El Síndrome De Highlander

13

Narra Guillermo.
Al escuchar el timbre sonar me emocione por que eso significaba que hector estaba aquí.
Una ya vestida de forma hermosa Jessica bajo la escalera y abrió la puerta.
Maya: ya vino tu novio.
Ella apareció detrás mío nuevamente
Y yo me asusté.
Guillermo: no es mi novio.
Jessica: Guille sal de la esquina saluda a tu amigo.
Guillermo: si m-ma-mi.
Dije avergonzado por que era la primera ves que le decía mami a Jessica frente a Hector.
Hector: como esta mi enano favorito.
Guillermo: ¡Hector!
Abraze fuertemente a Hector y el me cargó para llenarme de caricias.
Jessica: que bonito...te deje la lista con la rutina de Guille en la mesa y tienes mi permiso para castigarlo si de porta mal.
Hector: ¿este pequeño? ¿Portarse mal? ¡pero si eres la cosa mas tierna del mundo! Si lo eres.
El comenzo a hablarme como bebé y yo me sonroje a más no poder.
No estaba acostumbrado a que su amigo lo tratara como un bebé.
Jessica: si debemos irnos.
Maya: esa es mi señal,yo conduzco.
Dijo con una sonrisa mientras aparecía con las llaves en la mano.
Jessica: genial...¡Kiseki ya baja!
Derrepente como si el mundo se detuviera mi hija bajo usando un hermoso vestido azul rey de cuello alto y falda ancha que la hacia lucir como el pequeño ángel que sabia que era.
Guillermo: luces preciososa Kiseki.
Kiseki: gracias Guille y tu te ves muy bien en los brazos de tu AMIGO.
Lo último lo resalto mientras miraba fijamente a Jessica que lanzó un suspiro al aire.
Jessica:bueno debemos irnos. Adios mi niño adorado pórtate bien tu sabes que debes ser un buen bebé mientras mami no esta.
Guillermo: si mami.
Kiseki: luego me cuentas como te fue Guille.
Guillermo: si hermana mayor.
Maya: adiós pequeño disfrutaré la velada con tu familia por ti.
Ella me tiro un guiño y mientras yo la miraba de mala forma me despedí y las vi alejarse a las tres.
Hector: adiós diviértanse mucho.
Apenas Hector cerro la puerta y observe como el auto se alejaba me baje de los brazos de mi amigo de un salto.
Guillermo: te pasaste.
Hector: lo lamento solo no quería que pensara que te hiba a tratar como un adulto.
Guillermo: lo se ¿que quieres hacer?
Hector: ¿quieres salir o nos quedamos en casa?
Guillermo: depende ¿tu quieres ser bebé o adulto?
Hector: hoy debo ser un niño grande para cuidarte.
Guillermo: entonces salgamos un rato.
Hector: okey pero primero tienes que cambiarte hace algo de frío para un Body.
Guillermo: esta bien.
Extendi mis brazos para ser cargado pero rápidamente me averonze por pedir algo tan infantil ¡hoy era ser un adulto!
Hector: no debes avergonzarte Guille aún eres un bebé.
El me acaricio la cabeza y yo negué una y otra vez.
Guillermo: no, yo soy grande puedo sólito.
Comenze a caminar para subir a mi cuarto pero enfrentaba mi primer problema. Las enormes escaleras de la casa.
Hector: ¿por que tienes tantas escaleras? Me canso de solo verlas.
Dijo mientras comenzaba a subirlas lentamente para hacerme algo de compañía ya que estaba usando toda mi fuerza en subir la escalera
Guillermo: así siempre fue la casa. El padre de Jessica nos la regalo luego de que me case con ella.
Hector: se nota que tu suegro te odia.
Descance a mitad de camino esto era muy difícil.
Guillermo: no digas eso. Solo por que literalmente me lo dijo en la cara no significa que sea verdad.
Hector: amigo claro que es verdad.
Guillermo: siempre supuse que eran celos paternales y no otra cosa mi mamá también esta celosa de Jessica pero no la odia.
Reanude mi caminata mientras Hector se sentaba en el último escalón esperándome.
Hector: creo que hay una diferencia entre tu mamá y tu suegro muy grande. El te acepto en la familia por dinero y realmente no sabia que tu eras enano aun puedo recordar su rostro al ver que solamente le llegabas a la rodilla.
El se reia mientras recordaba como la familia Deangelo vino a mi casa por primera vez y me vio a mi y a mi pequeño cuerpo. Fue hasta humillante que ellos me vieran poner libros en mi silla para poder llegar a la altura de todos los adultos en la mesa.
Finalmente termine de subir la escalera y me metí en mi habitación de bebé mientras buscaba ropa. Jessica había cerrado la puerta de su habitación para evitar justamente un cambio de ropa adulto.
Guillermo: ¿puedes ayudarme por favor?
Hector: eemm no se si debería ayudar a vestirte....eso no es...no digo que no quiera...pero no ¡si! Agh...
El se puso nervioso y sus mejillas ardieron.
Guillermo: me refería a si puedes alcanzarme la ropa de la repisa más alta. Jessica siempre la pone muy arriba.
Hector: okey comienzo a pensar en lo poco adaptada que esta tu familia con el asunto de tu discapacidad.
Comenzó a buscar algo de ropa y me alcanzo un par de jeans,una camiseta infantil de plaza sésamo y una sudadera de tigre
Guillermo: ¿y hasta hora te das cuenta? ¿Que parte de me tratan como bebé no te entiendes?
Hector: pero referido además de eso toda tu casa es totalmente inadaptada a ti. Todos los muebles son altos,no tienes los suficientes bancos para alcanzar las cosas y ¡hasta las manijas de las cosas están más arriba que la manija promedio!
Guillermo: da bastante igual de todas formas soy considerado un bebé . Soy dependiente de ellas aunque no quiera.
Hector: pero eso es tan injusto.
Dijo mientras desviaba la mirada para no ver como cambiaba.
Guillermo: lo se nada es justo cuando mides lo mismo que un niño de dos años.
Termine de colocarme mi pantalón y trate de abrigarme con la sudadera de tigre pero comenze a luchar por hacerlo.
Hector: espera hermano yo te ayudo.
Dijo mientras me ayudaba a poner correctamente mi abrigo y también colocaba correctamente mis zapatos que temían mal puesto su abrojos.
Hector: bueno pequeño tigre ya estamos listo para salir. Esta será una noche de chicos épica.
Tomo la pañalera que parecia una mochila comun junto al armario y me sacudió el cabello.
Me emocione hiba a salir como un adulto a la calle...bueno maso menos.
Recordado la ropa algo infantil que estaba usando.
Hector: tengo que tomar algo de la cocina tu baja la escalera.
Dijo mientras comenzaba a correr por la casa y escalera abajo.
Guillermo: es más fácil decirlo que hacerlo.
Suspire cansado y salí de mi cuarto, para caminar por el pasillo y llegar a la escalera. Quería bajarla y demostrar que era grande pero...¿desde esa altura? La escalera se veía peligrosa para alguien tan pequeño...ojalá estuviera otis o mi chupete conmigo apoyándome...
Diablos estaba pensado como bebé.
Reaccione y comenze a bajar la escalera pero al no tener con que sostenerme (al no llegar a la barandilla) luego de un par de escalones me asusté denuevo.
Guillermo: Hector...
Trate de llamarlo. Me sentía ridículo pero bajar una escalera se le estaba siendo una misión imposible.
Su hermana tenía razón era inútil y no era capaz de hacer la cosa mas simple.
Me hice bolita en la escalera tratando de no llorar pero fallando miserablemente.
Hector: ¿como vas con- ¿que pasa enano?
Escuche como corria por toda la escalera y luego sentí como me cargaba yo apoye mi cabeza en su cuello mientras finalmente comenzaba a llorar.
Hector: wow ¿estás bien? ¿Te asustaste por bajar la escalera solo?
Me pregunto y yo asenti con la cabeza.
Hector: lo lamento no debí dejarte. Vamos yo te bajo.
Comenzó a ir escalera abajo mientras Hector me daba palmadas en la espalda y me decía cosas lindas y que estaba bien sentir miedo.
Hector: ya estamos abajo. Ya es hora de irnos.
Guillermo: esta bien.
Fui bajado de los brazos de mi amigo y ambos salimos de la casa emocionados.
Hector: aun es una noche de chicos asique vamos a buscar algo para comer.
Dijo mientras jugeteaba con unas llaves.
Guillermo: ¿lo trajiste aquí?
Pregunte emocionado al reconocer las llaves.
Hector: claro que si ¿como podríamos irnos si no?...Vivimos demaciado lejos del otro.
Eso último lo susurro mientras hibamos a la puerta del Garage de la casa donde allí estaba el auto de Hector. Tenía el mismo desde que hibamos juntos a la escuela mis padres jamás me permitieron subirme a el.
Pero hoy sería al fin el día.
Hector: vamos súbete.
Abrí la puerta del lado del pasajero pero Hector me lo nego.
Hector: lo lamento enano pero eso no va a pasar.
Guillermo: ¿que? ¿Por que?
Hector: no quiero que me detengan por que un niño no va en su asiento.
Guillermo: ¿asiento? ¿Es encerio?
Pregunte mientras abria la puerta de la parte de atrás para ver un asiento para niños.
Hector: recuerda que tus documentos están en tu cuarto cerrado y ya sabemos de experiencias anteriores que nadie nos cree cuando decimos que tienes más de dos.
Suspire ante eso y me fui a sentar en el asiento para niños.
Ajuste los cinturones que pasaban por mi entrepierna y Hector se subió al auto para empezar a conducir.
Hector: ¿a donde quieres ir a comer?
Guillermo: no lo sé cualquier restaurante donde te permitan comer en un plato y no me den las cosas en biberón lo voy a aceptar.
Hector: genial conozco un restaurante a donde podemos ir.
Conducimos por la ciudad yo movía mis piernas emocionado por el viaje.
No podía creer lo mucho que extrañaba esto de salir de mi casa sin nadie que me tratara como un bebé.
Hector: ¿puedo poner música?
Guillermo: esta bien.
Luego de dar el visto bueno y cuando la música a inicio me quede helado.
Era...música normal.
Meses sin escuchar música normal, meses escuchado música de programas infantiles.
Nunca fui más feliz.
Tratando de no llorar por la felicidad
Unos minutos después Hector freno en un restaurante tan común y corriente que no daba más de la felicidad con sólo verlo.
Ambos bajamos del auto y entramos al restaurante.
Hector se decidió por una mesa al fondo y yo lo seguí.
Pero ya habíamos empezado a tener problemas.
Yo no llegaba como correspondia a la mesa.
Hector: bueno ese será un problema,disculpe señorita.
Hector llámo a una mesera adolescente que nos miró con una sonrisa.
Mesera: ¿que necesitan?
Hector: mi amigo no llega a la mesa ¿tienen algo que el pueda usar?
Mesera: claro enseguida lo solucionamos además les traeré el menú.
Guillermo: esto es genial salir solamente dos adultos en una noche de chicos.
Dije mientras mi mirada se fijaba en la mesera que volvía con algo en sus manos.
Mesera: aquí tienes campeón. Una silla alta.
Morí...simplemente mori ahí y ya no quise resucitar.
Hector: disculpe señorita pero mi amigo aquí tiene 35 pero por una enfermedad el se ve asi y no le gusta que lo traten como un niño ¿no hay otra cosa que el pueda usar?
La confusión en la cara de la joven no tenía precio.
Estaba viendo a Hector como si fuera un loco salido de un manicomio y luego vio mi rostro tratando de encontrar algún rasgó de vejez o simplemente que le mirara buscando ayuda de ese loco.
Mesera: que buena broma. Venga señor yo lo ayudo a sentarse.
La mesera me levanto en brazos y me sento en la silla.
Avergonzado no quise corregirla o decir algo solo vi como dejo los menús y se fue caminando mientras se reia de la "broma" de Hector
Hector: lo lamento Guillermo. No quise que esto pasara ¿quieres irte?
Guillermo: esta bien...fue mi culpa debo aprender a decir lo que siento. No puedo esperar que tu o mis padres hablen por mi y por mi situación como si yo no fuera capaz.
La chica nos dio a ambos un menú que eran totalmente diferentes.
El de Hector era uno serio en blanco y negro y el mio esta lleno de caritas felices y animales. Era el menú infantil.
Humillado me decidí por elegir uno de los platos del menú infantil y luego de unos minutos la mesera volvió a tomarnos el pedido y a traerme hojas con actividades y una caja de crayones.
Hector: oh vamos ¿encerio te trajeron actividades? Que envidia.
Guillermo: yo realmente no planeaba usarlos preferiría hablar contigo sobre mi hermana.
Hector: agh prefiero dibujar con crayones que hablar sobre tu desagradable hermana.
Guillermo: ¡hey! Es mi hermana.
Hector: la misma hermana que penso que yo era gay solo por que no me interese por ella.
Guillermo: pero si eres gay.
Hector: pero ella no lo lo sabia y cuando lo supo pensó que estaba contigo por que quería engatusarte para robarte dinero.
Me quede viendolo al escuchar eso último ¿su hermana había dicho eso?
Guillermo: wow ¿por que nunca me dijiste eso?
Hector: por que nunca me lo creerias y si me lo creerías te sentirías mal por no poder ayudar.
Guillermo: ¿que?
Hector: tu hermana es mala amigo pero nadie nos creerá si se lo decimos. Sabes que ella es la señorita perfecta cuando esta con los demás.
Guillermo: lo se...ya no veo la hora en la que se mude y todo vuelva a la normalidad.
Frustrado comenze a colorear la hoja con actividades que me dieron y al ver a Hector tan emocionado por la hoja le di una y le compartí de mis crayones.
Tal y como cuando eramos adolescentes...pero Hector era quien me compartia su estatura para llegar a los lugares altos de la escuela.
Sonreí al recordar los viejos tiempos que pasé con el...simplemente era maravilloso el volver a vernos.
Lo mire con una sonrisa al verlo tan concentrado en hacer laberinto de la hoja de actividades su amigo era guapo,inteligente y divertido era literalmente perfecto y cualquier chico seria afortunado de salir con el.
Luego de un rato de estar hablando y haciendo actividades nos trajeron la comida mientras la mesera me ataba un babero al cuello...
Odiaba ser tratado como niño.
Hector: ¿quieres que lo desate?
Guillermo: si por favor.
Me quitaron el babero y finalmente pude comer mi comida...la cual derrame en mi sudadera de tigre.
Trate de tomar una servilleta pero estaban muy lejos. Esto llamó la atención de Hector que uso una servilleta para limpiarme.
Hector: creo que será mejor que conserves el babero.
Dijo mientras me lo volvía a atar al cuello. Me sentí humillado que no pudiera nisiquiera comer sin derramarse comida encima era horrible.
Comí mi comida mientras embarraba todo el babero.
Cuando finalmente terminamos me limpie la boca con servilletas que mi amigo me ofreció y por fin pude desatarme el babero y salir de la silla alta.
Mesera: aquí esta su cuenta ¿la pagará usted con su dinero señor? Aqui no aceptamos dinero de jugete pero puede dejar su peluche y chupete como método de pago.
La mesera se reia de mi y yo simplemente respire profundamente...no era la primera y no sería la última.
Guillermo: sabe que señorita no debería ser tan grosera. Yo de verdad tengo 35 años y me parece horrible de su parte que piense que es un chiste.
Mesera: ¿q-q-que? Lo lamento tanto señor pensé que era una broma ya que usted es...
Guillermo: ¿muy pequeño? Ese es mi problema no el suyo. Pero si el joven de alli paga que para su información es menor que yo.
Eso fue lo que pensé...
Mientras tanto en la vida real estaba muerto de la vergüenza apunto de llorar.
Hector: Muchas gracias señorita. Nos retiramos.
Mesera: Gracias por venir vuelvan pronto.
Ambos salimos del restaurante y caminamos hacia el auto.
Abrí la puerta de atrás y ahí vi la silla pata niños la cual estaba obligado a usar.
Guillermo: No puedo...
Hector: Esta bien te ayudare a subir.
El trato de cargame pero me alejé.
Guillermo: no, no puedo más con esto de ser un bebé.
Salí corriendo  de Hector y de todos ¿por que no era capaz de ser normal?
De mis ojos comenzaron a salir lágrimas.
¿Por que todos debían verlo como un bebé?
¿Por que debía ser un cobarde incapaz de hablar por su propia cuenta?
Yo no llegue a cruzar la calle sin que Hector me tomara fuerte del brazo.
Hector: ¡Guillermo! ¿Que haces? No ves que es peligroso para ti cruzar la calle solo.
Me regaño y yo me solte de su agarre de forma brusca.
Guillermo: ESTOY CANSADO ¿OKEY?, YA NO QUIERO QUE LA GENTE ME DIGA LO QUE PUEDO O NO PUEDO HACER. Todos piensan que por parecer un niño deben tratarme como uno ¡COMO SI YO NO FUERA INTELIGENTE! Entiendo que quieran cuidarme pero yo...simplemente no quiero ser tratado como niño.
Al final libere un par de lagrimas mientras quisiera buscar algún tipo de consuelo pero reaccione ante tal pensamiento y solo me hice una bolita en el suelo.
Hector: wow enano. Esta bien no fue mi intención tratarte como un niño. Yo solo quería que la pasemos bien. Desde que nos vimos en el parque se nota que tu estas pasando por mucha mierda y pensé que era bueno ayudarte.
Guillermo: Si lo fue, tu eres muy amable pero...ya no puedo más. Quiero dejar de ser un niño.
Hector: okey serás un adulto.
El me sonrió y yo me sorprendi.
Guillermo: ¿que? ¿encerio?
Hector: pues...si vamos a tu casa a dormir por la mañana hablaremos con tu familia. Yo te ayudare.
Le di un abrazo mientras ocultaba un comienzo de lagrimas...
El hiba a volver a ser un niño gra- ¡un adulto!
Fin de esta parte.