♡┆capítulo 15: cita de cortejo.

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Yoongi mira el sobre en sus manos. Después de despedir a Minseok, el alfa sabía que tenía que empezar su trabajo, incluso se había cambiado al uniforme, pero también sentía curiosidad por lo que contenía el sobre. Incluso no se había movido del sofá en quince minutos tratando de leer toda la hoja de información.

Estaba emocionado por la oportunidad y por contarle a Jimin. Sin embargo, tenía que esperar a que se encuentren en el almuerzo. Y, aunque, la noticia era grandiosa, también era del conocimiento de Yoongi que, si aceptaba, debía buscar un trabajo diferente y que se adaptara al nuevo horario.

El alfa muerde su labio y niega. Un paso a la vez. No puede precipitarse. Yoongi maldice cuando los toque en la puerta lo asustan y sabes que es jodidamente tarde si lo vinieron a buscar. Dejando el sobre en la mesa, abre la puerta y le sonríe al supervisor.

—Treinta minutos tarde. —es el saludo de su supervisor en cuanto abre la puerta.

—Lo siento, señor. Me entretuve con...

—Basta, no me interesa saber lo que estabas haciendo —lo corta el hombre con voz chillona—. Solo necesito que vayas al maldito salón de eventos y te pongas a limpiar con los otros, se acerca un desfile y debe estar brillando el lugar.

—De acuerdo, iré enseguida.

—Si voy al salón y no estás, voy a reportarte por holgazanear, ya que no voy a tolerar tu irresponsabilidad solo porque mojas tu polla con el dueño de circo. —murmura dándose la vuelta.

El ceño del alfa se frunce y mordiéndose la lengua para no decir nada, sale del cuarto. Eso fue innecesariamente grosero, lo dice como si es que Yoongi tuviera un gran puesto gracias a Jimin. Honestamente, desde que se esparció el rumor de que era el novio del modelo, Yoongi había notado que muchos fueron más amables con él, pero otros seguían siendo iguales o más hostiles.

Yoongi saluda a la señora Im, quien ha sido la única en tratarlo amablemente desde el primer día y dispone agarrar el trapeador cuando hay un peso en sus hombros.

—Hola, Yoongi.

—Ah, hola, Jonghyun.

Claramente, este chico beta era uno de ellos. Mira al pelirrojo cuando comienza a balbucear sobre que el lugar está bastante sucio y les llevará tiempo terminar, Yoongi responde con tarareo, sin prestarle atención realmente. Le cuenta innecesariamente sobre que vio una paloma muerta de camino al trabajo. Hasta que llega al punto de su acercamiento, supone el alfa.

—¿Tienes planes para este fin de semana? Unos amigos y yo nos reuniremos el sábado en un karaoke —el beta pelirrojo se encoge de hombros con casualidad—. También puede traer a tus amigos. Entre más, mejor.

—Lo siento, tengo planes para este fin de semana —se lamenta falsamente.

Sabiendo que el beta no quiere entablar una amistad real con él. Jonghyun nunca le había hablado y ahora que estaba saliendo con Jimin y sus amigos, lo trataba como si fueran viejos amigos. Yoongi con los años ha aprendido a leer entre líneas, sabe la diferencia entre amabilidad sincera y la falsa.

Era obvio lo falso que era el tipo.

—Oh, por supuesto. Otro día será. —sonríe antes de alejarse hacer lo suyo. El alfa se queda viendo la espalda del beta con los ojos entrecerrados y cuando esté se voltea a mirarlo con una sonrisa, Yoongi se la devuelve ante de girarse a barrer el polvo.

A veces, el alfa se preguntaba en qué si él era intolerante o las personas eran muy imbéciles.


destinado a amarte  ; yoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora