Naufragio al paraíso (JIHAN/MINSHUA) / Threeshot

El caprichoso emperador

Jeonghan se encontraba muy aburrido ese día, pero tenia que cumplir con sus deberes, así que como era usual es que estaba en su trono escuchando a distintos ciudadanos y sus pedidos, a veces realmente interesándose por los problemas que le pedían solucionar, pero en su mayoría era gente que solo quería halagarlo para intentar mejorar su imagen frente a él, consiguiendo generalmente el efecto contrario.

Por eso ya estaba cansado cuando ocurrió algo inesperado, y es que llego el grupo del sacerdote que vigilaba las afueras del reino, quien no solía perder el tiempo viniendo a informarle de como le fue, ya que no encontraban ninguna novedad, así que esta vez tuvo que haber pasado algo.

Debido a esto es que en cuanto pudo dejo que entraran a la sala del trono, sus ojos de inmediato fijándose en la persona extraña que traían. De inmediato estudio a esa persona, un hermoso y atractivo hombre de cabellos tan claros como los rayos de sol en la madrugada y que por alguna razón tenia sus ropas húmedas, provocando que la tuviera pegada a su cuerpo. Tenia una apariencia algo desaliñada, pero no podía esconder lo perfecto que era ante sus ojos.

A pesar de que el sacerdote le empezó a repetir una profecía que él sabia desde pequeño, es que seguía mirando fijamente a esa persona, sorprendiéndose de que aquel atractivo hombre realmente fuera encontrado en las condiciones que indicaban las escrituras. Todos los presentes estaban bastantes emocionados por eso, pero la verdad es que el rey estaba más interesado en admirar los rasgos de esa persona, por lo que seguía viéndose aburrido, pero sus ojos estaban agudamente observando todo.

- Glorioso emperador, sé que este es un gran símbolo para nuestras tierras y tu prospero imperio, pero hay un problema que no sabemos como enfrentar, por lo que esperamos puedas iluminarnos con tu sabiduría – Jeonghan enarco una ceja por como siempre endulzaban tanto una simple oración.

- Adelante, comparte tus preocupaciones – Soltó con aburrimiento para que siguiera hablando, notando que el hombre rubio se notaba inquieto y que parecía tener frio, ya que se frotaba sus brazos constantemente.

- La profecía indicaba de la llegada de este hombre y como iniciaría un gran periodo de suerte y alegría, sin embargo con solo su llegada ya cumple con ese fin, sin aclararse bien que debería hacer el forastero a continuación, si quedarse en nuestro territorio o que deberíamos ayudarlo a seguir su camino... - Intento explicarse el sacerdote, no muy seguro de que era lo mejor.

Siguió soltando palabras, pero la mente de Jeonghan ya estaba maquinando algo, sonriendo de repente ante una gran idea – No necesitan preocuparse por ello, ya han hecho su parte, así que déjenme a mi el futuro de nuestro invitado.

...

Joshua en ese momento estaba rezando para que dejaran de hablar y le permitieran cambiarse de ropa y secarse, ya que le estaba dando bastante frio.

Para su suerte es que luego de unas ordenes dadas por el que parecía ser el emperador es que otras personas lo guiaron a un lado. De reojo miro al hombre del trono y se sorprendió de ver una juguetona sonrisa en su rostro, lo cual no le daba buena espina, pero eso no le impedía confirmar que esa persona era malditamente atractiva.