Capítulo 1

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A pesar de su naturaleza alfa, Min Yoongi siempre había esperado por su destinado, anhelando encontrarle y pasar el resto de su vida a su lado.

Ni siquiera le había idealizado como hombre o mujer, él solo quería vivir lo que desde su infancia había escuchado y leído sobre las parejas destinadas, aquel fuerte y hermoso amor que le acompañaría hasta el final de sus días.

Algo que a sus padres no podría importarles menos.

Fue al cumplir 22 cuando le dieron la noticia, se casaría con la joven hija omega de uno de los más importantes socios de la empresa de su padre. Jamás la había conocido, ni siquiera visto, pero a pesar de sus súplicas y negaciones, cedió.

—¿Pareja destinada? —había preguntado incrédulo su padre.— Debes estar bromeando, no puedes creer semejante estupidez, ¿verdad? —pero Yoongi se había mantenido en silencio, apartando su mirada de la gélida e iracunda de su padre, dando su respuesta silenciosamente.

Su padre se había reído en su cara, mofándose de que (en sus palabras) las parejas destinadas no era más que una reverenda estupidez, una pérdida de tiempo y solo un cuento de niños. En cuanto el rubio más joven intentó defender sus ideales su padre no dudó en soltar una fuerte bofetada sobre su mejilla, volteando su rostro, dejándolo totalmente desconcertado.

Después le siguieron los golpes, dejándole tan malherido que no pudo levantarse del piso, hasta una hora después cuando su madre al fin se había atrevido a entrar a la habitación y ayudarlo.

Hablo con ella, intentó que su madre entendiera y lo ayudará, él de verdad anhelaba con todo el corazón estar con su destinado.

—Yo también fui obligada a casarme con tu padre —había confesado la mujer mientras le curaba las heridas de la espalda a su hijo. Min volteo a verla, él no lo sabía.— Mis padres buscaron al mejor, pretendiente para mi —continuó ella, sin atreverse a mirar a su hijo.— Nos conocíamos si, pero nunca habíamos sentido interés por el otro. Nos casamos y como mi madre nos había enseñado desde siempre, he sido una buena esposa y omega, siempre al pendiente de mi esposo, mi hijo y mi casa. Gracias a la Diosa Luna pudimos entendernos, llevarnos bien y nuestro matrimonio próspero.

En cuanto sintió que las manos de su madre se alejaron terminando de curarlo volteo su cuerpo para poder verla directamente, ella estaba guardando perfectamente todo lo que había usado para curarle en el botiquín. Con la mirada escondida, aún sin atreverse a darle la cara.

—¿Pero tú nunca...? —no supo si continuar su pregunta o no, pero la curiosidad pudo más con él.— ¿Tú nunca esperaste encontrar a tu destinado? Tal vez si hubieras esperado un poco más, tal vez lo habrías encontrado y las cosas serían...

—Yoongi, hijo —le detuvo la omega— no tenía decisión ni opción, me case con tu padre y doy gracias a la Luna por mi suerte, a pesar de no ser mi destinado, él ha sido un buen esposo, nunca nos ha faltado nada.

Sabía a lo que se refería su madre, había escuchado sin fin de historias sobre matrimonios arreglados en lo que el hombre era, un maldito, golpeando y maltratando a su esposa, sin preocuparse y procurar de ella o su familia, sobre sin fin de discusiones, peleas y agresiones que terminaban casi siempre en divorcios.

Tenía razón, había tenido suerte.

Pero para él, todas aquellas historias solo alimentaban más su anhelo por encontrar a su pareja destinada.

Intentó convencer a su padre, pero todas y cada una de las veces que lo intentó terminó tan mal como la primera vez. Así que, y debido a que vio la situación desfavorable de las empresas Min, acepto.

Los padres de ambos no pudieron estar más contentos con la decisión, por lo que los presentaron pocos días después.

La omega con la que se casaría era Lee Chaeryeong, hija única también, y quien era un par de años menor que él. No podía negar que era hermosa, con su cabello claro, sus grandes y gentiles ojos y su piel blanca.
Pero supo también desde el principio que no podría sentir nada romántico por ella.

Se casaron cuatro meses después, los padres de ambos esperaban e insistían por que la boda se llevará a cabo lo antes posible, pero Chaeryeong y su madre querían una gran boda, espectacular, ostentosa, que no pudiera ser pasada por alto, y que por su puesto fuera el evento del año.

En cuanto se casaron se mudaron juntos, en una gran casa que había sido el regalo de bodas de parte de los padres de ambos.

Tal como pensó desde un inicio, jamás pudo desarrollar ninguna clase de amor o sentimiento romántico por ella, eran tan diferentes. Al ser hija única había sido consentida en sobre manera, acostumbrada a toda clase de lujos, a que las cosas se hicieran como y cuando ella lo indicará, vanidosa y sin aceptar un no por respuesta a cada una de sus demandas.

Claro que lo intentó, pensó que si se esforzaba la Madre Luna lo "bendeciría" tal como a su madre.

Que equivocado estaba.

Al año de casados sus padres comenzaron a insistir ahora con hacer más grande a la recién formada familia. Con un cachorro, un heredero.

Fue así que nació su adorado y precioso cachorro. Min Jimin, un bebé alegre, con la piel tan blanca como la de sus padres, el cabello rubio de Min y los ojos de un hermoso color café como los de su madre.

Yoongi de verdad consideraba a su hijo como un regalo enviado por la misma Diosa Luna, una bendición, un consuelo para su difícil (matrimonio) situación.

Lo que no sabía era que aún faltaba un regalo más, aquello que siempre había añorado y esperado.

Fue cuando su pequeño Jimin tenía 8 años cuando lo conoció, cuando encontró al fin a su pareja destinada.

Había sido llamado directamente a una junta de padres de familia de la escuela de su hijo, ya que su madre rara vez se presentaba a tales llamados, más preocupada por ir al gimnasio, a spas y clínicas para realizarse múltiples tratamientos para (en propias palabra de ella) no volver a perder su belleza y desfigurar su cuerpo como había pasado con su embarazo.

Su destino estaba allí frente al grupo, vistiendo el colorido uniforme propio de los maestros de un jardín de infantes.

Jung Hoseok, el hermoso, amable y dedicado maestro de su pequeño Jimin.

Tal como había soñado, en cuanto las miradas de ambos se cruzaron lo supieron, sus lobos despertaron y aullaron de felicidad encontrándose al fin. 

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⏰ Última actualización: Apr 15, 2023 ⏰

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