Capítulo 22

78 13 1
                                    

SAMUEL

—Su hija esta muy delicada, en éste momento la médula ósea de Samuel es un huésped en el cuerpo de Zoe, tendremos que esperar que vaya adaptandose, las próximas horas serán críticas—nos dice el doctor.

Ésto era lo que menos queríamos escuchar.

—¿Que salió mal?—Pregunta Andrea llorando mientras yo aprieto mis manos en sus hombros para que sepa que estoy aquí, sosteniendo su hombro para no dejarla caer.

— Como acabo de decir; la médula que se le transplantó debe adaptarse al cuerpo de Zoe, recuerden que ésta medúla remplanzará la que fue destruida.

— ¿Que sucedería si Zoe rechaza mi médula?Necesito saber doctor.

—El rechazo del injerto puede impedir el prendimiento y dejar al paciente sin función hematopoyética suficiente, lo recomendable sería que le den un hermanito a Zoe, para obtener las células madre del cordón umbilical, pero no sé que tan deteriorada esté Zoe en nueve meses más, y en el peor de los casos tal vez no alcance llegar con vida.

¡Maldita sea doctor ¿Como se te ocurre decir algo así? ¿No ves lo asustada y desesperada que está Andrea? Que insensibilidad la suya!

— Pero no nos apresuremos en sacar conclusiones, por ahora la pequeña Zoe seguirá aislada por lo menos unos tres o cuatro días más, de ahí le haremos ánalisis nuevos y dependiendo de su estado, ella podría irse a su casa en tres o cuatro semanas más, todo dependerá de su evolución.

—Por favor doctor salve a mi nena—súplica Andrea angustiada.

Resiste nena... Ambas deben resistir... Por favor. —Solo hay que tener paciencia—añade el doctor.

—Andrea, hija mía, debes tener fé y paciencia. Nuestra Zoe estará bien — murmura Ignacio con tono apenas audible.

Él también está asustado.

¿Y yo? Yo me siento horriblemente mal, no quiero que Zoe esté pasando por todo ésto, no quiero ver sufrir a Andrea, por una extraña razón me duele mucho ésta situación.

— Hazle caso a tu padre, aunque no nos guste debemos esperar—Andrea se voltea y se aferra a mi.

Maldita sea, me está abrazando... ¡Me está tocando! Me quedo helado. Mi ritmo cardíaco se dispara enloquecido, mientras la oscuridad empieza a aflorar y se extiende y aprieta su garra alrededor de mi garganta.

No me toques por favor. Lentamente aparto Andrea de mi.

— Nuestra hija tiene que vivir—las palabras salen sin que pueda detenerlas.

¿Yo dije «nuestra hija»? Si idiota, ya es hora que lo asumas.

Andrea me mira con asombro por un momento. Ni yo me creo lo que acabo de decir.

— ¿Haz dicho...?—La interrumpo para que no repita lo que acabo de decir.

— Zoe es fuerte como tú—tomo su delicada mejilla con mi mano va a resistir, no tengas miedo.No quiero darle vuelta lo que acaba de salir de mi boca.

— Lo dije sin pensar.

— Gracias. — Intenta sonreírme pero no puede. Odio verte así nena.

— Debo decirle algo más, posiblemente tengamos que hacerle transfusión de sangre, si es necesario.

¡Maldición!

Ella es sólo una niña, no debería pasar por todo esto. Que injusta es ésta vida de mierda. Zoe es una niña dulce e inocente que está luchando por su vida.

Andrea es una joven madre que está tratando de sostenerse de pie. Ellas no se merecen pasar por todo esto.

Odio sentirme asi. Odio sentirme inútil e impotente, incapaz de hacer algo. Odio que esto no este en mis manos y poder controlarlo. Odio este sentimiento de fustración y de culpa que siento.

— ¿Puedo ver a mi princesa, doctor?—Añade Andrea con tono de súplica.

— Tal vez en la noche, no te prometo nada, ahora sí me disculpan debo seguir con mi trabajo... Permiso—Guerra se da la vuelta y regresa por dónde salió.

Ignacio y Andrea se abrazan.

— Nuestra niña está con vida, eso es lo importante—le dice Ignacio a su hija.

— Lo sé, es sólo que las palabras del doctor me han dejado mal.

— Tu padre tiene razón, tu hija está con vida... — el imbécil tenía que abrir su bocota

¿Por qué no se marcha?

— Zoe es fuerte como tú—añade el estúpido.

— Gracias Horacio.

Él bastardo le sonríe.

— Samuel ¿Podemos hablar en privado? ¡Ja! Ella quiere hablar conmigo imbécil.

— Dime.

Andrea se aleja de su padre y el imbécil. Yo la sigo.

Cuando estamos lo suficientemente apartados y con la certeza que no escucharán nuestra conversación, ella me dice:

—No tienes por que hacerte el fuerte y fingir que todo está bien, deberias ser más expresivo.

Momentáneamente estoy perplejo.

¿Yo finjo ser fuerte?

— No... No sé de qué hablas

— Lo sabes, aparentas fingir que no te afecta lo que está sucediendo con Zoe, pero por dentro estás asustado... ¿O me equivoco?—No te equivocas nena, pero pensé que lo había ocultado mejor.

— Ella estará bien ¿No es así? Quiero decir el doctor Guerra, es un excelente doctor.

Sus preciosos ojos me observan emocionados y llenos de lagrimas.

— Tengo que tener fé que mi niña estará bien.

rechaza la médula, quiero que me embaraces nuevamente

¡¿Que?! Follarte, obviamente lo haría.

— Si no quieres estar cerca del bebé, no tendrías que estarlo... Quiero decir, sólo necesito tu esperma... Yo podré cuidar el bebé sin tí—dice desesperada.

Trato de asimilar lo que ha dicho, mientras ella continúa hablando.

— Por favor Samuel, dime qué aceptas...

— ¿Estás pidiendome sexo?

¡Imbécil ¿Es lo único que se te ocurre decir?!

Andrea me observa asombrada, mientras sus mejillas empiezan a teñirse con un encantador tono rosa.

¡Concéntrate Samuel! Ella acaba de pedirte un hijo.

¡Mierda!

— Andrea—mierda ¿Cómo le digo que no quiero ser padre? Nunca lo he querido.

— Obviamente tendríamos que—su tono se va apagando hasta convertirse en un hilo de voz—ya sabes... Pero no quiero agotar ninguna posibilidad... Quiero salvar la vida de mi hija.

Inspiro profundamente.

No quiero desilusionarte nena... Tengo mucho que pensar.

Un bebé, para salvar la vida de una niña inocente.

— Esperemos que todo salga bien, solo hay que esperar... Pero si Zoe rechaza mi médula, le daremos un hermano.

—Andrea me mira con asombro. Ni yo me reconozco últimamente, pero si necesitas una esperanza para salvar a esa niña, te la daré, aunque no sé cómo voy a lidiar con todo esto.

— ¿Estás hablando enserio?— Si—mi respuesta sale más segura de lo que pretendía. — Gracias.

Y nuevamente se abalanza a mi.

❉❉❉❈

Maratón (6/6)

Por fin pude terminar el maratón perdon por la demora.



UN PEDACITO DE TI (ADAPTACIÓN)Where stories live. Discover now