𝐓𝐎𝐆𝐄𝐓𝐇𝐄𝐑 𝐅𝐎𝐑𝐄𝐕𝐄𝐑 ────. Ruikasa.

011 -. I see stars.

— ¿Eh? ── Rui miró a la una, esa frase no era la que tenía que responder para la declaración.

La luna ya se veía con claridad, una hermosa luna llena.

— ¿No lo es?

Una sonrisa se iluminó en el rostro del más bajo.

— Sí... Lo es... — Suspiró tristemente.

— ¿Dije algo mal, Rui? — Tsukasa se levantó apenado.

— Ah. ¿Ya estás mejor?

— Sí... ── Miró a Rui confundido por el cambio de tema.

— Podemos regresar a casa ya —. Se levantó, ofreciéndole su mano.

— Está bien.

Con una mirada extraña, el rubio aceptó que se tomasen de la mano y caminaron juntos hasta la casa de Tsukasa.

— Gracias por esta maravillosa cita. He disfrutado mucho, Rui.

— Tsukasa... — Con una sonrisa, entrelazó sus dedos.

— Rui...

— E-eh.

Rui rápidamente soltó sus manos y se alejó.

— Bueno, me voy ya a casa... Tengo cosas que hacer. Nos vemos en la escuela mañana.

Rui fue corriendo a su casa y en cuanto llegó, se encerró en su habitación.

— ¡¿Qué acaba de pasar?! ¡Soy tonto! ¡¿Por qué hice eso?! — Su cara estaba colorada, puso las manos por su rostro nervioso —. ¡Rui, cálmate! Él... ¡Él parecía sí querer! ¡¿Estoy soñando?!

Se sentó en su cama y tras unos chillidos más, la madre de este joven adulto entró a su habitación.

— Cariño, ¿qué sucede?

— Yo... — Bajó la cabeza —. No lo sé, mamá. Estoy sintiendo cosas raras... Últimamente es como si mi conexión con Tsukasa fuese más... ¡Más fuerte! ¡Pero no me gusta! No me gusta, no me gusta y jamás me va a gustar.

— Rui... — Soltó una risa —. Creo que yo te advertí sobre esto antes, ¿no? Tú y ese amigo tuyo sois muy...

— Sí, ya lo sé, como tú y papá, lo sé. Pero no significa que me vaya a acabar enamorando... — Le miró frunciendo el ceño —. No puedo amar a un hombre.

— ¿Por qué?

— ¡Porque no soy gay!

La madre se quedó en silencio.

— Seguro que si me fijo más en alguna chica consigo distraerme de lo de Tsukasa... ¡Me puedo intentar enamorar de Nene!

— Rui —. Comenzó —. Te gusta Tsukasa, es más que obvio. Y da igual si eres gay o no, no es nada malo. No deberías de reprimir lo que sientes solo porque una sociedad quiera. Además cuando tú mismo hiciste una obra de teatro sobre dos personas homosexuales que vais a interpretar tú y Tenma.

Rui se quedó en silencio, no sabía que decir. Tal vez tenía razón su madre, tal vez le gustaba Tsukasa...

— No lo sé, esto es muy confuso... Casi nos besamos.

— ¡Pues está más que comprobado que os gustais! Cuando te sientas listo, deberías de decirle lo que sientes.

— Está bien... Gracias otra vez, mamá.

— No es nada. Ahora descansa, mañana hay clases.

Su madre dejó la habitación apagando la luz antes de cerrar la puerta. Rui se sentó en su cama y miró por la ventana, observando como su querido vecino se empezaba a meter en la cama cansado.