Capítulo 31 | Easton

2.4K 215 11
                                    

Easton

Hazel y yo pasamos una mañana atareada preparando comida para la cena de esta noche, aun así, los dos disfrutamos del tiempo cocinando juntos, debo admitir que he estado conteniendo mis ganas de darle órdenes sobre cómo debería preparar las cosas, no es que ella lo haga mal, pero soy demasiado exigente cuando se trata de cocina.

La noche anterior se ha sentido bastante casual tenerla en casa y me agrada la idea de que hayamos compartido la cama no en un sentido sexual sino los dos juntos, a veces solo te apetece sentir un poco de compañía en la cama, sentir que tienes a alguien a tu lado a quien acudir por la noche y comprobar que no estás solo.

Cuando llegamos al hospital, busco al doctor Molina para decirle que hemos llegado y tenemos todo preparado, Hazel y yo nos hemos arreglado un poco para la ocasión y al ver a los pacientes y a mamá en el hospital me doy cuenta de que no somos los únicos.

─Te ves hermosa ─le digo a mamá cuando me acerco a ella y le deposito un beso en la frente.

─Gracias, East ─dice con dulzura como siempre─. Es una ocasión especial.

─Ya veo.

Mantengo la sonrisa en mi boca.

Son pocas las veces en las que mamá tiene oportunidad de arreglarse, verla con un poco de maquillaje me recuerda a nuestra vida antes de que ella pasara sus días en el hospital, tiempos en los que sentíamos que éramos una familia.

─Dime, ¿Mía te ha dicho algo? ─pregunta con un poco de esperanza. Le conté a Mía días atrás lo que Hazel y yo estábamos haciendo por los pacientes y personal del hospital, le había dicho que sería bueno que asistiera y su respuesta fue la misma de siempre, "no se si estoy lista" a veces pienso que mi hermana solo busca una excusa para no verla, para evitar venir al hospital porque realmente no desea hacerlo, pero siempre termino sacando esos pensamientos de mi cabeza y confiando en mi hermana, no quiero juzgarla mal.

El doctor Molina llama a la puerta de la habitación, nos saluda con una cálida sonrisa, le digo que ya tenemos todo preparado y hemos dejado la cena en la cocina cuando llegamos, él nos dice que le avisará al resto del personal para que puedan cenar cuando tengan unos minutos libres, como no pueden dejar de trabajar, el personal acordó en tomar turnos y apoyarnos.

─Lo acompaño, doctor ─dice Hazel cuando el doctor Molina nos dice que va a dejarnos solos, estoy por decirle a Hazel que se quede, pero mamá toma de mi mano llamando mi atención, tal vez no está mal que tengamos unos minutos a solas como de costumbre.

─Es una hermosa chica, Easton ─dice mamá con una sonrisa en la boca─. Tienes suerte.

Mi mirada se posa en la puerta, como si supiera que Hazel está al otro lado de ella.

─Sé que lo es ─digo agachando la cabeza─. Pero no puedo decir si tengo suerte o no.

Mamá chasquea la lengua.

─No lo digo porque seas mi hijo, Easton ─comienza a explicarme con voz seria, normalmente evitamos tener temas serios, siempre trato de buscar algo interesante y divertido de que hablar para animarla─. Sé que aun te duelen cosas del pasado, pero deberías de darte una oportunidad, a todos nos hace bien tener un poco de amor en nuestras vidas.

─No quisiera lastimarla ─trago la saliva que se ha ido acumulando en mi boca─. Sabes que....

─Sé que estás arrepentido de quien fuiste y que ahora eres un mejor hombre digno de cualquier persona con la que desees estar ─me interrumpe mamá y sus palabras consiguen provocarme una sensación de la que no estoy preparado, ¿esperanza, tal vez? No puedo ponerle un nombre de momento─. Todos cometemos errores, incluso tu padre, yo... todos Easton y eso no quiere decir que no estes completamente arrepentido de ellos, todos en algún punto de nuestras vidas hemos detestado una versión de nosotros mismos, pero solo pocos sabemos aceptar quienes fuimos y avanzar para mejorar, para reinventarnos, tú eres uno de esos Easton.

Chef KissesWhere stories live. Discover now