Tropas de Flor de Lis

Capítulo 3: Ciempiés, el mejor bar

En Phalastia, las relaciones del mismo sexo están prohibidas, es algo que incluso nos lo enseñan en La Gran Muralla. Desde pequeños nacemos rodeados de leyes estúpidas. Esa es una de las razones por las cuales Cameron está estudiando en Gobernador, por el simple hecho de querer cambiar las leyes, desea que Phalastia sea una ciudad donde la gente pueda ser libre y no se avergüence de ser quienes son. Desde pequeño ocultó al mundo cómo se sentía y quien era realmente, su familia es alguien de clase muy alta y seguramente si se enteraran de lo de Cameron lo matarían.

El castigo que se usa para "esa gente", que es así como los llaman, es ser quemados vivos, en fin, un asco.

Cameron vive con su hermana pequeña Megan, que es monísima, con su madre Nicole, que es alguien que viste muy elegante y se le conoce casi por toda Phalastia, su padre Brett, y la Dra. Tracy, que es su abuela, se dice que salvó a mucha gente después de la conquista de la antigua Carniva y también creó un utensilio muy práctico para casos de operación.

Sinceramente... No me gustaría ser hija de familia de gama alta, me da pena por Cameron.

A veces me paro a pensar lo afortunada que soy, tengo una familia encantadora y acogedora, tengo dinero suficiente, estudio lo que quiero y sobre todo, tengo muy buenos amigos. Estoy muy satisfecha con la vida que llevo.

Después de comer estuve hablando un buen rato con mi hermano sobre que pensábamos acerca de los estudios.

–¿Y bien...?

–No sé qué decirte Janice. O sea, tan solo mírame, trabajo en el local de mamá. Aunque yo te recomiendo trabajar en el local familiar antes de estudiar en La Gran Muralla y sacarte el título de Caballero. Aparte, no entiendo por qué quieres ser Caballero. No estudies allí, es un asco. –Decía mi hermano un tanto enfadado–.

–Lo hago porque me gusta. Y yo sí que no te entiendo a ti. ¿Por qué estás todo el rato diciéndome que no vaya y que no estudie allí si tú estudiaste en Marina?

Marina es como La Gran Muralla, pero por si no quieres trabajar para las Tropas de Flor de Lis, es como sacarse unos estudios normales.

–Da igual Janice, ya dejo el tema. –Dijo mirando un reloj que estaba colgado en la pared, justo encima del cenicero de la chimenea– Con esto te dejo porque tengo que ir a hacer algo.

–Bien, pero esto no acabará aquí.

–Lo sé... –Susurró dándome un beso en la frente, saliendo después de casa–.

Más sola que la una, me dirigí hacia mi habitación e hice lo que mejor se me daba, maquillarme. Me encantaba pintarme y ponerme guapa, aunque nadie me viese, era algo que simplemente me gustaba, y lo hacía por placer.

–🎜🎝🎜🎝If you stop you don't play, if you play you don't stop –Cantaba mirándome al espejo mientras me ponía colorete–, and as soon as I look at you, the first thing I knew was that it was love...🎜🎝🎜🎝

De pronto comencé a reírme al recordar que si mi hermano estuviera aquí, lo primero que haría era llamarme loca e intentaría que me callara lanzándome un cojín o algo similar. A Edward también le encanta la música, desde pequeño, o al menos eso me dijo. A veces venía con nosotras al Ciempiés, pero las veces que iba, prefería ir solo. Mi hermano es una persona muy independiente, sé que había cosas que me ocultaba, cómo por qué cada 5 días aproximadamente iba al cementerio. Aun sabiendo que había cosas que no me contaba, lo quería demasiado, ¿era un borde? Sí, pero lo quería con todo mi corazón. En un mundo lleno de bordes, él sería mi borde favorito, siempre.