La tormenta recién empieza

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Limpie las lágrimas de mi rostro y me levante en dirección al baño pero el me detuvo

Agarro mi antebrazo con fuerza trato de pegar mi espalda a su cuerpo pero plante los pies volviendo una roca 

—Sabes lo que as echo—murmure

Empujándolo lejos de mi, con lagrimas en mis ojos, el solo me miro tomándome de la cintura 

—No, suéltame

Forceje contra el golpeando su pecho como niña pequeña 

Solté su agarre y me aleje de él poniéndole un alto con mi mano a medida que se acercaba, sentia mi cuerpo temblar y mi pecho doler 

—¡Joder contigo! detente — voicifere 

— Alia, necesitas ayuda, estas temblando 

Me tomó la muñeca con fuerza abrazándome contra el

—Uno de mis hombres escucho gritos y vine lo mas rápido que pude—dijo

—Porque la trajiste—pregunte—Aléjate no quiero que me toques

Trataba de forcejear con el golpeando su pecho pero ni se inmutaba no se movía solo me aferraba mas a el me rendir apretando con mis puños su camisa las lagrimas ganaron el posaba su barbilla sobre mi cabeza mientras sus manos acariciaban mi espalda

Lloraba contra su hombro preguntándole porque la había traído mi peor trauma estaba bajo mi techo 

—Sácala de aquí Khaos llévatela—pedí entre lágrimas

—Cariño es tu madre tiene que arreglar las cosas—murmuró

—Con ella no se puede dialogar —conteste

El no respondió solo me abrazaba, me alzo y me aferre al el como un koala me llevo a la cama y se acostó junto a mi sin dejar de abrazarme mientras lloraba desconsolada empapando su camisa

—Que orden te dio—pregunto

—Ordenes me dio diez todas debía cumplirlas al pie de la letra pero no lo hice porque pensé que no la volvería a ver—respondí 

Me aleje de el sentándome en la cama limpiando mis lagrimas derramadas sobre mi rostro. El me miro y vi arrepentimiento en su mirada el saber que se había equivocado y ahora lloraba por su culpa

—Cuales 

—Ser obediente, no meterme en asuntos tuyos, no empuñar mis dagas, darte un hijo—murmure—Eran las mas importantes y rompí todas porque sinceramente no me importa seguir sus ordenes soy mayor me cago la existencia de adolescente ahora quiere cagarme la vida contigo

—Mañana se ira—vocifero—Puede ser tu madre no me importa pero si vuelve a sacarte una sola lagrima la matare lo prometo nadie puede lastimarte

Beso mi frente, acariciando mi mejilla 

—Levanta esa vista, déjame ver ese hermoso azul— susurro 

Eleve mi vista, sus ojos brillaron al ver los míos, beso suavemente mis labios limpiando las lagrimas que caían por mis mejillas

—Puedes aguantar una noche con ella aquí—pregunto

Asentí y el volvió a abrazarme contra su cuerpo 

—Perdóname cariño—susurró dejado un bezo en mi frente

—No eres el que debe pedir perdón—respondí—Quiero empanadas de jamón y queso

El rio ante mi cambio

—Bien vamos por empanadas—dijo con una sonrisa

Bajamos de la cama y el me hizo subir a su espalda 

Y no me importo si estaba en pijama fuimos al garaje subimos al mercedes y salimos a comprarlas, Khaos las pidió por mi en el auto servicio

—También quiero un helado de chocolate—pedí 

—Y agregue un helado de chocolate por favor—

Pasamos a la ventanilla donde nos dieron la comida

—No tendrás a mi hijo creciendo en tu vientre—dijo

Reposo su mano en mi vientre y la saque de inmediato apartándola con temor

—No digas tonterías sabes que siempre tengo hambre—respondí haciendo puchero

El beso mis labios y volvimos a casa, nos sentamos en la sala de estar a comer viendo barbie escuela de princesas 

Lo había convencido a un mafioso para ver una pelicula de niños a ese nivel lo tenia, después de haber arruinado su camisa con mis lagrimas y golpearlo ahora el descansaba su cabeza en mis piernas mientras le hacia mimos 

Teo y Will dormían en el sofá de al lado  era una escena tan tierna que me derretía Max estaba a los pies de Khaos viendo la película con nosotros

Esa era mi familia no necesitábamos niños por el momento éramos felices con nuestro amor y por supuesto dinero algo que jamás nos faltaría

Nos teníamos los unos a los otros y eso era reconfortante

Nos hacía falta una foto familiar y colgarla para decir que éramos una familia

Max se sentó sobre el sillón y empezó a mover con su pata a Khaos

—No te voy a dar mi lugar, es mía—gruñó

Ella ladró y siguió moviéndolo

—Deja que ella se acueste ya estuviste mucho—lo regañe

—Bien—respondió de mala forma

Max se acostó en mis piernas mientras Khaos la miraba con mala cara, empecé a darle mimos a maxi y Khaos se trato de acostar en mi hombro pero ella le gruñó

Provocándome la risa

—No solo me quitas mi lugar si no también te adueñas de mi mujer—vociferó

—Déjala en paz—lo señale

Khaos miro a Max como si fuera su enemigo

—No ves que te esta acaparando

—Es una bebe no la molestes—respondí

Bese la cabeza de Max y ella vio a Khaos con victoria

—No as ganado aun maldita—refuño

—Ojo con lo que le dices—lo señale

El negó con su cabeza

—Estas entrenada para matar no te gustaban las mujeres que traía les ladraba casi matas a una y caíste bajo los encantos de Alia igual que yo—exclamo

Max ladro fuerte abalando las palabras de su padre

—Sabe diferenciar a su madre de otras—dije besando la cabeza de maxi

The red kingsWhere stories live. Discover now