El doctor Park (sungsun)

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Corría con todas mis fuerzas hacia aquella parada de autobús  cuando caí rudamente al suelo, raspando así mi rodilla. Estaba apunto de perder mi clase y todo por una estúpida lluvia. No quería ser regañado nuevamente, pero debido a las circunstancias, estaba seguro que recibiría otro castigo por parte de mi profesor.

Me quedé al rededor de unos diéz minutos esperando a que se calmara un poco la lluvia, pero esta parecía empeorar aún más, así que puchereé mientras abrazaba mi bolso y me quejaba por el dolor que tenía en mi rodilla ensangrentada. No quería empaparme o pescar un resfriado, no otra vez, por la tanto me resigné y quedé de brazos cruzados, mientras me preparaba mentalmente para los griteríos de mi profesor.

Me senté en la banca de la parada de autobuses, mientras veía la gran cantidad de llamadas perdidas que tenía por parte de mi mejor amigo.

Por un momento me distraje por completo. Estaba tan absorto en mis pensamientos que no me percaté cuando un auto lujoso se posó frente a mi, así que cuando por fin levanté la vista, noté a un hombre guapo bajarse de ese auto con rapidez, mientras me extendía un paraguas color negro.

Sentí mis mejillas arder acusa de aquella tierna acción por parte de aquel alfa de porte extremadamente serio. Parecía ser un doctor, pude deducirlo debido a su vestimenta un tanto formal y su bata blanca, o tal vez lo hice porque su bata decía "Doc. Park Sunghoon".

—¿E-es p-para mi?— tartamudeé con cierta timidez y asombro, mientras veía al alfa a los ojos. Sentí que mis mejillas ardieron por completo y mi corazón latía tan rápido que podría morir ahí mismo por su culpa.

—¿Ves a alguien más además de nosotros dos?— me sonrió el alfa una vez que notó que estaba viendo hacia los lados, tratando de ver si había alguna otra personas cerca nuestro.

—Pero, usted se mojará— mencioné aquello, mientras negaba con mi cabeza.

Fue un poco estúpida mi repuesta, ya que aquel hombre iba en auto. —"¿Como diablos puedes ser tan tonto?" – me reproché a mi mísmo.

—Como doctor, tengo que cuidar de las personas, así que por favor acéptalo, podrías resfriarte.— insistió Sunghoon, mientras veía la hora en su reloj, pues se le estaba haciendo un poco tarde su llegada al trabajo.

Un sentimiento cálido se instaló en el corazón de Sunoo, a la par que sentía como su omega aullaba como un loco y corretaba en sus adentros.

–"¿Aquello era algo normal?"– s e preguntó así mismo, mientras veía a alfa acercarse a él.

—Se lo agradezco mucho señor, en serio— hice una corta reverencia mientras tomaba aquel paraguas entre mis manos y agradecía su lindo gesto.

El mayor miró unos segundos a aquel chico, sintiendo curiosidad por saber que le había pasado. —¿Podría preguntar que te sucedió ahí?, se ve un poco mal— mencionó Sunghoon señalando la rodilla raspada de Sunoo, mientras este trataba de cubrirla con su manito.

—Oh, eso, no es nada, solo me caí cuando corría hacia aquí— sonrió el omega con un poco de vergüenza por ser tan torpe.

Sunghoon volvió a mirar al chico por unos segundos, mientras sentía la necesidad de ayudarlo por lo tierno que era, así que se ofreció a limpiar su herida. —Tengo un botiquín de primeros auxilios en mi auto, espera un momento, iré por el.

—No es necesario, no quiero molestarle, seguro tiene cosas por hacer y... — fue interrumpido por Sunghoon quien negó con la cabeza, mientras tomaba el botiquín entre sus manos, mojándose un poco por la lluvia. —No pasa nada, te ayudaré y luego me iré.— sonrió el mayor, mientras se acerca a Sunoo, quien estaba sentando en la banca de la parada de autobuses.