Vindicta (Segunda parte de Mirada Cruel)

🔴Capítulo 38🔵 Un Encuentro Interesante

Estoy platicando de cosas vagas con Violet cuando sin querer encuentro a mi archienemigo. La sola acción hace que lo demás se vuelva borroso y solo lo pueda ver a él. Incluso dejo de escuchar a la mujer a mi lado, todo se detiene.

Lo primero que veo es su rostro, porque a pesar del vendaje que tiene sobre su nariz, no se ve como algo desagradable. A pesar de la cantidad de sangre y golpes, su cara está limpia. Recuerdo esa crema que me regaló cuando Cressida me ataco, está claro que esa es la que se puso. Ojalá solo pudiera observarlo un segundo, pero no es así. Está muy bien vestido, lleva puesto un traje azul oscuro y una corbata del mismo color. Su cabello está muy bien cortado y peinado hacia atrás, lo que resalta aún más sus ojos.

Trago, antes sentía mariposas en el estómago y me sonrojaba a simple vista. Ahora me provoca repetir la escena de ayer una y otra vez. Desde aquí se le ve como un chico encantador, está rodeado de muchas personas, entre ellos muchos adultos y él es el centro de atención de todos. Cada vez que termina una frase todos se carcajean, algunos lo harán por conveniencia y otros porque les hizo gracia.

Pero él no es el único que resalta, a su lado hay una chica rubia casi colgada de su brazo. Le susurra cosas y aunque Skandar no le contesta ni hace ninguna expresión solo asiente. La chica está tan pegada que creo que en cualquier momento lo botara al suelo.

El problema no es eso, él puede hacer lo que le da la gana. El maldito problema soy yo y como se me revuelve el estómago de solo verlo.

—Su nombre es Nadine Dubois — me susurra Violet siguiendo mi mirada —, es la hija de un duque de Francia y heredera de una de las empresas de publicidad líderes del estado.

—Nunca había escuchado de ella — digo evitando ver hacia ese lado —, es muy linda — admito después de un rato, la chica lleva un vestido dorado que le queda a la perfección.

—Oh, esa niña irradia tanta perfección que parece de mentira — comenta haciendo un mohín.

—Oh, no me hagas pedírtelo, solo cuéntame lo que sabes — le sonrió de manera sutil, no quiero que sea evidente nuestra plática.

Se ríe —, es una perfecta estudiante, increíble hija ya que ayuda a su padre a lanzar campañas publicitarias, ayuda a los más necesitados donando dinero a organizaciones benéficas y encima de eso es una excelente bailarina — empieza a decirme quizás usando un tono exagerado —, pero eso es lo que cualquiera te va a decir de ella, luego está lo que solo unos pocos saben.

—¿Tiene problemas mentales? — me cuestiono a mí misma, pero ella niega.

—Digamos que sí, se dice que le gusta hacer retos con su primo, con él que no solo comparte sangre sino otro tipo de cosas...

Deja las palabras al aire para que yo las entienda, por suerte no necesita ser explícita para que comprenda.

—¿Qué clase de retos? — hago una mueca —, y me estás diciendo que está enamorada de su primo...

—Te dije que son rumores, aunque este sí que lo creo — me dice burlándose de mi expresión —, retos en donde meten a la gente en problemas, chantajean y estafan solo con el afán de tener poder sobre dicha persona — me cuenta —, son gente hasta cierto punto peligrosa.

—Qué bueno que me diste la advertencia...

—No hubiera dejado que te acercaras a ella y a su familia a menos de un kilómetro de distancia — me toca el brazo —, mucho cuidado con ellos Hanna, de lejos se ven más bonitos.

Asiento mientras la escena de Nadine acercándose a la oreja de Skandar se repite, esta vez él se ríe por algo que dijo unos de los tipos y la rubia aprovecha para acercarse aún más.