán, se sentía incómodo en aquel lugar.

Izuku debía estar acostumbrado, demasiado, y más cuando una mujer se le pegó a Katsuki el cenizo tuvo que decirle cinco veces que era gay para que lo dejara en paz, puesto que la chica no creía.

—¡Maldita sea, te estoy diciendo que soy gay!¡Me gusta que me metan una polla!¡Me gusta chupar una polla!¡¿Okey!?¡Ya déjame en paz de una maldita vez! — Gritó totalmente furioso a la chica que hizo una mueca y se fue dando pistones, Kacchan respiro en paz y con la cara totalmente roja luego de decir aquello.

Cuando de repente alguien lo jalo de la muñeca y lo arrastró a otra parte, Katsuki vio al tipo que se los estaba llevando y estuvo apunto de patearle las bolas sino fuera porque reconoció aquella cabellera bicolor.

—¿¡Shoto!?

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