32

772 112 7
                                    

Después de almorzar, Jihyo se queda pegada al televisor junto a las dos niñas viendo a unos autos parlantes, Nayeon se dedica a limpiar lo que ocuparon y después se hace a ella misma un espacio en el sofá. Dahyun y Jihyo son las únicas atentas, Chaeyoung está desparramada sobre Jihyo durmiendo sin que ésta se dé cuenta por ver la televisión.

—¿Por qué pareces tan concentrada?

—Shh Déjame ver a Duri.

Nayeon rodó los ojos divertida dejando que terminara el capítulo y Jihyo se quejó.

—¿Por qué no daban series así cuando éramos niñas?

—A ti no te gustaban tanto las caricaturas, Park Jihyo. —Ella asintió y luego se encogió de hombros esperando a la siguiente caricatura del canal que transmitía día y noche solo para el público infantil.

Y para Jihyo también.

—Mamá ponía a Dooly en la tele o a doraemon. —Nayeon recordó. Los días que Jihyo se quedaba con ellas luego de la primaria, a sus seis años, donde sus padres seguían junto a ella viviendo los cuatro juntos, un año antes de que su hermana se mudara y dos años antes de que ella se mudara junto a su hermana de igual forma.

—Nos preparaba Gimbap... Después nos decía que hiciéramos las tareas y nos daba un caramelo.

—¿Recuerdas como llorabas por Dooly?

Nayeon se echó a reír por su propia broma y Jihyo le dió un golpe en el hombro suave para no despertar a la pequeña sobre ella. —Go KilDong era un idiota, siempre le pegaba a Dooly y el no hacía nada malo.

—¿Quién es Dooly? —Dahyun preguntó tratando de entender que decían sus tías y que no le dejaban escuchar Hutos.

—Es un dinosaurio. —La pelinegra más pequeña negó con la cabeza. —Dooly venía del espacio y cuando llega a la tierra se queda en la casa de la familia Go.

—Ah... Pero no la dan en la tele.

—Dubu, esa caricatura es muy antigua, tu mamá la veía.

—¿Mi mamá? ¿Por qué ella veía caricaturas?

Nayeon sonrió ordenando un poco los mechones rebeldes de su sobrina. —Ella también fue una niña como tú, hace muchos muuuuuchos años.

—¿Qué?... No es verdad, ella siempre fue mamá, siempre fue grande. —Jihyo soltó una pequeña risa atenta más al televisor que a la conversación.

—No siempre, también fue una niña y algún día tú vas a crecer y serás igual de linda que ella. —Nayeon explicó dándole un toquesito a su nariz

—¡Ya quiero ser grande! —Sonrió con emoción prestando de nuevo atención a la tele y Nayeon sonrío de lado imaginando a su pequeña sobrina ya no siendo tan pequeña y convirtiéndose lentamente en una adulta.

Le causaba ansiedad el pensar cómo sería el futuro, pero en el fondo esperaba con positivismo solo cosas buenas, por más que fuese imposible.

Todo iría bien en el futuro.

⭒ ࣪ ˖  ઇઉ ˖ ࣪ ⭒

Luego de la gran siesta de Chaeyoung y también Jihyo durmió un poco, fue el turno de la tan elegante Park cambiar el pañal de Chaeyoung. Nayeon solo quería hacerla sufrir y supo que, si funcionaba al ver la cara de su mejor amiga arrugada por la mueca, hubiese grabado todo si tan solo hubiese tenido su cámara.

Jihyo se quedó a cenar y por más que quiso quedarse más tarde tuvo que irse debido a algo imprevisto, Nayeon solo le dijo que le avisara al llegar a casa mientras la castaña clara se despedía de las dos pequeñas.

Chaeyoung hizo un puchero aferrándose a ella y la mayor debió ir en rescate para que Jihyo pudiese irse para no tener problemas. Hizo un pequeño berrinche cuando la puerta se cerró, pero luego de unos mimos y de Nayeon jugando con ella lo dejó de lado yendo a jugar junto a su hermana en la sala.

Mañana tendría que ir al trabajo y luego de pensarlo mucho, de sonrojarse mucho y de casi pensar en que era una mala idea le habló a Mina pidiendo que, si se podía quedar con las niñas ese fin de semana, como siempre.

La respuesta de la rubia llegó unos minutos después, una simple carita feliz en aprobación, y Nayeon lo sintió.

Sabía que, al confesar sus sentimientos, y más al ser "rechazada" las cosas con Mina se volverían levemente incómodas.

Nayeon nunca había gustado de alguien tan diferente a ella, hasta creía tonto el dicho de los "opuestos se atraen", debido a que ella nunca la había pasado bien con alguien opuesto. Exacto, hasta que llegó la rubia como su salvación.

Escribió en la barra del chat un, "¿qué has hecho conmigo?" pero no lo envío, solo lo dejó ahí por unos minutos, inerte, y luego lo borró apagándolo.

ᨳ lovely.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora