Cultivo del Dragoncito Bonito Y el Fénix Enojon

Capítulo 13 - Duerme en mis aposentos

Después de más de medio mes, Ji Chaoyun finalmente volvió a pisar Wenqu Peak.

Al ser arrastrado por Feng Qi al patio familiar, Ji Chaoyun no pudo evitar preguntar: "¿Nunca vives con otros?"

"Cuando vives aquí, no puedes ser ruidoso, ni puedes perturbar mi descanso. De lo contrario ... "Feng Qi señaló el estanque de lotos en el medio del patio. "Te arrojaré al agua".

Ji Chaoyun: "..."

Aquí hay dos dormitorios. El grande de la izquierda es mío, mientras que el de la derecha está desocupado y lleno de cosas mías. Puedes limpiarlo tú mismo. Feng Qi cruzó el puente de piedra y se acostó en el sofá de bambú junto al estanque de lotos, y continuó tranquilamente: "Cuidarás del patio frente a la casa y del campo espiritual detrás de él. No debería ser difícil para ti, ¿verdad?

"Además, he mantenido este estanque de koi de cola dorada durante muchos años. No tienes permitido comerlos".

"..." Ji Chaoyun se quedó sin palabras. "Tenga la seguridad de que no como koi".

Terminada la conversación, Ji Chaoyun se dirigió al dormitorio de la derecha. Empujando la puerta abierta, una nube de polvo se elevó en la casa.

Era discutible cuánto tiempo no habían limpiado esta habitación. Una gruesa capa de polvo cubría toda la habitación; todo tipo de basura diversa se colocó al azar y al azar. Ji Chaoyun se quedó en silencio frente a la puerta, sin siquiera poder encontrar un lugar para pisar.

Al ver que no había entrado en la casa durante mucho tiempo, Feng Qi se acercó. "¡Qué pasa... tos tos tos!"

Feng Qi fue ahogado por el polvo que se aproximaba. Dio unos pasos hacia atrás, tapándose la nariz. Ji Chaoyun lo miró y estaba a punto de entrar, pero Feng Qi lo detuvo.

"¡Tos... espera... tos!" Feng Qi lo empujó hacia atrás como si quisiera huir y levantó la mano para lanzar un hechizo para cerrar la puerta con un peng. "¿Que planeas hacer? ¿Está tan sucio y todavía quieres entrar? Tos tos..."

La expresión de Ji Chaoyun era difícil de leer. "¿Nunca has abierto esta habitación desde que te mudaste?"

Feng Qi reflexionó. "Algo como eso. Cuando entré por primera vez a la academia, le pedí a alguien que moviera las cosas no deseadas del patio hasta aquí. Después de eso, no lo volví a abrir".

Acabo de entrar en la academia...
Así fue hace más de cincuenta años.

Ji Chaoyun cerró los ojos y dijo: "No importa. Estará bien solo limpiar. Su Alteza, retroceda un poco, para que no se lo tome a usted mismo."

"Ya es tan tarde. ¿Hasta cuándo piensas limpiar? Feng Qi ofreció: "Encontraré algunas personas para limpiar mañana. No lo hagas por ahora.

"Pero..."

"No me hagas 'pero'", lo interrumpió Feng Qi. "No descansaste anoche y hoy estuviste fuera todo el día. Mañana todavía tienes que ir a clase. ¿No te cansas?

...De cualquier manera, no tan mimado como tú.

Ji Chaoyun lo criticó en su corazón mientras preguntaba pacientemente: "Solo quiero preguntar, si no lo limpio, ¿dónde viviré?".

Feng Qi: "..."

Había dos dormitorios en este patio. Si no se podía vivir en este, entonces solo había...

La visión periférica de Feng Qi se dirigió hacia la habitación de la derecha, un poco vacilante. Su Segunda Alteza Feng nunca ha vivido con nadie desde que nació. Esta capa de defensa psicológica no fue tan fácil de cruzar. Pero si Ji Chaoyun se fuera ahora, sería aún más difícil engañar a esta persona en Wenqu Peak por segunda vez.