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TOM

Podía sentir mi sangre hervir, sabía que mis palabras no fueron las correctas, sabía que de algún modo la discusión en parte fue mi culpa, lo sabía.

Mis manos dolían de tanto apretar el volante, pero por alguna razón ese dolor estaba intentando remplazar el que se presentaba en mi corazón.

Por qué tenía miedo, tenía miedo de perderla, quiero protegerla como a nadie, tenerla conmigo, saber que está a salvo con las personas correctas, y esas no son exactamente sus padres, no lo son.

Y ella es realmente terca, le encanta llevarme la contraria y esas es una de las tantas cosas que atrapó mi corazón, el cómo logro ponerla nerviosa con facilidad, sus mejillas sonrojadas tan solo con una mirada, sus ojos brillando cuando encuentran los mios, mi pequeña estrella favorita..

Conducía perdido por las carreteras, sin tener ningún rumbo, lo único que logro guiarme en la dirección correcta fue ella, y ahora no la tenía conmigo.

Escuché mi celular vibrar y trague saliva al ver el nombre en pantalla, tome este y lo apague por completo, lanzandolo directamente hacia el asiento de atrás, no estaba de humor para comunicar toda mi vida con el manager.

Sabía que lo mejor era ir a casa, y pensar las cosas con claridad, pero nada se sentía como hogar sabiendo que estaba alejando a mi único soporte.

Ni siquiera lograba reconocer en la persona que me estaba convirtiendo, nunca en mi vida me había sentido así, mi corazón nunca había latido de esa manera al escuchar una risa, y tampoco dolía tanto al separarme de alguien, mucho menos sucedía con una chica, Pero ella... ¡Ella lo cambio todo!

Bill la ama, Gustav y Georg se sienten cómodos con su presencia, cosa que jamás había sucedido, las chicas con las cuales salía antes, siempre tenía que llevarlas a otro lugar, ya que alguno de ellos las terminaba corriendo, con la excusa de "No me cae bien."

Sonreí inconscientemente al recordar su brillante sonrisa el día de su cumpleaños, y sus ojos brillaron como los de una niña pequeña mirando dulces por todos lados. Sabía que sus padres nunca tuvieron esos detalles con ella, por eso intentaba darle todo lo que ella quisiera, hasta más si es posible. Quería consentir y cumplir cada uno de sus deseos, hasta su fetiche más oculto, quería ser el amor que en su familia nunca se le pudo dar.

Estacione le auto, estando ya frente al edificio de la banda, sabía que Bill estaría preocupada y a la vez enojado, ayer no le avisé que no llegaría a dormir.

Entre y las personas del staff me saludaron amablemente, imite la acción, intentando mostrar mi sonrisa más sincera, me adentre aún más al lugar, rogando por no encontrar a mi hermano en el proceso.

─Hasta que llegas.─Escuche su voz, dando a entender que estaba molesto y me voltee hacia el.

─Bill, no estoy de humor.─ me gire nuevamente y camine directo hacia mi habitación, pero sentía como me estaba pisando los talones.

─¿No estás de humor? ¿Crees que me importa? No puedes desaparecer así de la nada, estaba preocupado.

─No es la primera vez que no vengo a dormir, deberías de estar acostumbrado.

─¿Pasaste la noche con Maddy? Solo así dejare de preguntar más.

─No quiero hablar de ella, déjame solo.

─¿Discutieron?

─Bill... Dije que no quiero hablar.─Antes de poder escuchar algo más proveniente de el, cerré la puerta asegurándome de no dejarlo entrar en la habitación, quedando completamente solo.

Me tire sobre la cama, descansando mi cuerpo en esta, mientras mi mente y alma sufrían por el dolor de mi corazón sientiendo vulnerabilidad total ante cierta chica.

Pase mis manos por mi rostro, sientiendo como la frustración se hacia cada vez más presente, o eso es lo que mi ego quería que creyera, pero algo dentro de mi sabía que ese sentimiento era llamado culpa.

Sabía que había cagado totalmente todo con mis palabras, no fueron las correctas, y lo acepto, también se que ella tenía razón al pedir tiempo, también sabía que yo era el completo responsable si lo de nosotros terminaba de esta manera.

Esos simples pensamientos estaban matandome lentamente, no sabría, realmente no sabría cómo sobrellevar mi vida después de encontrarla a ella, para perderla y no recuperarla más.

Yo prometí sanar sus heridas, y estaba seguro de que quería cumplirlo.

Tenía que hablar con ella, pero los cosas aún estaban recientes, lo más probable es que no quiera verme ni en pintura, y el único que podía ayudar en estos casos es Bill, al que había hechado de mi habitación hace unos momentos.

─¡Bill, se que estás detrás de mi puerta, entra!─ grite, asegurándome de que me escuchará, no pasaran muchos segundos cuando el ya estaba sentado en la orilla de la cama.

─Tom... ¿Que fue lo que hiciste?─Pregunto, cruzándose de brazos.

─Nada... ¿Por qué piensas que fue mi culpa?

─Lamentablemente eres mi hermano, te conozco, hablas hasta por los codos, se que no mides tus palabras, y tampoco piensas antes de hablar... Ahora dime ¿Que le hiciste a nuestra chica?

─¡¿Nuestra?!─ me levanté ofendido.

─Si, ¿Algún problema? Siéntate y dime qué fue lo que pasó.

Lo mire mal, por más molesto que estuviera con Maddy no dejaría que nadie intentara llamarla como suya, esa chica tenía mi marca en su cuerpo y alma completa, era mía.

No tenía más opción que dejarlo así por el momento, más tarde tendría derecho a reclamar lo que me pertenece, tome asiento a su lado, intentando ordenar mis ideas y palabras para hablar con el.

─Tengo miedo Bill... Tengo miedo perderla, quiero tenerla conmigo, quiero protegerla, quiero que se sienta amada, que todas sus preocupaciones se vayan, y ella no lo entiende, ella no comprende que lo único que hago es pensar en su bien..

─¿Y tú ya pensaste el lo que ella siente? ¿Ya te pusiste en sus zapatos? ¿Ya pasaste por la situación en la que ella se encuentra? ¿Ya viviste lo que ella está viviendo?─ trague saliva, sabía que Bill me aconsejaria de la mejor manera, pero que eso también llevaría un regaño incluído. ─Claro que no lo has hecho, ni siquiera te has detenido a pensar en sus sentimientos, o que es lo que realmente está pasando en su vida, y el cómo le hace sentir eso. ¿Lo has hecho?

─No...─Susurre cabizbajo, sintiendo su dura mirada.

─Tom... Ya deberías de saber que ella no es uno de tus juegos... ¿O si lo es?

─¡No! Claro que no lo es...

─Bien.. con eso deberías de entender que ella también tiene opiniones y palabras las cuales ofrecerte, ella puede tener las decisiones que quiera, no solo las que tú le ofrezcas.

─Seguramente ahora me odia..

─Ni siquiera se muy bien que fue lo que pasó, y ya me quedo claro que realmente lo arruinaste..

─Eres tan motivador...─Solte con evidente sarcasmo, a lo que Bill solo rio un poco, para después regresar su vista sería a mi.

─Tienes que hablar con ella, y no solo disculparte, si no que también saber comprenderla, saber escucharla y animarla.

Asentí y observe como salía de la habitación, cerrando la puerta detrás de el, nuevamente deje caer todo mi cuerpo en la cama, mientras mi mente divagaba, y una linda chica, con hermosa sonrisa no dejaba de aparecer en ella, y hacerme sentir aún peor de lo que ya me siento.

Por qué mi verdadero vicio era mirarla, mientras ella sonreía..

-Sabrina-
Holaa, quise que este cap lo leyeramos desde la perspectiva de Tom y el cómo estaba sobrellevando las cosas, y también de su versión de todo.
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Do You Wanna...? ; Tom Kaulitz. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora