La triste realidad.

263 30 0
                                    

Aventurero Random: Lárgate, niño no queremos una boca mas que alimentar.

Bell: Pero.

Aventurero: Pero nada, lárgate o sino te sacamos a golpes tú descuides.

Bell luego de escuchar la advertencia del aventurero, se fue lo más rápido posible.

Mente de Bell: Y ahora que haré, solo me queda dinero para una noche más y eso si no como, pero que puedo hacer si ninguna familia me quiere recibir  por mi aspecto débil, a este paso sea mejor que regrese a mi pueblo.

En eso mientras iba, Bell no presto atención a la calle y terminó chocando con una elfa de color dorado con ojos azul cielo.

El conejo, al ver a la elfa, mantuvo un poco de esperanza pensando que la chica era su encuentro predestinado que había venido para ayudarlo y sin miedo al éxito le habló, claro que antes le ayuda a levantarse.

Bell:Lo siento fue mi culpa.

Elfa: Me podrías, soltar la mano.

Bell: Lo siento.

Elfa : Da igual, si me disculpas me voy.

Bell: Señorita, disculpe le podría pedir un favor.

Elfa : No, y no molestes.

Y así la elfa se fue sin decir nada más.

Bell al ver esto sintió como si su sueño fuera roto en mil, pedazos por lo que sin más se fue rápidamente hacia su habitación mientras aguantaba las ganas de llorar.

Ya en la habitación, el conejo se puso a llorar.

Bell: Maldita sea, por que me pasa esto a mi, yo solo quería cumplir un sueño, pero desde que llegue aquí no he recibido más que burlas, maltratados y deprecio, abuelo ya no aguanto más, te juro que estoy así de quitarme la vida, pero no lo haré por que eso es para los cobardes.

Así Bell, pasó llorando hasta la noche.

Luego paro de llorar para comenzar a pensar lo que iba hacer.

Mente de Bell: Bueno, creo que ya me he desahogado mucho ahora debo planear lo que voy hacer, haber dinero ya no tengo y mañana me van a echar del hostal por lo que tengo hasta mañana para conseguir una familia y comenzar a ganar dinero, en cuanto a ese sueño de ser héroe lo mejor será eliminarlo por que eso solamente me ha traído sufrimiento y aunque me duela un poco esto es lo mejor.

En eso Bell ve por la ventana, que no era muy de noche así que decidió ir a caminar, para despejar la mente

Así pasó un tiempo en que el conejo iba caminando hasta que escuchó un grito de auxilio, que venían de un callejón, por lo que el conejo fue lo más rápido posible y encontró a unos aventureros tratando do abusar de una chica peli café.

Bell: No puedo quejarme de brazos cruzados tengo que ayudarla.

Por lo que el conejo saca de uno de sus bolsillos una bomba de gas somnífero que su abuelo le había regalado por su cumpleaños.

Bell: Que oportuno, que haya traído esto, haber si mal no me equivoco, lo único que debo hacer es golpear muy fuerte esta cosa y lanzarla.

La triste realidad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora