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❝ vigilant shit ❞

Noviembre

Abro los ojos, sintiendo una presión constante en las sienes

La luz que entra por mi ventana me lastima de una forma increíble, mientras intento no despertar aún

¿A quién se le ocurre tomar de esa forma?

- buenos días – la puerta de mi habitación se abre, dejando ver a Sofía con solo una camiseta ancha puesta

Ella trae consigo una pastilla y un jugo de naranja

- ¿Que tal amaneciste? Con muchos ánimos, ¿Verdad?

- no me dejes tomar así nunca más – pido, enderezándome con cuidado

Una presión en mi muñeca me llama la atención, haciéndome llevar la mirada hasta ella

No mames

- Sofía...

- sí, te tatuaste

Analizo el dibujo sobre mi piel, intentando hacer memoria

- ¿Que...?

- no te preocupes. Ernesto y Darío se hicieron lo mismo

- ¿Pero por qué?

- por una promesa, según ustedes. Que conste que intente evitarlo, pero solo decías "soy mayor de edad, Sofía" "igual lo haré"

- dios, soy un pésimo ejemplo para Hera – entierro la cara sobre una de mis almohadas, mientras Sofía se sienta sobre mi cama

- ¿Te duele mucho?

Niego con la cabeza, llevando la mirada hasta ella

- me han dolido más otras cosas –

Sofía asiente, entendiendo lo que digo

- ¿Hera está...?

- en su habitación. Me la encontré en la mañana cuando salía del baño. No sé describir su sorpresa

Sonrío divertida, levantándome casi a rastras

Salgo de la habitación escuchando como ella me sigue hasta el primer piso, y ya en este, me dejo caer sobre el sillón, cerrando los ojos

- ¿Quieres que pida algo de desayuno? –

- no tengo hambre. Si quieres algo para ti

- buenos días – la voz de Hera me hace enderezarme un poco

Ella nos observa con detenimiento, pero decide seguir su camino hacia la cocina

-...yo si quiero de desayunar –

Yo y Sofía intercambiamos miradas, y asiento hacia ella

- ¿Que se te antoja a ti? – Sofía se anima a preguntar

Varios golpes en la puerta hacen que las tres quedemos en silencio

Hera es quien se dispone a abrir, mientras me hago bola sobre el sillón, lamentando estar viva

- ¿segura que no quieres nada? – Escucho como Sofía se acerca un poco susurrando hacia mí con confianza

Esa pequeña acción me estruja el corazón

- Atenea, te buscan – Hera regresa, señalando la puerta

Me levanto con todo el trabajo del mundo, caminando hacia esta

Recién veo a la persona parada ahí, me tiemblan las piernas

- Camila –

La mujer, con algunas canas en su cabeza, me observa con una sonrisa completamente falsa

𝗥𝗲𝗽𝘂𝘁𝗮𝘁𝗶𝗼𝗻 | Control ZDonde viven las historias. Descúbrelo ahora