Samuel De Luque siempre fue el chico perfecto, el rey de la Universidad, pero no esperaba que alguien le quitara el puesto en 7 días.
Noah Brown es un chico nuevo en busca de nuevas posibilidades y de cumplir sus sueños, sin esperar enamorarse de q...
Vegetta no sabía expresar lo que aquel pequeño gesto le había hecho sentir. Guardó con cuidado el dibujo en la funda de su celular para así prestar atención a la clase.
No hubo mucha interacción más durante ese día, pero el de ojos amatistad sabía que quizá debía replantearse el hecho de no hablarle al extranjero.
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El estar tan distraido con el hecho del nuevo Vegetta había olvidado que era el concurso de talentos entre varias universidades, y, no era por presumir, pero su grupo de amigos y él mantenían un record estatal.
Spreen era el ganador de arquería. Roier el ganador de atletismo, Luzu de esgrima y Quackity de volleyball.
Y él era el mejor en todo lo que consistiera inteligencia, por eso siempre ganaba el concurso de saberes y este año no sería la excepción.
...¿No?...
Lo que el amante de morado no sabía es que Foolish era reconocido en Estadoa Unidos a nivel nacional por sus diversos concursos victoriosos. Pero no quería saberlo, mucho menos quizo saberlo cuando el contrario recibió el primer premio.
No pudo controlarlo, sintió las saladas lágrimas empapar de a poco sus mejillas sin previo aviso, era tan silencioso que nadie se dio cuenta, todos admiraban a Foolish.
Ya nadie lo veía.
Perdía su puesto.
Mordió con fuerza su labio antes de alejarse corriendo, siendo seguido con gritos de sus amigos, pero él no podía escuchar nada más que su mente repitiendole lo inservible que era. No quería seguir así, quería que todo fuese como antes, seguir siendo el mejor, que su familia siguiera orgullosa de él, que su padre dejase de golpearlo, que esas miradas no dolieran tanto.
Pero eso no era lo peor, lo peor era que no podía culpar al tierno chico de ojos verdes y su dulce inocencia, solo se culpaba a él mismo, por no ser suficiente.
Por otro lado, el de ojos verdes pudo presenciar como Vegetta se derrumbaba frente a él, se sintió horrible cuando lo vio correr y sus amigos detrás gritándole, tanto así que ignoró a quienes le rodeaban, dejando el premio caer al piso para empezar a correr detrás de él, llamándole sin parar, incluso se sorprendió cuando los amigos del contrario le dijeron que fuese a buscarlo y le ayudara.
Vio como el contrario se encerraba en un cubículo dentro del baño y enseguida entró detrás. Tocó con suavemente la puerta para no asustarlo.
-¿Sam?... ¿Tú estás bien?... -Consultó, pero no recibió respuesta. -¿Puedo pasar?...
No esperó que el contrario le abriera la puerta, pero no demoró en entrar y cerrar detrás de él. No demoró en acercarse a abrazarlo, acunando el rostro ajeno en la cuenca de su cuello. Pudo escuchar al chico romper en llanto, apegándose al contrario.
-P-perdón... N-no deberías verme así... -Se lamentó aunque sin separarse. -Soy tan patético...
-Don't say that, you're amazing... Boy, you're the best in all things than i know... (No digas eso, tú eres increíble... Chico, eres el mejor en todas las cosas que conozco...) -Mimó sus lacios cabellos negros con paciencia.
Dejó que los minutos pasaran en silencio mientras Vegetta se calmaba, este cuando estuvo un poco mejor se alejó para limpiar sus lágrimas y suspirar.
-No pensé que esto podía pasar...
-¿Qué cosa?... -Consultó curioso el angloparlante.
-Que me destronaran... Que tu lo hicieras... -Le miró a los ojos, sonriendo leve, acercandose a el, apoyando su mano sobre el hombro ajeno. -Pero no es tu culpa, solo mía.
-No, no, no es tu culpa. -Agarró las mejillas ajenas, acariciándolas. -Nunca será tu culpa, Sam, no olvidar eso.
Samuel rió suave ante la mala pronunciación, acomodándose contra sus manos. Se alejó con cuidado para salir del cubículo.
-No me sigas, Noah, por favor, necesito estar solo... Prometo no hacer nada malo. -Se despidió antes de salir del lugar, dejando al contrario solo.
Quizá este proceso no era tan lento como Vegetta esperaba...
