tercer baile

846 98 30
                                    

— Te amo ao'nung, te amo desde el momento en que llegué volando y me enseñaste a contener la respiración bajo el agua. —

Ao'nung abrió sus ojos sorprendido y luego soltó un suspiro pesado que llevaba acumulado en su interior bastante tiempo. Era como una roca en su corazón. Neteyam miraba con desesperación el rostro de su amado en busca de consuelo y así fue. El metkayina no tardo en rodear con sus brazos el fino cuerpo del bailarín dándole protección.

—¿Que haré ahora que espero a tu bebé? Tu madre me arrancara la piel estando vivo. — Pregunto con evidente intranquilidad en sus palabras. Pasó sus manos en su vientre de manera protectora, estaba asustado.

— Ma' neteyam tranquilízate, no te pasara nada ti ni a nuestra cría, yo los protegeré a ambos. — Hablo el metkayina con su suave y serena voz de siempre. Aquellas palabras tranquilizaron un poco más al bailarín.

—Prometelo ao'nung, prométeme que no le pasara nada a nuestro bebé. — Mordió su labio nervioso y su pareja no tardo en abrazarlo.

—Te lo prometo mi amor. — Respondio y luego soltó un largo suspiró rodeando el pequeño cuerpo de neteyam bajo sus enormes brazos, tratando de consolarlo.

[...]

Ambos se encontraban cerca del arbol del espíritu, lugar en donde los metkayina se conectaban con eywa bajo el agua. Habían tomado la decisión de unirse y así ser pareja para siempre y demostrarles que habían nacido para estar juntos.

—Neteyam es momento... — Hablo ao'nung un poco serio pero en realidad su corazón latía a mil por hora.

— Eywa es te escogió para mi. — Neteyam miro a su pareja con sus hermoso ojos color ámbar. Y ao'nung no puedo evitar sonreír y besar la frente del omatikaya.

Ambos se sentaron uno frente al otro analizando cada pequeño rasgo que los caracterizaba.

Neteyam tomo su cola y la conecto junto a la de su pareja. Los pequeños vellos rosas se unieron entre su formando el Tsaheylu. Ambos jadearon aturdidos por el enlace, pero ahora estaban juntos para siempre.

Ao'nung abrió sus ojos lentamente, podía sentir esa conexión recorrer toda su médula ósea, este momento fue todo lo que soñó durante esos siete años. Rápidamente sus manos fueron hasta los gluteos de neteyam quien seguía aún estaba agonizando por el enlace.

—Ahora eres mío, ya nadie podrá alejarte.—
Ao'nung tomo de la cintura de neteyam para acercarlo aún más  a el. El otro chico ronroneo en respuesta ante el repentino contacto y luego paso sus dedos por las finas facciones de su ahora esposo.

—Siempre fui tuyo. — Respondio entre susurros y jadeos ahogados.

El metkayina recosto con cuidado el cuerpo de su pareja sobre la suave arena que los rodeaba.

—Todo se siente diferente...—

— Sera diferente. — Dijo el metkayina entre susurros para luego besar con cuidado el cuello del omatikaya y empezar a bajar lentamente hasta su torso.

— Espera, me siento avergonzado. —

—¿Avergonzado? Neteyam mi amor nosotros ya tuvimos sexo antes. —

—Lo se pero no de esta manera. —

—Solo relájate y déjate llevar...— Hablo con ese tono de voz tan profundo que lo caracterizaba. La noche era joven y larga, tendrían mucho tiempo para hacer todo lo que tenían planeado hacer.

[...]

—¿Crees que mamá acepte a neteyam ahora que ustedes dos están juntos?— Pregunto tsireya com curiosidad mientras

𝑻𝑯𝑬 𝑫𝑨𝑵𝑪𝑬𝑹Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon