14. Mi novio

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La sonrisa de Samuel se ensanchaba a medida que pasaban los segundos, abrazando al contrario antes de murmurar su respuesta.

-Si, si quiero ser tu novio, Fool. -Susurró, siendo recibido por varios besos de su ahora novio. -Pero debes saber... No se estar en una relación, muchas veces podré hacerte daño sin darme cuenta... Necesito que seas paciente y que me ayudes, porque quiero ser tu novio, y quiero que esto sirva para ambos...

-Honey... Yo te ayudaré, estaré contigo siempre... -Sonriendo juntó sus frentes, abrazándole por la cintura con cuidado. -Vamos adentro, podemos ver alguna película si quieres.

El asentimiento del azabache le dio el permiso para abrir la puerta e ingresar a la cabaña. El mayor se encargó de llevar mantas y almohadones al sofá mientras que el americano preparaba algunos snacks y bebidas, optando por una cerveza para cada uno.

Terminaron viendo una película policial, acurrucados en el sofá los dos juntos. Vegetta terminó reposando su cabeza en el regazo ajeno mientras Foolish dejaba mimos en su cabello. Era relajante poder estar así, lastima que sería el último día en el que estarían así, tendrían que volver a la rutina, a hablarse poco y agotarse con las clases.

No supo en que momento se quedó dormido, y solo despertó cuando su chico lo llamó para decirle de ir al cuarto a dormir. No tenía ganas de moverse y Foolish lo notó, así que le alzó con cuidado, acurrucandolo a su pecho para llevarlo a la cama, recostandole allí con cuidado.

-Honey, eres adorable...

-Calla... -Rió con pena, acomodandose para volver a dormir, viendo al menor acostarse a su lado.

El americano rió también, besándole con ternura mientras le abrazaba con dulzura, pegando su pecho a la espalda del azabache. Ambos se durmieron en pocos minutos, cómodos con el calor que emanaba el otro.

A la mañana siguiente se despertaron los dos por culpa de una alarma, Foolish, caprichoso, se quejó por querer dormir otro poco, hacía tiempo no dormía tan bien y la idea de tener que separarse no le gustab ani un poco.
Pero aun así ambos terminaron levantándose a los pocos minutos, se dieron una ducha y empezaron a aprontar las maletas para volver a su casa.

-¿Sabes que debemos hacer cuando lleguemos, honey? -Le sonrió Foolish, aamoros, rodeando la cintura del contrario con sus brazos mientras depositaba besos en su mejilla y cuello.

-¿Que debemos hacer? -Rió Samuelpor los tiernos besos, acariciando las manos ajenas con calma, terminnado de cerrar su maleta.

-Debemos remodelar nuestra casa, no quiero dormir más alejado de ti... I need you all the time. (Te necesito todo el tiempo) -Sonrió, dándole la vuelta al contrario para verse de frente y seguir hablando. -Remodelemos toda la casa para que sea solo nuestra.

Las risas de Samuel le llenaron el alma, dándole besos en todo el rostro.
Era encantador estar así, juntos, le fascinaba abrazar a su chico, besarlo, admirar sus hermosos ojos. Todo de él le encantaba.

-Venga, vamonos, o el avión sale sin nosotros... -Riendo se soltó de sus brazos, agarrando su maleta con calma, viendo al oji-verde imitarlo con su maleta propia.

Pidieron un taxi y en poco tiempo estaban en el aeropuerto, aprovecharon a desayunar mientras esperaban su vuelo. Por más que extrañaría esa vida, extrañaba a sus amigos, a su chat, e incluso su rutina.

El viaje se pasó rapido, y antes de darse cuenta estaban en la casa. Dejaron las maletas, colocaron algo de música y tal como el americano había dicho empezaron a remodelar, les llevaría algo de tiempo, pero empezaron por limpiar todo y reacomodar algunos muebles.

Quizá este sería el comienzo de algo mejor, de una nueva forma de vivir.

Mi barquito de miel-FoolgettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora