19.

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Lunes, apenas comenzaba el día en la universidad cuando esta se comenzaba a llenar. Mientras yo estaba concentrada en aquel libro que había comprado apenas una semana antes. No alzaba mi vista del libro, al menos no hasta que alguien se sentó a mi lado y por sorprendente que pareciera, podía reconocer aquel perfume. Le miré mientras que él me dedicaba una pequeña apenada sonrisa.

Qué haces por aquí sola?-Preguntó con cierta vergüenza.
Pues... Aún no es la hora de entrar y no había nadie dentro.
—Déjame invitarte a un café antes de entrar.

Alcé mi rostro sorprendida viendo los hoyuelos del peliazul asomar mientras esperaba mi respuesta, yo asentí tiernamente aguantando la tentación ridícula de querer meter el dedo en su hoyuelo y guardé el libro antes de ponerme en pie.

—¿Qué leías?—Preguntó curioso.
—Grandes esperanzas, de Charles Dickens.

Los ojos de SooBin se agrandaron y buscaron darme una respuesta clara, la cual se vio frustrada por su manera de vocalizar tan rápidamente.

—Yo estoy leyendo Orgullo y perjuicio.
—SooBin... ¿No será Orgullo y prejuicio?—Reí suavemente sin intención de burlarme.

Me miró pestañeando por unos segundos antes de que sus orejas se pusieran rojas al completo y asintiera dejando escapar una risita, sintiéndose ridículo mientras bajaba la cabeza. Llevé mi mano a su espalda y di un par de caricias.

Puede pasarnos a todos, no te avergüences.

SooBin asintió no muy seguro y entonces nos encaminamos de vuelta desde la cafetería que había a la vuelta de la esquina. Durante aquel agradable paseo podía sentir la mirada del chico a mi lado clavada en mí y no es que fuera algo cómodo, no lo era, pero tampoco era desagradable. Únicamente me hacía sentir nerviosa, sentía que quizá tenía una mueca extraña, cualquier cosa en la cara o incluso el ceño fruncido o papada y eso me hacía sentirme extremadamente insegura, por lo que trataba de tapar mi rostro con mi cabello.

¿Qué te pasa?—Preguntó llenando sus mejillas de café.
Oh, nada, nada, solo... —Saqué mi teléfono para ver la hora y me topé de frente con un descuidado alumno que iba corriendo a una clase.

Mi ropa había quedado completamente manchada de café mientras las miradas se posaban notablemente en mí y me hacían enrojecer. Sin motivo alguno, SooBin también enrojeció al sentirse el centro de las miradas y me empujó suavemente por la espalda.

Vamos al baño, tengo una sudadera en la mochila.

Antes de entrar al baño, SooBin se quitó la maleta, sacando la sudadera de esta, algo arrugada y algo grande pero con aroma que me hizo temblar al cogerla

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Antes de entrar al baño, SooBin se quitó la maleta, sacando la sudadera de esta, algo arrugada y algo grande pero con aroma que me hizo temblar al cogerla. Agradecí con la cabeza y entré rápidamente en uno de los cubículos que había en el baño. Aparté rápidamente la humeda camiseta que había llegado a manchar mis pantalones y me coloqué la sudadera de SooBin, que gracias a la diferencia de tamaños y a que la sudadera en sí era grande, lograba tapar toda la mancha, haciéndome sentir aliviada.

Recogiendo la camiseta del suelo me encogí sobre mis rodillas, escondiendo mi rostro entre estas con una pequeña sonrisa. ¿En qué momento había comenzado a sentirme tan confusa con dos chicos? Uno parece no echarte ni cuenta un día y al siguiente sí, y el otro parece que unos días le caes bien y otros no. Rasqué mi cabeza con frustración y salí del cubículo, topándome con mis amigas de frente. Todas me miraron fijamente con gran confusión pero la primera en articular palabra fue SeoHee.

¿Dónde te metes estos días? Sólo te vemos de viernes en viernes. No me digas que de verdad te sigues juntando con el virgen del primer día.

Fruncí mi ceño con molestia, al menos sabía que Hyuka no estaba saliendo con ninguna de estás personajes. Mientras ellas reían y yo esperaba a que su diversión sin fundamento terminara me crucé de brazos.

Cuando queráis eh.— Ladeé la cabeza esperando el silencio.- Mi respuesta es sí, y con mucha honra.

Dejé escapar mi dedo del medio, cosa que jamás se me hubiera pasado por la cabeza en hacer y salí del baño encontrándome entonces con SooBin y Huening Kai. Saludé a Huening Kai con una sonrisa pero su rostro se veía torcido, se le veía sin ganas de saludar ni hablar. Decidí no insistir mucho más allá de eso y nos dirigimos a clase, dejándo a SooBin por su camino para que se dirigiera a su clase. Kai me miró fijamente mientras me inspeccionaba de arriba a abajo, haciéndome sentir incómoda. Le miré con una gran confusión mis ojos y él simplemente rodó sus ojos negando.

Eres muy torpe, a la próxima mira por dónde vas, no me gusta verte con la ropa de alguien más.

Estaba claro que aquello lo había dicho sin pensar, puesto que fue incapaz de dedicarme ni una sola mirada más en toda la clase. Mi corazón se había alterado ante aquellas frías palabras, habían encadenado mis pensamientos sólo a él, sin cabida a SooBin a pesar de que su aroma me perseguía y se calaba en mi pecho.

Complicated.-Choi SooBin y tú.Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang