¿Cómo algo tan bonito como el amor puede llegar a doler tanto?
Este fue el caso de un romance que tuvo Dominik.
Año 2015 un nuevo jugador era presentado al gran equipo croata, el GNK Dinamo Zagreb, un nuevo arquero que portaba el dorsal 40, era un omega de piel blanca y delicada como la porcelana, media 1.87, tenía el cabello color café al igual que sus ojos y llevaba la nariz un poco roja por el clima frío que se sentía y su nombre era Dominik Livaković, se notaba que era alguien muy tímido ya que el día que fue presentado a su nuevo equipo mantenía la mirada baja y sus manos juntas, que tierno se veía.
A quien no le llamaría la atención un omega con esas cualidades.
La plantilla se conformaba por un equipo de 29 personas contando al técnico claro, eran 10 alfas , 8 omegas entre ellos Livaković, 6 Betas y 5 gammas. En el equipo eran bienvenidos todos los tipos de casta, aquí lo único que importaba era la forma en que jugaban fútbol.
Los primeros días de entrenamiento fueron algo pesados ya que Dominik tenía que adaptarse a su nuevo equipo y a compartir cancha con nuevas personas. Los días hiban pasando y el Omega ya había interactuado con muchos de sus compañeros, entre ellos una que se había convertido en su mejor amigo, se trataba de un gamma llamado Marko Bulat.
Lo que Dominik no sabía que con su forma de ser y su dulce aroma había despertado algo dentro de un beta del equipo, y su nombre era Bruno Petković, el era un chico muy amigable pero con apariencias ruda, tenía 21 años media 1.93, y la verdad era alguien muy cariñoso con sus amigos pero cuando llegaba a enojarse nadie podía controlarlo, bueno nadie hasta que apareció Dominik ya que cuando tenían el mínimo acercamiento Bruno no podía evitar sonrojarse.
Cada día al llegar al entrenamiento Dominik se reunia con Marko para hablar tanto de cosas privadas como de cualquier cosa que se les ocurriera, pero la verdad es que lo mejor de llegar el entrenamiento no solo era encontrarse con su mejor amigo, no, era que cada día era recibido con un detalle por parte de Bruno, ya sea un chocolate o alguna flor.
-Oye Marko, después de el entrenamiento podemos ir a comer o pasear un rato, no sé, cualquier cosa, quiero desestresarme por hoy.
-Amm, no lo sé, creo que tenía algo que hacer con Ivanuseć.
-Dile que vas a salir conmigo, vamos, soy tu mejor amigo..
-Bien le diré, pero creo que deberías aceptar la salida que te ofreció Bruno, tal ves así no estás tan solo.
-No sé si estoy listo para aceptarlo, le dije que me diera tiempo para pensarlo.
-Yo que tú mejor me apresuraba a decirle que si, porque después se aburren de esperar y se consiguen a alguien más.. Bien entonces adónde vamos a comer.
-Si, hoy en la noche lo pensaré mejor. Así estuve pensando en ese nuevo restaurante.
-Bien vamos.
Las palabras de Marko eran muy ciertas, Bruno se estaba tomando muy enserio eso de cortejar a Dominik, pero este no estaba muy seguro de aceptarlo no quería tener "Distracciones"
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Al llegaron al restaurante, y qué bueno porque ambos estaban muriendo de hambre, asi que cuando la mesera llego a tomar la orden desidieron pedir suficiente comida.
