Los "vestidos" Y Charla Con Mamá.

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Narra enid.

Dos meses tras pedirle matrimonio a mer, pensé en tal vez yo hacer los vestidos o vestimentas qué llevaríamos al altar.

Por lo que un día se lo comenté, ella accedió, solo pidiendo que su vestido no fuera tan tradicional o lo que se esperaría en cualquier boda común. Estuve de acuerdo con su opinión.

Y solo espere hasta hoy, que tenía tiempo libre para poder ir al pueblo por tela, para los bocetos y medidas.

Claro, estos dos últimos ya los tenia pensados, los bocetos los hice en ratos libres y las medidas en momentos que estábamos juntas.

-voy al pueblo.. -comente recargada en el marco de la puerta-
-bien.. -hablo escribiendo en su maquina-
-¿Quieres algo? -pregunte-
-no gracias.. -murmuró-
-vale, vuelvo al rato. -dije caminado a su dirección-

Al estar a su lado bese su mejilla y camine devuelta a la entrada del comedor, para salir al pasillo y tomar un suéter.

Salí de la casa y comencé a caminar al pueblo, antes de salir de el perímetro de la cabaña me coloque unos audífonos y música.

Por lo que el recorrido se hizo más agradable, al llegar al pueblo, camine unos metros más para entrar a la tienda de tela.

Al entrar baje la música de mi teléfono y camine por los pasillos, buscando alguna tela clara para hacer los trajes qué tenía en mente, pero Tras ver una tela roja intenso no pude detenerme de pensar que se vería muy bien con todo.

Tome roja, era un carmín igual al de la sangre, brillante. También tome tela blanca, luego pensé detenidamente qué otra tela tomar.

La idea que tenía y mer acepto, era que todos los invitados fueran de blanco o negro mientras ella y yo vamos de verde y rosa, pero cambiar el color por un rojo sangre que resaltara más, no importara.

Esto solo haría que ambas destacaramos por ser las únicas que llevan un color tan resaltante.

Aparte, quería que todo fuera en invierno, para que el rojo destacará aun más por la nieve qué caería, por lo que cada tela que escogía era suave y que pobrablemente sea caliente para no morir de frío.

También pensaba hacer dos sacos o suéteres de un rojo más fuerte con toques dorados. Como este un color más fuerte, los sacos serían cálidos y grandes para el frío.

Seguí caminando por los pasillos de cada color, tomando tela que combinaba, ya con los conjuntos podríamos combinar los demás detalles.

Al terminar de recoger toda la tela y pasar una hora en aquella tienda, fui a pagar todo. El señor que atendía me recibió con una sonrisa.

-me alegra verla señorita -comentó checado todo y anotando lo en una libreta-
-a mi igual, sus telas son hermosas y suaves -comente contenta-
-me alegra, me gustaría algún día ver tus conjuntos, párese que tienes mucho talento jovensita -agrego mientras contaba lo que me cobraría-
-claro, tenga por seguro que algún día los vera -dije sacando de mi bolso la cartera-

Luego de que me dijera el precio pague y salí de la tienda, tenía tiempo por lo que pase por otras dos tiendas para conseguir otros materiales.

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Narra merlina

Cuatro meses de que enid comprara la tela, venía a verme y tomarme medida cada cierto tiempo, pero no me dejaba ver en sí el conjunto.

Solo sabía lo de los color y el invierno, cosas que me gustaron, pues cada cierto tiempo nieva y si teníamos suerte el día de nuestra boda podría nevar.

Predestinadas. ·~Weinclair~·Where stories live. Discover now