Sinfonía [Hyunchan]

Capítulo 25: Expuesto

Los días de primavera se habían marchado abriéndoles paso al frio invierno, habían pasado meses desde que Hyunjin le había dejado irse, su omega se había marchado con su permiso, el lo permitió pero, ¿Por qué le dolía tanto el pecho?, La fría mirada de su omega le atormentaba en cada momento y sus palabras, sus crueles palabras no hacían mas que atormentarlo, encerrado en el viejo teatro con una botella de whysky en mano.

Ebrio observando las invitaciones de bodas de sus Vizcondes Seo, Lee y Kim juntos a los omegas que esperaron por ellos, omegas que habían sido rescatados por ellos.

La ruidosa lluvia solo conseguía provocarle un sentimiento de tristeza en su pecho, ardia y dolía, Hyunjin suspiro dándole una trago a la botella quizás si dejaba de lado su venganza, su rencor,  Chan estaría a su lado, como su omega, su esposo y compañero de vida, Estaba molesto por su comportamiento, por su estupidez, culpándose por lo ocurrido se  levanto de golpe tambaleándose debido al efecto del alcohol en su sistema.

Abrió la puerta de su teatro y corrió siendo observado por las personas del pueblo, ignorando las miradas que le juzgaban por lo errático de su comportamiento solo tenia algo en mente, una imagen que se conservaba entre la bruma del alcohol, el prado, tenia que llegar a ese prado donde por primera vez se encontró con Chan, con su omega, su cuerpo se sentía caliente, quemaba, sus colmillos empezaban a picar y solo podía mantener su mirada fija en el camino que había memorizado hace ya mucho tiempo atrás.

Y allí rodeado de flores marchitas estaba Chan, recostado en la fina hierva sintiendo como las gotas de la lluvia impregnaban su piel, su mirada reflejaba dolor, necesidad y vació, su cuello comenzaba a arder en necesidad, mordió su labio queriendo sollozar ahogando el grito desgarrador de su garganta, quería odiarlo, quería olvidarse de el, pero jamás podría hacerlo, no de el, no  de su chico de las flores, día tras día mes por mes, la necesidad crecía en su pecho.

No quería admitirlo, pero amaba a Hyunjin con cada fibra de su ser, no importaba lo duro, frio y curel que el podría llegar a ser, seria capaz de perdonarle por que lo amaba, en ese momento aquel aroma inundo sus fosas nasales tan leve que casi pasa inadvertido por la lluvia, pero ahí estaba,  al mirar para atrás, lo vio observándole desde arriba una ves mas.

Su respiración se detuvo al ver al alfa caer de rodillas, extendiendo su cuello en señal de sumisión, las lagrimas de sus ojos no se camuflaron por la lluvia -no logro soportarlo mas, estos meses sin ti han sido un tormento- murmuro mirándole a los ojos, mostrando quien era realmente Hwang – tenia la esperanza de poder verte aquí, he luchado contra , mi casta exponiéndome a ti, si me lo pides dejo mi titulo contar de que me perdones – tomo la mano de Chan colocándola sobre su corazón sobre su frio pecho – acaba con esta agonía, con esta espera porque yo te amo – sollozo el alfa comenzando a llorar, perdido en las sensación de dolor, se inclino aun mas hasta dejar su rostro contra el césped – mi amor hacia ti no ha cambiado, pero solo dime ¿sigues amando a este tonto?, incluso si me rechazas obedecería cada orden que tu me dieras, aun si debo morir por ti-.

Chan se quedo estático observando el vulnerable estado en el que se encontraba el hombre con mas influencia de esta nación, Hyunjin era un conde, único familiar vivo del rey y heredero directo de este, al estar frente a el exponiendo su cuello, su alma y sus deseos, no hacían mas que causarle una gran pena.

- Mírame- ordeno con voz suave acariciando el mojado cabello del alfa, cruzando una ves mas miradas. -que solo seamos tu y yo, nada mas del pasado, títulos o designios- suplico el omega bajando sus manos para poder acariciar sus mejillas

- Solo seamos, Chan y Hyunjin.-