Capítulo 40

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—Prefiero morir antes que besarte de nuevo— le aseguré, viendo como en sus perfectos y estúpidos labios se formaba una sonrisa encantadora.

Él me miró con diversión, sus ojos brillaban debido a lo divertido que le resultaba mi comportamiento, sobre todo porque se intentó subir nuevamente a su auto y yo otra vez lo detuve.

Esta vez me acerqué, me paré justo frente a él viéndolo directamente a los ojos mientras pensaba en otro modo para convencerlo. No quiero besarlo, sé que, si lo hago, todos aquellos sentimientos que he estado ocultando reaparecerán, además tengo una prometida, el besarlo significaría que le estoy siendo infiel.

—Si no me vas a besar, entonces no tenemos nada de que hablar— me aseguró, cruzándose de brazos mientras se apoyaba contra la puerta de su moderno vehículo.

—Tú me trajiste aquí, debes hacerte responsable—le dije manteniéndome firme.

—No, ya te dije que no quiero— me dijo desviando la mirada, mirando en otra dirección con indiferencia.

—¡No seas egoísta! Si me dejas aquí, podría morir o...

—Dijiste que preferías morir antes que besarme— me recordó— si te quedas aquí, es tu decisión, no la mía.

—¡Pero tú me trajiste!

—Y te estoy dando la opción de llevarte a cambio de un beso— repitió.

No sabía cómo convencerlo de que no me dejara aquí, por ello, opté por tomarlo del cuello de su camisa y acercarlo a mis labios, dejando que se rozaran con los míos con aquello que llaman "un piquito"

Fue un beso corto, pero seguía siendo un beso.

Chris carcajeó, supongo que no esperaba que le diera un beso como aquel, aunque cuando intenté subirme a su auto, él le puso seguro a las puertas.

—Dame un beso de verdad— me dijo deslizando su mano por mi mejilla, estremeciendo mi piel con aquel mínimo roce— quizás con eso tengamos un final feliz...—susurró acercándose a mis labios.

—Tú y yo jamás tendremos un final feliz—le aseguré, queriendo evitar el contacto.

—Bueno...—murmuró— eso aún no está decidido...—añadió atrapando mis labios de aquel modo irresistible que me obligaba a entrelazar mis labios con los suyos.

Era un beso apasionado, de aquellos que sólo son detenidos por alguno de los dos. Sus manos se posicionaron en mis mejillas, impidiendo que me alejara, algo que alargó el beso hasta el punto de sentir mi respiración acelerada.

Odio admitirlo, pero mi vientre se estaba llenando de lo que nombran como "mariposas" y quería otro, quería muchísimos más, pero quería mantenerme firme y hacerle ver que no me enamoraría otra vez.

—Ahora debes llevarme— le dije forzando mi voz para no evidenciar que me sentía emocionado.

Chris sonrió y abrió las puertas con un simple botón, algo que me permitió correr hasta el asiento del copiloto y subirme a su lado.

En el trayecto, no quería hablar, mantuve mi mirada fija en el exterior, viendo a través de la ventana de mi puerta. Cuando llegamos a mi casa, una parte de mí no deseaba bajarse de su auto, pero tenía que hacerlo.

—Deberías terminar con tu prometida, quieras o no, el destino nos quiere juntos— comentó mirándome con diversión.

—No, esto sólo fue una casualidad— le aseguré, bajándome de su auto para entrar corriendo a mi casa.

Cuando cerré la puerta, me dejé caer a través de ella mientras sentía que todo mi cuerpo hormigueaba.

Joder, ¿por qué no puedo rehacer mi vida? Yo no quiero enamorarme, no de él... no de nuevo...

Un final feliz [Bl]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora