Demasiado bueno para ser verdad

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Las siguientes noches Inosuke estaba dando sus mejores peleas, el ánimo que le daban sus amigos lo ayudaban mucho incluyendo a la enana, la hermana de Gonpanchiro era muy amable pero a veces daba miedo pero aún así también lo apoyaba y terminaron volviéndose cercanos también, incluso había ido un par de veces a la montaña a escondidas con Zenitsu pero siempre eran atrapados por el hermano mayor; ahora sí sentía que las cosas estaban mejorando al fin. Ese día en especial venían los cuatro amigos, Zenitsu, Nezuko, Tanjiro e Inosuke, este último había dado un gran espectáculo ese día y según el rubio había sido gracias a que Natsushiko había estado pegado al pelirrojo cada vez que entraba en la jaula y en parte tenía razón pues cada que lo veía acercarse buscaba la manera más rápida de terminar la pelea para poder ir a separarlos lo que ponía de muy buen humor a Tanjiro pero era algo que Inosuke no estaba dispuesto a admitir.

- Oye Monjiro, Nenitsu se le pega mucho a la enana ¿crees que él... - un golpe en la nuca por parte del rubio lo sorprendió pues lo había escuchado gracias a su gran oído - ¡solo dí la verdad Monitsu! -

- ¡Aquí la única verdad es que a pesar de tantos años juntos jamás me llamas por mi nombre! Eso realmente me hiere - fingió tristeza para que la adorable chica lo apapachara lo que provocó algunas risas y una mirada incómoda del moreno - por cierto, mañana no podremos acompañarlos al hospital -

- Zenitsu me acompañará a comprar algunas cosas - dijo Nezuko muy animada.

- ¿Solo ustedes dos? - preguntó el hermano mayor algo preocupado.

- Si y no quiero escuchar quejas, no sería necesario que pidiera esta clase de favores si me acompañaras de vez en cuando, sé que te gusta estar con Inosuke pero haz espacio para tu hermana también - sí daba algo de miedo cuando los regañaba pero prestó más atención al comentario sobre su enamorado haciendo que el azabache y el pelirrojo se sonrojaran simultáneamente; este ambiente le traía viejas memorias a Inosuke, hacía mucho que no se sentía tan a gusto y sobre todo era casi un milagro que el destino los haya vuelto a juntar a los cuatro, de verdad que todo estaba llendo bien y era gracias a ellos. Inosuke sonreía como solía hacerlo en aquella lejana época otra vez.

Al día siguiente Tanjiro e Inosuke iban camino al hospital después de la escuela y de camino pasaron por varios locales nuevos, habían remodelado la zona recientemente lo que significaba que terminaría por volverse muy popular pronto; la mirada esmeralda se posó en unas flores lilas, el salvaje las había visto en alguna ocasión hace muchísimo tiempo "son tan bonitas como tus ojos", se quedó pensando un momento perdido en sus recuerdos, sin darse cuenta se había quedado mirando demasiado y solo salió de aquel estado cuando su amigo pedía un ramo específicamente de aquellas flores tomando como excusa que se verían lindas en la habitación de su madre y le ayudaría a refrescar el ambiente, así se las dió al chico de piel pálida parado a su lado recibiendo un pequeño gracias casi inaudible. Para el pelirrojo era una vista hermosa, aquél lindo joven totalmente sonrojado con unas bonitas flores en sus manos, era hermoso..."¿de verdad te gustan?"...otra visión, un Inosuke emocionado con una enorme sonrisa en su rostro le daba flores a él y corría por todas partes muy emocionado cuando le agradecía y le besaba, era el mismo tipo de flor que acababa de regalarle de regreso.

- Son tan bonitas como tus ojos - dijo sin pensarlo mucho acercándose aún más y tomando su barbilla, acercando sus labios cada vez más con una lentitud casi inaudita, antes de tocarlos se detuvo y le susurró - al menos recuerdo eso - ¿acaso lo recordaba? El azabache se sorprendió de esto y casi sin darse cuenta ambos se sumergieron en un profundo y tierno beso, uno que no querían cortar pero que terminaron por romper en el momento en el que Inosuke comenzó a sentir miradas ajenas posarse en ellos...Mientras iban camino al hospital el pelirrojo hablaba sobre cómo había tenido pequeñas visiones, algo que el llamaba recuerdos heredados desde hace un tiempo tratando de no parecer un loco mientras el otro lo miraba casi sin parpadear intentando no perderse ningún detalle, ahora perecian tener sentido algunas cosas que el azabache decía pero aún así no parecía querer hablar de ello, temía equivocarse y lo explicaba como algo ajeno mientras que Inosuke trataba de averiguar si realmente creía en lo que decía, decidioso de sí contarle la verdad; estaban tan entretenidos en la conversación que no se dieron cuenta cuando la enfermera Kocho los llamó insistentemente intentando advertirles y evitarles un mal rato.

Ino ¿Qué pasa?¿Por qué te detienes? - se había detenido de golpe frente a la puerta, estaba temblando, antes de decir otra cosa pudo notar un aroma diferente que venía de la habitación, uno que ya había olido antes y abriendo la puerta de manera abrupta se encontró con un rostro familiar, era quien gritaba y maltrataba al azabache todos los días antes de salir de casa, la persona que urgaba en sus cosas y robaba el dinero para el hospital y quien parecía ser el responsable del estado actual de Kotoha.

- Qué gusto verte hijo, creí que a tu madre le daría gusto que viniera a visitarla, quizás me extraña ¿No crees? - dijo sacando su mano de debajo de las sábanas.

- ¡¿Q-que mierda haces a-aquí!? - trató de gritar pero no pudo evitar que su voz temblara al hacerlo, ambos se habían dado cuenta de lo que intentaba hacer pero Inosuke estaba muy asustado como para hacer algo, de pronto sintió como el moreno sujetaba con fuerza su mano para luego pararse frente a él como si de un escudo se tratara, haciéndole saber a ese hombre que no estaba solo.

- Ya que mi hijo no se tomó la molestia de presentarnos lo haré yo mismo... -

- No es necesario, sé bien quien es usted, nos habíamos visto antes cuando recién me mudé, soy Tanjiro Kamado - dijo con una expresión seria y sin rodeos pues podía oler el miedo inundando la habitación, no solo el de su amado si no también el de la madre de él, incluso pudo sentir levemente el aroma de Kotoha en la asquerosa mano de ese hombre - y por favor absténgase de tocar a la señora, a ella no le agrada y no parece ser bienvenido tampoco - dijo tratando de no ser grosero pues a pesar de todo los valores que le habían inculcado desde pequeño no le permitían hecharlo a patadas, aún si así lo deseaba.

- Bien me iré pero realmente creo que le habría gustado a esa perra, incluso le estaba haciendo un favor - se fué con una maliciosa sonrisa en el rostro mientras que Inosuke miraba al suelo con la ira acumulada, totalmente petrificado e impotente de decir nada, Tanjiro lo abrazó para que se calmara y este corrió casi inmediatamente con su madre disculpándose por no haber hecho nada de nuevo, por no poder hacerle frente aún a la persona que la había dejado en ese estado a pesar de que ahora era mayor, pero aún así ni siquiera había podido levantar la voz ante aquella persona... Tanjiro trataba de calmar al azabache pero no entendía por qué después de tanto tiempo ese hombre había decidido simplemente aparecer así ¿será que quería algo? ¿o solo intentaba probar que tanto control que ejercía hacia Inosuke? realmente ¿que quería? La escena que pudo presenciar ese día le llenó de ira e impotencia, y si así se sentía él no quería ni imaginarse lo que debería de estar sintiendo el azabache en ese momento.

- Gracias Sentaro pero ¿Podrías dejarme a solas por unos minutos? no tardaré - dijo mirando a su madre mientras sostenía su mano.

- Por supuesto, estaré afuera si necesitas algo - acarició su cabeza suavemente antes de salir sin darse cuenta de que alguien lo esperaba ahí...

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Odio al padre de Inosuke pero es lo que hacen las autoridades si un menor de edad se queda sin supervisión 😤 si banda, en mi familia pasó algo similar 🥺

¿Me recuerdas?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora