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. . . . . . . . . 测验 Fri O7/O5/2O21
Un día frío y oscuro como los demás, donde diez chicas inocentes eran torturadas injustamente por un par de psicópatas que lo único que querían era ganar dinero.
¿Y cómo ganaban dinero?
Fácil.
Con los negocios sucios que hacían día a día.
Lee Mingyu era uno de los hombres más poderosos del país y del mundo entero, pues su marca de autos era una de las más famosas y vendidas a nivel mundial, y eso le daba fama, dinero, contactos, y sobre todo, inmunidad.
Vanessa Wang era la hija de Kim Jong-un, el presidente de Corea del Norte, y eso le jugaba en contra a muchos que se llegaban a meter con ella, pues a pesar de que las dos Coreas tenían un acuerdo de paz, Kim Jong-un fue muy claro al dejar ir a su hija a Corea del Sur con la condición de que estuviera a salvo siempre, porque si algo le sucedía a su querida hija, comenzaría una estúpida guerra entre las dos Coreas, y entonces el caos se desataría.
Pero pese a eso, Jong-un tenía muy en claro lo que estaba bien y lo que estaba mal, y él sabía que su hija estaba metida en cosas que podrían jugarle en contra, pero él no era quién para decirle que hacer, y se lo dejó en claro al decirle que ella tenía inmunidad si se le llegaba a hacer algo injustamente, pero si ella lo provocaba y era la culpable de sus propias desgracia, él no haría nada por salvarla. Era simple.
No planeaba comenzar una guerra entre países si era su hija la que empezaba con el caos, y eso lo acordó con ella, pero Vanessa se lo pasó de una oreja a otra, e hizo lo más horrible que pudo hacer, y solo por venganza y celos.
Kim Vanessa en Corea del Norte, y Vanessa Wang en Corea del Sur. ¿Por qué? Simple.
Los Wang eran una familia que residía en China con Jackson, el hijo único y la adoración de los Wang.
Un día, Kim Jong-un y Sòng Hye-min se conocieron, y entonces ambos en un desliz de una noche, tuvieron un bebé. Jong-un era el presidente de Corea del Norte, y no podía darse el lujo de cuidar a una niña pequeña, por lo que le pidió ayuda a sus amigos, la familia Wang.
Ellos adoptaron a Vanessa y le colocaron su apellido. Y años después, Jong-un finalmente se hizo cargo de su hija y se la llevó a Corea del Norte, aunque aún seguía siendo hija legal de los Wang, pero ellos lo permitieron.
Ella se fue a vivir a Corea del Sur a los 20 años, y se quedó viviendo con su hermanastro Jackson y sus padres, siendo una Wang en el Sur y una Kim en el norte, a pesar de haber nacido en China.
