Capítulo 11: Liberado.

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-¿Un solo hombre?-

-Si, parece que...con armas y a puño limpio termino con todos aquí- Dijo Robin dando por finalizado el informe.

-Eso lo sé, dime nombres-

-Este es su rostro, parece que es...-Crocodile se quedo sorprendido al ver el rostro del sujeto que en una sola noche termino con uno de sus almacenes y con muchos de sus hombres.

-No puedo creerlo...-

-Se llama...-

-¿Qué?- Antes de que Robin terminara de decir el nombre el se quedo perplejo pues sabia bien de quien se trataba esa persona.

-Ambos sabemos de quien es hijo-

-Bueno, igual la perdida es recuperable, ¿Tienes la razón del porque lo hizo?- Pregunto Crocodile a Robin.

-Parece que...no hay razón-

-Nadie va y acaba con un almacén solo porque si- Dijo este enojado, el sonido de su puño golpeando la mesa se escuchó por la oficina.

-Bueno, le aconsejo que vaya con la alta mesa y hable del suceso, las reglas son claras- Crocodile suspiro y tomo asiento en su silla, Robin no sabía el porqué de la acción que denotaba resignación en su jefe.

-Ese hombre no obedece reglas, esta por encima de ellas, no servirá de nada-

-¿Entonces que hacemos?- Pregunto la mujer intrigada por saber las acciones que tomarían de ahora en adelante.

-Lo dejare, no quiero problemas, sea cual sea la razón, no puedo hacer nada, así que mejor lo dejo como una perdida presupuestal-Menciono el hombre, tomo uno de sus habanos y lo encendió.

-Bien, de todas formas redactare el informe correspondiente- Dijo la mujer.

-Robin, no hagas nada más, el hijo de ese hombre...si el hizo esto, el padre puede que te mate, no hay reglas mas haya de las que el crea convenientes- Advirtió el hombre, la mujer asintió.

-No se preocupe-

-Bien, no hagas nada, no sin antes decirme- Robin se retiro del lugar y Crocodile se quedo contemplando su oficina, llena de los lujos más excéntricos y costosos.

.

POV Zoro.

Momentos antes de entrar al lugar Brook dio un sorbo a su bebida, por mi parte tome igual algo de licor, ambos entramos al lugar disparando con armas con silenciador, el se adelanto y acabamos con los guardias de la entrada entonces seguí mi camino hasta llegar al cuarto del hijo de Morgan.

-Tu...-

-Vaya, parece que eres como piedra en el zapato, molesta hasta que la quitas- Le apunte con el arma, no pensaba matarlo, lo deje atado con sogas y con cinta lo deje en el suelo, dispare a los demás y en cuanto menos lo espere ya habíamos acabado con todos.

-Zoro, unos tipos saldrán corriendo, ya acabamos aquí- Al parecer todo salió como esperábamos.

-Bien, ¿Oíste?- Dije sonriendo, el tipo se movió frenéticamente, seguramente estaba asustado, le di un golpe y lo dejé inconsciente.

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Bueno con esto el problema estaba resuelto, me retire dejando al tipo a manos de los oficiales que llegarían, Brook llego con su espada la guardo en su bastón y me sonrió.

-Con esto los problemas que tienes quedarían resueltos, ven algún día para tomar una copa-

-Gracias- Brook y yo caminamos hasta la salida, Morgan no volvería a los negocios nunca mas y si lo hacia ahora sabia que no debía meterse conmigo ni con nadie más.

-Ya no metas en problemas- Menciono Brook, ambos nos despedimos y cuando menos me di cuenta el ya se había ido, una patrulla arribo en poco tiempo, se bajo un sujeto y examino el lugar.

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-Aquí el oficial...olvídenlo- Me miro y seguramente me reconoció, en efecto, era un viejo amigo de hace bastante tiempo.

-Hola- Dijo este, miro el lugar y los cuerpos que había en el suelo.

-Zoro- Saludo el oficial.

-Fullbody- El oficial hace tiempo en sus primeros días me topo cuando asesine a muchos hombres, trato de arrestarme pero prefirió vivir.

-Escuche que te habías retirado-

-Eso intento- Dije guardando mi arma.

-Bien, mi turno casi acaba, te dejo en tus asuntos-

Volvería a guardar todas mis cosas, no hice un trato y encima quite a un tipo de la competencia de los demás, así que hice un bien al fin y al cabo.

Camine hasta mi casa, deje mis armas en la mesa y me prepare un poco de café, no había mas relajante que saber que no tenía más problemas, me recosté en mi sillón y mire algo de televisión.

-¿No tienes algo de carne?- Me levante rápidamente tras oír aquellas palabras. 

Sin Rumbo.Où les histoires vivent. Découvrez maintenant