El trabajador sexual - Sonadow

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El azulado miraba con confusión al plateado, no entendía lo que decía. Ni tenía idea a que se refería.

—No entiendo, explícate. —dijo el azulado.

—Sonic, lo que pasa es que... —dudó—, tu estás

Aquella Madame entró a la habitación para intervenir en esa conversación.

—¿Qué haces, Silver? —dijo con algo de molestia.

—Lo que tengo que hacer.

—Ni planees hacerlo, Silver. —ordenó.

—¿Qué es lo que tienen que decirme? —preguntó el Azulado.

—Sonic... lo que tienes que saber es que —fue interrumpido por la Madame.

—¡Si le dices la verdad, el se irá a buscar a ese hombre!

—Tiene razón... pero, debemos decírselo ahora. —sugirió el plateado.

La Madame se quedó pensativa un momento, mientras miraba los ojos del azulado llenos de lágrimas.

—Esta bien, Silver.

—Gracias Madame.

Silver tomó valor para poder decirle la verdad al azulado, mirándolo fijamente.

—Sonic, seré directo, debido a la condición que tienes... tu...

—Tu vas a tener un hijo. —complemento la Madame.

El plateado agacho la cabeza, mientras el azulado tenia una expresión de asombro. No podía creer lo que estaba escuchando. Lo que más temía, era que su secreto fue revelado.

—¿C-Cómo eso es posible? Si yo soy hombre... —dijo con nerviosismo.

—No te avergüences, Cariño. —dijo la Madame.

—Tiene razón, no tienes porque avergonzarte, Sonic. —dijo el plateado.

—No puede ser... —el azulado estaba devastado y en su rostro se podía ver la vergüenza que sentía.

—Sabes de quien es, ¿verdad? —cuestionó la Madame.

—Si... —hizo una pequeña pausa—. Pero, no debe saberlo.

—Entiendo que te sientas mal, hermano. Pero debes entender que él tiene que saber la verdad. —dijo el plateado.

—No puede saberlo...

—Sonic, cielo. Se que es difícil para ti, pero Silver tiene razón. —dijo la Madame.

El azulado miró a ambas personas que estaban frente a él, tenía muchas dudas. Ahora tenía una vida dentro de él. Sentía tristeza, pero a la vez sentía un sentimiento de "felicidad"...