30 días para Recuperarte | 𝐏𝐞𝐬𝐨 𝐏𝐥𝐮𝐦𝐚

𝒸. 011

𝓬 [𝟎11]

𝓒 | 𝐶𝑎𝑟𝑑𝑖𝑔𝑎𝑛

A year before.

Estaba preocupada, no sabía dónde estaba, no le había respondido los mensajes en todo el día. ¿Le pasó algo? Se preguntaba, una vez más tomó su celular y le marcó, esta vez con una respuesta diferente, la mandaba directo al buzón. Se metió a instagram, al ver esa foto sintió como su corazón y su mundo se destruían poco a poco.

Lloro al ver esa foto. Era Odalys y Hassan besándose, la ex por la que le juraba que ya no sentía nada por ella, que ya no era parte de su vida y jamás lo fue, a la que había negado ante todos. Esa ex.

Mia tomó su celular entre lágrimas y borro todas las fotos que tenían juntos, lo dejo de seguir y simplemente decidió continuar con su vida, como si nada hubiera pasado. El jamás la busco, lo cual la destruía cada día más.

"Quizás no soy suficiente para el, tal vez nunca lo fui y por eso me engaño con ella. Se que suena tonto pero realmente una parte de mi siempre estará enamorada de el, fue mi primer amor, el primer chico del que me enamoré. Por más que intento odiarlo no puedo, pensé que lo había logrado, que por fin logré dejar de pensar en el, pero de la nada mi mente se llena de recuerdos, no recuerdos buenos sino recuerdos dolorosos. Mi mente constantemente piensa en el daño que me hizo, sigo sin perdonarlo, y creo que jamás lo haré, pero tampoco logro perdonarme a mi."

Fue una de las palabras que le dijo Mia a su entrevistador, estaba grabando un podcast. Tal vez pensaran que es una forma muy infantil de olvidarlo, pero era su manera de sanar. Era lo único que podía hacer pues Hassan continuo su vida como si nada hubiera pasado. ¿La extrañaba? Claro, pero no la buscaría.

"Le hice mucho daño, no creo que me quiera de vuelta en su vida".

Su vida estaba llena de mujeres, alcohol y polvo rosa. Mia no era así, y jamás lo será. Después de esa ruptura decidió enfocarse en ella, era lo mejor que podía hacer, sacar su mejor versión. Obviamente que Hassan lo noto, a pesar del contacto 0 ellos siempre sabían del uno y del otro, era inevitable. Mia era una niña muy privada, Hassan no sabía mucho de ella. Se mantenía al día con su vida a través de sus redes sociales, pero el sabía perfectamente que ella nunca publicaba donde estaba al momento de estarlo, que publicaba cosas confusas para que la gente no supiera lo que pasaba en su vida privada.

Hassan, por otro lado. Lo captaban con una diferente cada semana, los paparazzis lo perseguían por todos lados y cada fin de semana era una situación y un titular diferente.