BRATVA #6 [Disponible en físico]

CINCO

Lina

Mi corazón está relajado mientras mi cuerpo está sumergido en el agua de esta bañera. Cuando estaba en el sótano, era Galia quien me limpiaba el cuerpo con un cubo y un trapo, el agua siempre estaba fría. En cambio, el agua de esta bañera está caliente y huele bien. Le salpico un poco de agua en la cara al señor Dmitry. Me rio suavemente. Él sonríe y me devuelve la salpicadura.

-¡No!- chillo riéndome.

-Has empezado tú, mocosa.

Frunzo el ceño.

-¿Qué significa eso?- pregunto.

-Significa que eres guapa- dice sonriendo.

-Entonces tú eres un mocoso- le digo.

Comienza a reírse. Me gusta su risa, es profunda y muy bonita. La mujer rubia a la que Dmitry llamó cuando entramos en su casa aparece en el baño, trae ropa en sus manos.

-Déjala en la cama- dice el señor Dmitry.

Ella lo obedece. Me mira fijamente.

-Dmitry, me gustaría hablar contigo- dice.

Él me mira.

-Quédate aquí y relájate, estaré al otro lado de la puerta.

Asiento. El señor Dmitry y Karenina salen del baño dejándome sola. Me hundo un poco más en el agua. Esta bañera es tan grande que podría nadar en ella. Saco los dedos del pie del agua, me rio suavemente. Nunca me había reído tanto como ahora. Tomo entre mis manos un poco de espuma. El señor Dmitry ha echado gel en la bañera. Soplo la espuma en mis manos, sale volando hacia arriba y va cayendo lentamente hasta el suelo. El señor Dmitry entra en el baño de nuevo.

-La espuma ha caído al suelo- le digo.

-¿Ha caído al suelo?

-Soplé y salió volando.

El señor Dmitry sonríe, se agacha a mi lado. Aparta el pelo mojado de mi cara.

-Tengo algunas reglas para ti- dice.

-Vale.

-No puedes ir al otro ala de la casa.

-¿Por qué?

Él respira hondo.

-Mi... Ex esposa está un poco preocupada por nuestros hijos.

-¿Tienes hijos?

Asiente.

-Tres hijos, un chico de trece años y dos niñas de cuatro y dos años.

Algo se aprieta en mi pecho, el señor Dmitry tiene hijos.

-Yo también tenía bebés, pero murieron en mi barriga- sollozo.

-Cariño...

Me abrazo al cuello del señor Dmitry, él rodea mi cuerpo mojado con sus brazos, me saca de la bañera y me sienta con él en suelo.

-Yo quería a mis bebés, pero él los mató.

-Lo siento mucho, malenk'aya.

-¿Por qué no puedo conocer a tus hijos? Nunca les haría daño.

-Lo sé, cariño. Te prometo que los conocerás algún día, Karenina es muy desconfiada con los desconocidos.

Levanto la cabeza para mirarlo a los ojos.

-Entonces me haré su amiga para que me deje acercarme a ellos- le digo- Seré la más mejor amiga.

El señor Dmitry sonríe.