Un omega de 26 años, llamado Rubius, tendrá la mala suerte de casarse con su director Samuel De Luque de la empresa donde trabaja gracias a una marca que hará unirlos para toda la vida
Rubén se paró frente a un espejo acomodándose la ropa ancha que tenía puesta. Soltó un suspiro y acarició su vientre de apenas 4 meses, sonrió un poco y se volteo al escuchar la puerta de la habitación que se encontraba abrirse por Samuel.
___Amor, ya estás listo- hablo Samuel acomodándose la corbata, pero se sorprendió al ver lo que Rubén tenía puesto- En serio?, Otra vez poniéndote ropa ancha?- suspiro
___Si, tengo que ponerme ropa ancha porque mí vientre ya creció mucho y no quiero que Valentina sepa de mí embarazo, ya lo sabés- contesto con algo de seriedad
___Si, pero tu también sabes que no puedes ocultar tú embarazo por siempre- contesto- Probablemente tarde o temprano ella se va a enterar-
___Y qué quieres que haga?, Dime, Qué me quedé en casa y no trabajar durante todo el embarazo?- exclamó con el seño fruncido
___Pues no sería una mala idea- contesto Sam acercándose a él- Sería mejor que te quedes aquí en casa a descansar durante todo el embarazo, te hará bien, al igual que nuestro bebé- se acercó a él para tomar sus manos delicadamente
___No, no quiero- respondió con seriedad apartando las manos de Samuel a la suya- Se que no quieres que me pase nada malo y todo lo demás, pero se cuidarme solo, además yo si quiero puedo dejar de trabajar y dejar de usar ropa ancha- frunció el seño y se fue de la habitación sin decir más nada
Samuel soltó un suspiro, pegó la cama con su mano y soltó un gruñido frustrante dejando caer en la cama. Frotó su cara con sus manos y miró el suelo, se sentía abrumado, durante todo esos 4 meses, su relación con Rubén a estado algo torcido, la manera de pensar y carácter del omega había cambiado gracias el embarazo, y eso provocaba tener discusiones por tonterías sin sentido, tampoco han podido pasar tiempo juntos como antes por el trabajo o porque Rub estaba de mal humor.
Lo único que quería es que su relación con su omega vuelva ser como era antes...
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Ambos se subieron al auto en silencio y Samuel vio como Rubén estaba comiendo un sándwich mientras veía su celular. El alfa iba a decir algo acerca de no comer en el auto pero se mantuvo callado ya que sabía que Rub se iba a enojar y terminaría en otra discusión.
Sam miró su reloj de mano y soltó un pequeño suspiro para arrancar e ir al trabajo a la hora exacta. Pero en el viaje, el teléfono del pelinegro sonó y eso llamo la atención de Rubén, que volteó para ver desde su asiento de quién estaba llamado y frunció un poco el seño al ver que se acercaba del asistente personal de Samuel, Marcos.
___Qué querrá está ahora?- hablo Rub mirando por la ventana mientras se limpiaba la boca con servilletas después de comer el sándwich
Sam solo contesto en silencio y empezó a hablar con Marco con temas de trabajo. Rubén solo se puso lo audífonos para poder escuchar un poco de música ya que no quería escuchar la conversación con su alfa con Marcos.
