¡No soy tu fan! Black Dragons vs Tokyo Manji (Mitake/Maitake)

12. Desapercibidos

Takemichi se sentía nervioso, los demás ya se habían ido a cumplir con sus compromisos así que el bajo a esperar a Mikey, lo había citado lo más temprano que pudo pues quería aprovechar el día lo más que pudiera con el otro.

Sonrió al escuchar el ya característico sonido de la moto de Mikey.

— Lo siento Takemicchi, me costó un poco levantarme — dijo el cuanto se quitó su casco.

— Entiendo Mikey kun, asi que no te preocupes — contestó con una sonrisa, sin embargo Mikey venía muy...Mikey, tendrían que arreglar eso — Mikey kun, ¿Te molestaría si hacemos unos cambios en tu ropa?

— ¿Mi ropa? ¿Tiene algo de malo?

— Bueno...digamos que a donde iremos llamarás mucho la atención y mi intención no es esa.

— Uhm, así que ¿no quieres que nadie más me vea, Takemicchi?

Takemichi se sonrojo ante lo dicho, ¿Sería posible que alguien no viera lo apuesto que era Mikey? Imposible.

— Yo...bueno...es que es parte de la sorpresa... — contestó tímidamente — tengo algunas prendas que podría prestarte.

— Bien, dejaré que Takemicchi se haga cargo.

Mikey dejó su moto estacionada y siguió al ojiazul hacia el elevador para subir a lo que era el dormitorio de los black dragons, Takemichi lo guio a lo que era su habitación, observó todo lo que había ahí, era mas sencillo que su habitación pero la de Takemichi se veía cómoda y organizada, incluso tenía una guitarra acústica en una esquina lo que a Mikey le llamó la atención dirigiéndose hacia ella mientras el menor buscaba algunas cosas en el armario.

Mikey la tomó con cuidado y empezó a tocar unos acordes.

Esto hizo que Takemichi se volteara en seguida.

— Es una guitarra muy bonita.

— Gracias, me la regaló mi mamá cuando me empecé a interesar en la música.

— Ya veo, tiene buenos gustos, ¿Puedo tocar algo en ella?

— ¡Claro me encantaría!

Mikey se sentó en la cama del menor con la guitarra entre sus brazos, empezó a tocar algo que a Takemichi le resultó relajante y a su vez hermoso, el ojinegro empezó a tararear algo al ritmo de los acordes, sorprendiendo al menor.

— ¿Es una canción? — preguntó interrumpiendo al mayor.

— Uhm digamos que es algo que acabo de inventar.

— Suena hermosa Mikey kun, deberías hacerla canción.

— Lo pensaré, Takemichi ¿No se nos hace tarde?

— ¡Ah es cierto! Mikey kun ponte esto por favor — dijo el ojiazul entregándole unas prendas — el baño está enseguida de la siguiente habitación.

Mikey asintió y se dirigió hacia donde Takemichi le había indicado, se cambió no muy seguro pero aun así confiaría en el otro, una vez terminó volvió con el ojiazul.

— Takemicchi ¿Estás seguro de esto?

— ¡Claro Mikey kun, te ves perfecto!

— Uhm si tu lo dices, confiare en ti.

— Ahora ya estás listo — dijo el menor con una sonrisa y colocando una gorra al otro — solo me cambio también y nos vamos Mikey kun.

Mikey esperó en la habitación del ojiazul, tomando nuevamente la guitarra, tocando algunos acordes más y sonrió, realmente era una guitarra muy bonita.