Orgullo del tiempo

capitulo 32

Era imposible decir con precisión qué empeoró la semana de Hermione.

Hagrid llevándolos al Bosque Prohibido durante el último partido de Quidditch de la temporada, o las noticias de Severus sobre su hijo. Hermione no podía evitar preocuparse constantemente por él casi de la misma manera en que se preocupaba por Harry; en ese sentido, se parecía mucho a Molly, cuya mente siempre estaba en el bienestar de sus hijos. Pero saber directamente de su esposo, después de un día angustioso, que su hijo estaba enfermo de viruela del dragón, era lo último que necesitaba escuchar.

No podía simplemente levantarse y dejar la escuela para estar con él. Lo que significaba que después de una noche de insomnio retorciéndose las manos y paseando por la sala común, le escribió una nota a Severus diciéndole que solicitara la ayuda de Molly Weasley. Molly aún no sabía de la existencia de Selenius, pero no podían enviar a Selenius a San Mungo, y la única persona en la que Hermione confiaba para saber qué hacer y mantener en secreto la existencia de Selenius era la madre de Ron. Sin duda, había lidiado con Dragonpox antes, y era la única figura maternal que Hermione pudo encontrar presente para ocupar su lugar.

Severus hizo lo que ella le dijo, pasó por el cuartel general durante el almuerzo y, después de llamar a Molly por red flu, la llevó a la habitación de Selenius. Molly miró a Selenius, que estornudaba chispas, y se dio la vuelta para ordenarle a Severus que bajara a la cocina y pusiera una olla con agua en la estufa. Sirius estaba sentado a los pies de la cama de Selenius, moviendo la cola y tratando de no molestar demasiado mientras Molly mimaba a Selenius.

Fue solo después de haberle preparado a Selenius un tazón de sopa de pollo con fideos tentadoramente deliciosa y haber enviado a un Dedalus Diggle a St. Mungo por un frasco de cura para la viruela del dragón que le exigió una explicación a Severus. Además, se negó a guardarle un secreto a su esposo, pero después de enterarse de otro aspecto de la situación de Hermione, accedió fácilmente a que los dos guardaran silencio.

"Para empezar, la mayoría de ellos ni siquiera saben acerca de ustedes dos, sería difícil de explicar además de todo lo demás", dijo, luciendo un poco nerviosa mientras trataba de asimilar todo esto.

Molly era la mejor persona en el mundo a la que Hermione podría haber pedido ayuda para cuidar a su hijo. Pero también significaba que aún más personas sabían sobre la existencia de Selenius, un círculo que crecía cada vez más a medida que Selenius envejecía, y Hermione estaba preocupada por los peligros que esto presentaba. Era vital que el Señor Oscuro nunca escuchara un leve susurro de palabra sobre el hecho de que Hermione y Severus podrían no ser los únicos dos en la Casa de Snape.

Severus deslizó una carta en la tarea de vuelta de Hermione una semana después informándole que a Selenius le gustaba mucho Molly, pensaba que su comida era excelente y que él estaba mejorando. Solo tenía un caso leve de viruela del dragón, y ahora estaba mejor en general, excepto por los estornudos ocasionales de chispas y las pústulas verdes y púrpuras que aún se estaban desvaneciendo de su piel.

Y durante todo este tiempo, sus amigos no se dieron cuenta de la fuente de su angustia, ni ellos mismos fueron muy felices; La euforia de Ron por raspar la Copa de Quidditch para Gryffindor recibió un golpe cuando Hermione y Harry finalmente se animaron a decirle que Hagrid tenía un gigante por hermano, y que si lo despidieran, quería que siguieran dándole lecciones de inglés. Fue, para decirlo sin rodeos, todo un lío.

Además, había que preocuparse por los próximos TIMOs. Hermione había tomado el suyo hace casi dos décadas, y aunque todavía tendría que participar en los exámenes reales, no contarían para nada. Todavía le enviarían por lechuza las mismas puntuaciones que había recibido hace veinte años. Sin embargo, no cambió el hecho de que, como antes, había surgido un comercio en el mercado negro entre el quinto y el séptimo año. Hermione reconoció los mismos viejos trucos y trató de rescatar a sus compañeros de estudios de sí mismos.