Preámbulo de una desgracia

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Lionel Messi estaba complacido con su carrera, había ganado todo premio que un futbolista o inclusive un deportista en general podría ganar.

Copas, medallas, galardones, reconocimientos, en vidrio, en platino, con oro, con cobre, todo estaba en su sala de trofeos de su mansión, y en medio de está estaba su más grande logro, aquella copa del mundo que durante años deseo poseer y ahora estaba ahí, estaba realizado, había ganado.

¿Dinero?, Más bien una fortuna, cifras inigualables estaban en sus muchas cuentas de banco.

Un chasquido de su mano y tendría todo.

Era amado por su país.

Por la afición.

Sus compañeros.

Los noticieros.

Era un Dios en vida.

Era más grande que Pelé y Maradona.

Él era el todo.

El mundo estaba a sus pies.

Ya nada podía ir mal.



























_Terminamos_ un suave susurro acompañado por dos lágrimas traicioneras en ese rostro cansado.

¿Escucho mal?

La maleta cerrándose.

Las llaves de la casa siendo dejadas en el buró.

Aquel anillo de oro con un diamante en el medio de un corazón al lado.

La puerta cerrandose.

Estaba perdiendo.

_¡Guillermo!_ corrió detrás de aquel rizado abriendo la puerta y buscándolo con la mirada.

Aquel a quien llamaba cruzaba el jardín en dirección a su propio auto con dos maletas de ruedas a su par.

_¡Guillermo regresa aquí!_ grito acercándose.

¿Quién se creía?

¿Cómo se atrevía a irse y dejarlo?

Lo alcanzó y se colocó frente a él, estiró sus brazos a sus lados para impedirle el paso.

_Quitate Lionel, por favor_ pidió aquel rizado en voz baja, con su voz entrecortada y su mirada triste.

_¡No!_ negó con la cabeza, su mirada estaba seria_ Te vas y no me explicas que pasa_ le recrimina_ la boda es en solo cuatro meses y tú te vas así como así, dejas las llaves, las tarjetas que te di, el anillo, ¿A qué estás jugando?_

_No estoy jugando a nada Lionel, muévete, mi vuelo sale en dos horas y no lo quiero perder_ trato de pasar pero el argentino se movió bloquendo de nuevo el paso.

_Si solo es un viaje de trabajo lo entiendo, en ese equipo tuyo al que acabas de fichar_ hizo una mueca, recuerda la burla que recibió de un periodista cuando esté le pregunto que opina sobre que su prometido iba a fichar en el peor equipo de la Serie A_ pero no tienes que hacer todo este quilombo, y ¿Viajar en avión?_ soltó una risa_ me hubieras dicho que le dijera a mi piloto que te llevará, ahora te voy a ayudar con esas maletas y regresaremos adentro_ acercó su mano a la agarradera.

_Hable en serio Andrés_ la voz monótona, sin emoción, fría, salió de los labios del mexicano.

Guillermo Ochoa, solo llamaba a Messi por su segundo nombre cuando la situación era sería, y eso Lionel lo tenía bien entendido...

_¿Ya no me amas?_ pregunto con un nudo en la garganta.

Guillermo al oír esa pregunta pensó por un momento "aún le preocupa lo que siento por el".

Otra Oportunidad Where stories live. Discover now