La guerra no es una muestra de amor

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Pedido: Song-1o

...

Hubo una vez dos dioses poderosos que dominaban los reinos de los mortales.

El primero era Quackity un Dios de la Guerra, cuyo reino era la conquista y la dominación. Él tenía la gran capital de Las Nevadas a su cargo, dónde lo alababan cómo Big Q.

El segundo era Luzu, un Dios de la Venganza, cuyo reino era la justicia y el castigo. El no gobierna ninguna ciudad en específico, pero varios pueblos rurales como karmaland, le tenían un gran aprecio a este Dios.

Un día los dos dioses se encontraron en una reunión en el reino celestial y se enamoraron inesperadamente.

Luzu era la tranquilidad que el Dios de la guerra necesitaba y a pesar de que sus reinos eran opuestos, el amor que sentían el uno por el otro era poderoso e inquebrantable.

El Dios de la Guerra, decidido a demostrar su amor a su amado, ordenó a sus seguidores que iniciaran una gran guerra en todo el mundo.

Quackity quería darle el mundo entero a su amado.

Los mortales se mataron entre sí en una batalla sangrienta y atroz que duró años. La tierra se cubrió de cadáveres y el aire se llenó de gritos de dolor y sufrimiento.

Un día el Dios de la venganza se encontraba en su forma humana paseando por las llanuras. Un olor a humo y putrefacción llegó a su nariz, corrió por toda la vereda, hasta llegar al pequeño pueblo de Karmaland, solo para encontrarlo en ruinas.

Cadáveres amontonados en una cabaña que se encontraba hasta las cenizas.

Todas las personas con las que alguna vez hizo tratos o convivió, ahora estaban muertas.

Una bandera se alzaba por encima del pueblo, siendo la única cosa deslumbrante que quedaba.

La bandera de Las Nevadas.

Luzu se llenó de irá y de inmediato ordenó una junta con el Dios de la guerra.

"¡Quackity! ¿¡Cómo te atreves a ocasionar muerte  en mis tierras!?", escupió furioso al otro Dios que lo miraba confundido.

"Es un daño colateral. Todas las tierra serán tuyas muy pronto"

"¿De qué hablas?"

"Después de nuestra boda, todo lo que queramos estará a nuestros pies", dijo convencido.

Luzu lo miró sorprendido.

El Dios de la Venganza no estaba de acuerdo con la guerra y de inmediato trató de persuadir a su amado para que detuviera la masacre.

"Este acto atroz, no es necesario para demostrarme tu amor"

"¿Atroz?", Quackity lo miró indignado, frunciendo el ceño con fuerza. "¿Qué tiene de diferente la guerra y la venganza? Tu también haz realizado actos atroces".

"La venganza es la reacción a una injusticia cometida. Yo no causé la muerte solo porque sí", Luzu se acercó a Quackity, acariciando su mejilla con suavidad, para luego presionar sus labios en un pequeño beso fugaz. "Detén esto por favor…"

Pero el Dios de la Guerra estaba decidido a ignorarlo y no escuchó sus súplicas.

Desapareciendo del lugar.

Pasarón los días y al parecer Quackity no había detenido la gran guerra, que poco a poco arrasaba con las ciudades como si nada.

Finalmente, el Dios de la Venganza se cansó de suplicar y decidió intervenir en la guerra.

Preparó sus tropas, llamados los secuaces de la muerte, porque trabajaban en la oscuridad y nunca sabías cuándo una flecha venenosa te atravesaría el corazón.

Luzu detuvo la destrucción de una ciudad, llegando justo a tiempo.

Luchó contra el Dios de la Guerra y trató de detener la masacre, pero fue en vano. El Dios de la Guerra, cegado por sus ideas, no escuchó las palabras de su amado y lo atacó en un arrebato de ira.

Flechas caían del cielo como una lluvia infernal, sin embargo, al Dios de la guerra no lo detenía nada.

Las alas del Dios brillaban en una llama amarilla, aleteando alrededor para derribar a los secuaces. En algún punto de la batalla, sacó su hacha, cortando cabezas a diestra y siniestra.

Luzu preparó una flecha con su más fuerte veneno, observando como el Dios se acercaba cada vez más. Tenía su corazón en la mira, listo para matarlo, pero sus dedos temblaban, incapaz de soltar la flecha.

No quería lastimar a su amado.

Y ese momento de titubeó le costó la vida.

El Dios de la venganza sintió el hacha de acero hundirse en el costado de su estómago, el fuego lo quemó y solo pudo soltar un gritó ahogado antes de que sus ojos se nublaran.

El Dios de la Venganza murió en los brazos del Dios de la Guerra.

Quackity miró el cadáver de su amado. Su cuerpo comenzó a temblar al ver cómo la sangre dorada manchaba el piso.

Había matado a la calma de su tempestad.

El Dios de la guerra tomó en brazos a su amado mientras este lamentaba lo que había hecho. Se dio cuenta de que su sed de violencia y conquista  le había cegado y lo había llevado a cometer un acto terrible.

Los meses pasaron.

La guerra continuó, pero ahora el Dios de la Guerra luchaba con un corazón roto. Ya no sentía el mismo amor y pasión por la batalla y, finalmente, decidió poner fin a la guerra. Se retiró de la lucha y se sumió en la tristeza y el remordimiento por lo que había hecho.

La ciudad de Las Nevadas desapareció al pasar los años, convirtiéndose en un lugar fantasma en el que pasaban los trenes y en qué habitaban almas perdidas.

La guerra dejó un legado de dolor y sufrimiento que duraría generaciones.

Y en algún lugar del mundo, un joven de cabello castaño y ojos rojos, contaba la historia a unos niños de preescolar quienes lo miraban asombrados.

"Pobrecito Dios de la guerra, se quedó solo", una niña se limpió las lágrimas de los ojos.

"Pues se lo merecía, mató a la persona que lo amaba", dijo otra niña.

"¡Yo digo que todo se pudo solucionar si se casaban y tenían muchos hijos y un perro y un gato... Y un pony!"

"Muy bien, ya es hora de salir, niños", el maestro soltó una risa al ver a sus alumnos discutir por la historia. "Recuerden traer un dibujo sobre lo que entendieron de tarea"

"¡Muy bien maestro Luzu!" dijeron al mismo tiempo con una sonrisa, para luego tomar sus mochilas y salir del salón corriendo.

Luzu se quedó parado observando la puerta.

Un sentimientos extraño lo inunda cada que lee ese libro. Cómo nostalgia o tal vez se está volviendo loco.

Guarda su material en el maletín y sale del salón de clases azotando la puerta.

One-shots [LUCKITY]Where stories live. Discover now