Capitulo 2

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Irelia parecía no saber que contestar, abría la boca y la cerraba, apartando su mirada de la de la rubia. Con todo eso, Lux ya sabía que algo estaba escondiendo, y a decir por la cara de Janna y Lulu, ellas también sospechaban. Su amiga peliblanca también la miró, esperando una respuesta, una que no la hiciera querer estrangular aun más a su líder.

El hombre, al verse a salvo y deducir que la situación se había tornado en contra de Irelia, sonrió—Son para Katarina Du Couteau.

Podía sentir el enfado empezar a subir por sus venas y contaminar todo el buen humor que traía ese día. Irelia se centró en el suelo al sentir las miradas acusadoras de todas sus amigas—Lo sabías y no has dicho nada? —soltó Lulu, con un tono inocente, sin darse realmente cuenta de la situación.

—Sí, lo sabía y no ha dicho nada. Esa loca podría habernos matado y ella no habría dicho nada tampoco —dijo Lux, frotando su frente, intentando calmar el dolor y las ganas de darle un buen puñetazo a su amiga.

Sinceramente, lo que menos quería ella era involucrarse con una persona como Katarina Du Couteau. No sabía si era porque le parecía demasiado guapa como para pensar en dispararle, o si le temía a muerte. Lux borró de su cabeza tales pensamientos en cuanto aparecieron, no le gustaba la idea de empezar a pensar en esa mujer de esa forma, alguien tan cruel, sádica, loca y asesina no tenía que ocupar su cabeza por nada en absoluto.

Ahora se encontraban en la mesa del famoso bar de Gragas, un espía retirado pero con una gran reputación a sus espaldas, esperando a que el jefe apareciera para darles aquel mensaje tan importante. Irelia se había mantenido en silencio por el momento, y sus amigas lo prefirieron así. Ya habían discutido lo suficiente mientras los policías se llevaban a los delincuentes encadenados, alegando que investigarían el lugar y la relación que tenían con la mafiosa.

Janna también estaba decepcionada, mientras que Lulu no estaba del todo segura de lo que pasaba. En realidad, las peleas en el equipo Estelar eran más que comunes. A Lux le gustaba tener la razón y demostrar lo tan buena espía que podía llegar a ser, Irelia quería liderar a toda costa y ser la más respetada del grupo, mientras Janna y Lulu se quedaban al margen.

La actitud de Lux hacia la morena había cambiado en cuanto se enteró de todo el problema y su amiga estaba cada vez más nerviosa, sin saber exactamente como explicarse.

—Espero que hayas pensado algo que decirle al jefe —dijo Janna a Irelia, cruzada de brazos—Una estrella no actúa ni sabe más información que las otras, y mucho menos no lo comunica.

Irelia resopló—Fue un error, iba a contaros en cuanto acabáramos.

—Y si Katarina Du Couteau estuviera por allí? Y si nos ha escuchado? —habló Lulu, asustada. A ninguna de ellas les hacía mucha gracia el hecho de poderse encontrar a la pelirroja famosa, en el mal sentido.

—No estaba allí.

Lux la miró—¿Y cómo lo sabes? Es la criminal más buscada de todo el planeta. Y esos idiotas podrían haberte mentido.

—Ella no estaba allí. Esa loca no ha entrado al país todavía, por lo que sé.

—¿Te refieres a Katarina Du Couteau? —a sus espaldas, la voz grave retumbó en el lugar. El jefe Graves sacó el porro de su boca para escupir al suelo mientras se hacía un sitió al costado de las chicas—Entró en la ciudad de Piltover hace unas horas —Lux rodó los ojos, sin creer lo ilusa que Irelia había sido incluso siendo su líder.

Cuando el jefe comenzó a hablar sobre la próxima misión y el hecho de que las había citado a tan conocido bar, Lux dejó su mente vagar. La misión sucedería en el famoso bar del centro de Piltover, donde Gragas, el borracho barman, servía a todos entre sonrisas y bromas. El bar servía tanto para una noche de locura a base de chupitos como para tener una buena cena en una linda cita, y por eso mismo se preguntó...

¿Por qué diablos alguien como Katarina Du Couteau iría a un sitio tan público?

¿Es que ella no es consciente de que la persigue medio millón de espías?

Graves se arregló la garganta con un gruñido, lo que sacó a la bella rubia de sus cavilaciones—La criminal tiene preparada una cita a las 11 con ...

—¿¡Ninotchka!? —chilló Lulu emocionada.

—No tienen nada que ver una con la otra... —prosiguió Janna.

—Las dos son criminales, eso es suficiente —pasó la pantalla donde les mostraba a las chicas toda la información necesaria—. Aunque coincido en que no tiene muy buen gusto... —el cabello rubio, ojos azules saltones y un cuerpo increíblemente sexy apareció en el holograma.

—¿A qué te refieres con eso? Es hermosa —afirmó Lux, ganando un afirmación con la cabeza de sus amigas.

Graves suspiró con cierta molestia—Ojala su apariencia fuera un rival justo de su personalidad. Sinceramente, lo siento por Du Couteau.

Lux tarareó suavemente, asimilando la afirmación que le acababan de dar. Estaba más que segura de que su equipo era capaz de capturar a cualquier criminal, pero esto era diferente, la criminal era Katarina Du Couteau, e iba acompañada por alguien no menos peligroso que ella. En sus venas corría el miedo y también la emoción de enfrentarse a alguien así cara a cara.

La espía se levantó del asiento y miró a sus compañeras—Podemos hacer esto —la frase pareció animar los rostros preocupados de sus amigas. Su mirada se dirigió al jefe Graves—Esta misión es nuestra, señor.

—Por supuesto. Sin más dilemas, me iré —anunció—Confió en que pueden hacer esto, equipo Estelar.  

...

Equipo Estelar (Basado en D.E.B.S)Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora