The red kings

Frena

Subimos al auto el sol se ocultaba en el horizonte creando un hermoso paisaje de colores antes de darle entrada a la luna

Antes de llegar a la cuidad un disparo resonó y una bala atravesó por el parabrisas 

Eric pego un grito desgarrador

—Agáchate—le ordene

—¡Vamos a morir!—vocifero

—Cállate idiota—gruño ki

Por el retrovisor vi un Ferrari rojo nos seguía eran los yakuza 

—Kia ve por la autopista no vayas por la cuidad, un Ferrari nos sigue

Ella asintió maniobrando en sic sac 

Abrí mi bolsa y saque mi pistola mientras la conductora subía la velocidad mientras que con su otra mano sacaba su arma del maletero

—Dios no vuelvo a salir con ustedes

Baje la ventanilla y me saque el cinturón 

—Mantelo estable—pedí

—Alia estas loca te van a matar—advirtió Eric—¡Alia!

Saque la mitad de mi torso por la ventana retire el seguro de la pistola y apunte al parabrisas del auto enemigo disparando 

El viento movía mi pelo contra mi cara pero no fue lo suficientemente fuerte y termine dando en el blanco

Una de las balas atravesó el vidrio dándole al conductor en el hombro

Su acompañante respondió de la misma forma disparando contra a mi mis balas caían contra su cuerpo pero el maldito las esquivaba 

Una venia hacia mi me estire para abajo casi rosando el pavimento de la autopista la bala roso mi abdomen pero no me hizo nada

Mi cartucho estaba vacío

—Carajo

Entre nuevamente

—Déjame a mi, tu toma el volante—dijo 

Cambiamos de lugar y acelere mientras Ki salía a dispararle

—Voy a entrar a la cuidad sostente—le avise

Empecé a tratar de perderlos entre los edificios mientras ki trataba de darles

—Se me acabaron las balas su auto esta blindado—informo

Disparaban contra la parte trasera de la camioneta por suerte tenían una puntería pésima

—Pónganse los cinturones

Tome una ruta de mano contraria teniendo a un auto de frente tome el freno de manos haciendo que la camioneta diera un giro de 80

Saque mi brazo por la ventilla mostrándoles mi dedo del medio junto a mi anillo con un diamante de diez kilates

El otro auto freno de golpe sirviendo para detención del que nos seguía lo que me dio tiempo de tomar un camino a la casa

Tome mi celular llamando a thiago

—Mi señora 

—Junta a los hombres a diez metros de la reja de la casa a casa ocúltalos en la oscuridad cuando me vean bajar del auto salen—ordene

—A sus ordenes

Colgué y le di mi celular a Ki

—Crees que lleguemos a la casa—pregunto 

—Señoritas nuestros amigos volvieron

Mire por el retrovisor 

Eric arranco un pedazo de su camisa y lo puso en el pico de la botella de vodka se acerco a la ventana encendiendo el trapo tirando su maniobra improvisada ante el auto enemigo